lunes, 2 de mayo de 2011

De los alquimistas al daguerrotipo

Luna cornata, así es como llamaban los alquimistas al cloruro de plata, éstos estaban buscando la piedra filosofal, la sustancia capaz de transmutar los metales en oro, no sé si la encontraría, pero sí observaron la propiedad de ennegrecerse que tiene el cloruro de plata y a partir de ahí llegaron los descubrimientos químicos de la modernidad. En el siglo XVIII un médico alemán llamado Schulze hizo una mezcla de tiza, aguafuerte y nitrato de plata buscando un material portador de luz y paradojicamente había dado con lo contrario, un material portador de oscuridad, pero el que se llevaría el premio sería quien pudiese fijar una imagen, ése fue Nicéphore Niépce, empezó aplicando  las proyecciones de la cámara oscura a la litografía (no se le daba bien el dibujo), lo que le llevo a estudiar la manera de registrar la imagen luminosa sobre la piedra litográfica ( la litografia consiste en dibujar sobre una piedra especial con tinta grasa, se baña la piedra en ácido diluido y se fija el dibujo, solo los trazos del dibujo retienen el entintado, esto permite obtener muchas pruebas en papel), después abandonó la litografía por la heliografía, cambiando la piedra por papel, cristal, cobre, estaño entre otros, en  pocos meses logró las primeras imágenes en negativo sobre papel tratado con cloruro de plata, mediante el ácido con la cámara oscura, el paso al positivo lo consiguió utilizando betún de Judea.
La primera fotografía


Después llego Daguerre, el inventor de los dioramas (especies de maquetas con fondo curvado y luces que representaban ciudades) que intentó mejorar la heliografía, su proceso fue el daguerrotipo. Con el daquerrotipo se obtienía una imagen en positivo a partir de una placa de cobre recubierta de yoduro de plata. Tras ser expuesta a la luz, la imagen latente se revelaba con vapores de mercurio, que daba como resultado una imagen finamente detallada con una superficie delicada que había de protegerse de la abrasión con un cristal y sellarse para evitar que se ennegreciera al entrar en contacto con el aire.

Inicialmente, el proceso de Daguerre no era excesivamente sensible a la luz, y el tiempo de exposición podía llegar a ser de hasta 30 minutos, en la novela cien años de soledad, la gente se iba gastando a medida que su imagen pasaba a las placas metálicas; pero tras los considerables avances logrados en Austria, Inglaterra y Estados Unidos, los tiempos de exposición se redujeron.  Uno de los principales inconvenientes del procedimiento era que cada imagen era única. 


Primer daguerrotipo, 1837 por Daguerre
El Daguerrotipo tuvo muy una buena acogida y pronto empezó a difundirse por Alemania, Estados Unidos, Italia, Inglaterra, etc. El segundo estudio oficial fue creado en Inglaterra por Antonie Claudet, que llegó a ser nombrado retratista ordinario de la reina Victoria. La primera revista fotográfica del mundo fue fundada en Nueva York en 1850 ( The Daguerreian Journal). La gran popularidad del retrato forzó en cierta manera la aparición de los "estudios fotográficos". En aquella época en la que aún no existía la luz eléctrica en las ciudades, los estudios fotográficos eran grandes naves de armazón metálico donde las cúpulas de cristal hacían que éstas estuvieran dotadas de luz natural. Además, es de mencionar la decoración de estos estudios, donde lo primordial era hacer cómoda la larga exposición a la que era sometido el modelo. Un buen ejemplo de esta decoración era el estudio de Luther Holman Holle en Boston, donde no faltaba un piano, una caja de música, jaulas de pájaros, largas cortinas, esculturas, pinturas, estampas, etc, que ayudaban, además de lo anteriormente mencionado, a apaciguar los nervios y a la obtención de una buena foto. En cierto tiempo fueron de uso aparatos y artilugios que, en forma de percheros, aguantaban las cabezas y ponían la espalda recta, de manera que el modelo no pudiera moverse, esto fue muy caricaturizado en la época.