miércoles, 29 de febrero de 2012

fujifilm finepix s2950 hd

magso

Magso es un dibujante, pintor y fotógrafo chileno (nacido el 24 de febrero de 1965, reside en Viña del Mar) que realiza una fotografía experimental y difícil.

fotografía subacuatica

La vida marina es más abundante en los 10 m primeros, profundidad que alcanza el snorkel, para fotografiar mayores profundidades, es indispensable la escafandra autónoma. El mejor modo de proporcionar fondo a las fotografias, es trabajar en una cueva, condiones óptimas en las que se hace imprescindible el flash.

Cuando la visibilidad es baja, debemos acercarnos más. Para poder acercarse al máximo y no tener mucha agua en nuestro objetivo, precisamos de un gran angular.
 Las cámaras submarinas, necesitan duna caja o carcasa herméticamente cerrada, con una ventana de cristal o de plástico delante del objetivo. Durante las horas diurnas, se pueden tomar fotografías a profundidades de hasta 10 metros. Para tomas más profundas se necesita luz artificial, como la del flash electrónico o focos. La calidad de las fotos depende de la claridad del agua.

En aguas turbias o llenas de partículas, que reflejan la luz, éstas impiden hacer fotografías, excepto primeros planos. En este medio, los fotógrafos suelen utilizar objetivos de gran angular para compensar el efecto de aumento que se produce debajo del agua (todo parece estar un 25% más cerca de lo que está en realidad). Esto se debe a que el nivel de refracción en el agua, es mayor que en el aire.

Captar con una cámara la belleza del mundo acuático es una actividad popular entre los aficionados al submarinismo. Las cámaras especiales submarinas, con carcasas altamente resistentes a la presión, se utilizan también para la exploración marina a grandes profundidades
 Las aguas poco profundas albergan los mejores paisajes submarinos, que se encuentran al calcanze de cualquier bañista o nadador, siempre que se encuentre provisto de un tubo. Para nadar cerca de los peces hay que nadar muy lentamente para evitar asustarlos.

También debajo del agua se realizan macrofotografías empleando lentes adicionales o tubos de extensión. El objetivo adecuado un 50 mm, es útil para fotografiar motivos bastante estáticos, mientras que para peces es preferible un focal de 105 mm.
Antes de comenzar a fotografiar el medio submarino, debemos conocer bien los equipos y su funcionamiento en tierra.
• Tomar las fotos lo más cerca posible: ya que el volumen de agua que separa la  cámara del objeto, tiene una gran incidencia en la definición de la imagen. Para conservar el tamaño, es aconsejable utilizar un gran angular.
• Uso del flash: es imprescindible, ya que el agua absorbe la luz solar.
• fotografía macro: es la más sencilla debajo del agua, permite pre-seleccionar el flash y demás directivas antes de entrar al agua.
• Controlar la flotabilidad: el mal control de la flotabilidad o el apretar muy fuerte el disparador produce fallos en las fotografías.
• Evitar la reflexión: las partículas en suspensión en el agua producen un importante reflejo de la luz, por tanto, es necesario colocar el flash lejos del eje óptico de la cámara.
• Seleccionar: de ser posible, debemos elegir el mejor sitio para fotografiar. Las aguas transparentes, sin corrientes y con variedad de fauna a poca distancia de la superficie son las mejores.
• Fotografía tantas veces como creas necesario hasta lograr las tomas deseadas.

lunes, 27 de febrero de 2012

martínez del mazo

Juan Bautista Martínez del Mazo, (Cuenca, 1605 - Madrid, 1667) es un pintor español, yerno y ayudante de Velázquez.

Martínez del Mazo. Fue bautizado el 22 de mayo de 1605 en la iglesia de San Martin de Cuenca, según documentación del Archivo Diocesano de Cuenca (Parroquia de San Martín, Libro 2 de bautismos, folio 35 vuelto. Signatura: Libro P nº153).

Se sabe muy poco de la vida de este pintor hasta que en agosto de 1633 contrajo matrimonio con Francisca Velázquez y Pacheco, una de las hijas de Diego Velázquez, (1599 - 1660). Ambos, Velázquez y Martínez del Mazo, fueron compañeros del pintor, arquitecto y escultor granadino Alonso Cano y Almansa, (1601 - 1667) en el taller sevillano de su maestro Francisco Pacheco.

Su suegro Velázquez le tuvo en gran aprecio y echó siempre mano de él como su mejor ayudante. De hecho, se suelen atribuir a Mazo algunas pinturas velazqueñas que no encajan en la técnica del maestro. Velázquez ayudó mucho a del Mazo en su carrera artística dentro de la Corte española, e incluso emprendió gestiones para conseguirle algún empleo.

Martínez del Mazo fue nombrado pintor de cámara en 1661 a la muerte de su suegro Velázquez. Se creía que fue del Mazo quien a la muerte de Velázquez terminó y retocó el retrato "La infanta doña Margarita de Austria", pero las últimas investigaciones efectuadas en el Prado tienden a dar la autoría total del cuadro a Martínez del Mazo. La infanta doña Margarita, protagonista de Las Meninas, fue esposa del emperador Leopoldo I de Austria y murió muy joven.

Durante bastante tiempo las obras de Martínez del Mazo fueron atribuidas a Velázquez. La crítica moderna con las nuevas técnicas y conocimientos han podido restituir la autoría de dichas obras. Entre su mejores obras destacan la Vista de Zaragoza, la Cacería del Tabladillo y el Arco de Tito.

Su obra más sorprendente es "La familia del pintor Juan Bautista Martínez del Mazo" del Kunsthistorisches Museum de Viena, un retrato colectivo en el que se puede ver a Juan Bautista, su esposa Francisca (hija de Velázquez), los hijos de ambos y sirvientes. La ambientación del lugar y la disposición de varios elementos remiten a "Las Meninas".
este es el cuadro más sorprendeten de martínez del mazo, es el retrato de su familia, como veis, nos remite a las meninas claramente.

 su maestro Velazquez se llevó todo el reconocimiento, pero la verdad es que el alumno, martinez del mazo, también era un genio.

domingo, 26 de febrero de 2012

con la noche a cuestas de manuel ferrand

Con la noche a cuestas. novela que recibe el Premio Planeta de españa en 1968 donde manuel ferrand muestra la historia de dos personajes que se hacen mutua compañía durante la noche.

La historia de dos personajes que se hacen mutua compañía durante la noche es narrada en esta obra, dos hombres humildes que trabajan durante la noche en un barrio residencial de Sevilla . Tirso, el guarda de un edificio en construcción que ha dejado a su familia en el pueblo para irse a trabajar a la ciudad , un hombre poco hablador, en ocasiones borde, hosco, y miedoso hasta rozar la paranoia, y el otro, Castro, sereno de la demarcación, una persona afable, noble, habladora.
La mayoría de las veces, se limitan a hablar del tiempo y de la vida sin hablar jamás de sus familias, mujeres o pensamientos, otras veces hablan de política.
Manuel Ferrand muestra en esta novela una sucesión de anécdotas alrededor de estas personas normales, cada uno con un pasado, sueños y con un presente tangible. El hallazgo de una cartera con dinero turba inesperadamente sus monótonas vidas.
Me encanta esta novela, aveces no es necesario  tramas complicadas, asesinatos, misterio etc para enganchar a los lectores. En esta novela no pasa absolutamente nada, hasta el final, pero los dos protagonistas están genialmente dibujados, dos hombres que viven de noche, muy diferentes entre sí, la aparición de una cartera con 10000 pesetas, es el vínculo de esta novela, en la que através de este acontecimiento, conoceremos las miserias de Tirso, cartera que sólo les traera desgracias. Una sociedad muy gris, unos personajes muy bien carectirazados, con lenguaje llano y directo, genialmente descrito, merecidisimo premio planeta este de manuel ferrand, y novela recomendada para los amantes de la literatura de altos vuelos.

alguién voló sobre el nido del cuco

año 1975. 133 minutos, director: milos forman. película de culto. ganadora de 5 oscars, basada en la novela de ken kersey. Reparto: jack nicholson, louise fletcher, william redfield, will sampson, brad dourif, christopher lloyd, danny de vito, sidney lassik,
argumento: Randle McMurphy (Jack Nicholson), un violador de espíritu libre, que vive contracorriente, es recluido en un hospital psiquiátrico. La inflexible disciplina del centro acentúa su contagiosa tendencia al desorden, que acabará desencadenando una guerra entre los pacientes y el personal de la clínica con la fría y severa enfermera Ratched (Louise Fletcher) a la cabeza. La suerte de cada paciente del pabellón está en juego

 Si te consideras amante del cine, tienes más de veinte años y aun no has visto "Alguien voló sobre el nido del cuco" te recomiendo que hagas lo siguiente por la cuenta que te trae:

-Primero pásate por el confesionario para que te perdonen la insensatez de haberla ignorado tantos años con tan poca verguenza.

-Luego vete echando leches a alquilarla al lugar más próximo y una vez la tengas dirígete a tu casa con la que posiblemente sea la mejor película de todo el puto videoclub.

-Una vez en tu casa, prepárate una ración de palomitas o cualquier otro aperitivo, mete el disco en el dvd y disponte a deleitar una obra maestra de las que ya se han extinguido y de las que ya no queda ni la cuarta parte de su talento en el cine.

Más allá del contenido:

La angustia tan profunda y claustrofóbica del panorama psiquiátrico que nos ofrece Forman supera la percepción de lo superficial, algo tan hermosamente abstracto que no todo el mundo consigue ver en un simple visionado, transmitido por medio de un guión tan correcto como eficientemente ejecutado por unas interpretaciones magistrales. Cualquiera de los secundarios de esta película supera con creces a la mayoría de los que ahora nominan a los oscars. A Nicholson abría que dedicarle un capítulo aparte de unos veinte a treinta folios si quisiéramos ser medianamente justos y proporcionales con su meritorio papel, pero decreto que no es necesario dado que es tan redondo que incluso sin prestarle gran atención te percatas de que es soberbio. Todo ello impide lo inevitable, que te salga un brutal drama inachacable por los cuatro costados y que tu intelecto deje un hueco en el cerebro a esta maravilla que no da oportunidades a imperfecciones globales.

Si a falta de cinco minutos para el final aun no estas seguro de si te encuentras ante un peliculón o ante una obra maestra en dos o tres minutos descartas que es un peliculón. Personalmente repetí el jodido y extraordinario final tantas veces que casi pulverizo el dvd, y eso que no me va mucho eso de ver compulsivamente una misma película pero las excepciones son excepciones y como tales se ilimitan hasta el infinito
 La historia es zarandeadora y agita el alma. En una clínica para gente con desequilibrios mentales —¿Y quién no tiene desequilibrios mentales?—, tenemos por un lado al Orden con su enfermera jefe en el papel de creerse la equilibrada por excelencia, como le suele ocurrir a la mayoría de los profesionales titulados de la "salud" y la bata blanca (excelente la interpretación de Loise Fletcher, hasta tal punto, que provoca auténtica tirria) y por el otro al Desorden, un recién llegado, hombre extravertido, que representa al soplo de aire refrescante que levanta los visillos y vuela todas las cosas ordenadas en la casa, ése es Murphy (Jack Nicholson, en el rol que le catapultó a ser uno de los grandes actores de nuestro tiempo).

Y como es obvio, el ORDEN FUNDAMENTALITA AUTORITARIO choca con el DESORDEN LIBERTARIO CUESTIONADOR: nada más llegar Murphy se convierte en el enemigo número uno de la "suave víbora" o enfermera jefe Ratched. Con este comentario de Murphy hacia Ratched, con los pacientes internos de por medio, comienzan las hostilidades entre ambos: «Parecen Udes. mujercitas en torno a las faldas de la abuelita.»

Milos Forman, nos enseña que la Srta. Ratched es el modelo de lo correto reprimido y reprimidor, de lo mortecino científicamente aceptado; y Murphy el modelo de lo contestatario, vivo, la sal gorda y natural (pero curativa) sobre la herida infectada; éste revoluciona a los supuestos enfermos mentales allí residiendo, llevándoselos sin pedir permiso de excursión a la Naturaleza exterior, metiéndoles putas dentro de la clínica (mujeres que al menos les traen libertad, jolgorio, satisfacción y alegría; al contrario de la rígida enfermera de falsa sonrisa, que sólo les da insatisfacción, psicofármacos o frustraciones). Además viendo la "mala leche" que tiene la citada mujer profesional, se puede aprender que las mujeres cuando detentan puestos de poder (esto está ya más que demostrado) no son ni mejores ni peores que los hombres, son exactamente iguales, es decir son igual de inhumanas, soberbias y repelentes como lo puedan ser los más engreídos varones.

También, en el film aparece el terrorífico método médico del electroshock, terapéutica vengantiva del ORDEN y sus funcionarios a sueldo (de los endiosados de la bata blanca) contra la gente extravertida, rebelde, contestataria, inconforme o que no suele ser convencional. ¡Y OJO!, esta película al mostrar ese método torturador de la medicina fundamentalista cientifista, hizo que mucha gente quedara horrorizada: después de su estreno aumentó el rechazo a la práctica médica de los electroshocks en EE.UU. y descendió drásticamente su utilización.

En resumen, sobre ese "nido del cuco" o de la desolación —porque en el nido que se supone que debía cuidarse a los débiles polluelos lo que se impone es un "cuco-enfermera" que va acabando con ellos uno a uno—, llega volando alguien que trae la alegría, la naturalidad y el desorden vivificante de la existencia.
Para los que nos parece la década de los setenta la mejor de toda la historia del cine –aunque también la más descompensada- y eso que el western estaba de luto, “Alguien voló sobre el nido del cuco” supone una de las joyas de ese periodo y una película inolvidable como lo son también de la misma época “El espíritu de la colmena”, “El cazador”, “La naranja mecánica”, “Taxi driver”, “Apocalypse Now”,” Primera plana”, “La cruz de hierro”, ”Toro salvaje”, “Dersu Uzala”, “El golpe”, “Barry Lyndon”, “Los Padrinos”...y tantas más que ahora no menciono.

Pero esta además tiene algo particular, ya que es un drama diferente que además de conmover, invita a la reflexión y si fuera poco incita a la rebeldía, actitud más necesaria en nuestros días que nunca.
A pesar de los cinco Oscar (merecidos como casi nunca) son dos las bazas esenciales de la cinta. Una de ellas es la dirección de Milos Forman que recién llegado de Checoslovaquia demostró que se puede hacer un gran cine con pocos medios y que se puede combinar el drama y la comedia con tal destreza que se pase de la carcajada a la angustia en un solo plano. Una lástima que la filmografía de Milos Forman sea tan corta en películas porque suele ofrecer mucho más en sus obras que sus contemporáneos.

Y por supuesto Jack Nicholson que hace uno de los papeles de su vida. Es una lástima pensar que ya no hay nadie que le pueda sustituir y que tenga sus registros, cuando se vaya nos quedaremos sin un actor que ha sido y es inimitable a todas luces y que aporta un sello personal que será recordado por los tiempos venideros.

“Alguien voló sobre el nido del cuco” es la historia de un hombre polémico que el sistema pretende acallar. Y sus polémicas no son por ideales o por reivindicaciones en realidad, no, lo hace por llevar la contraria contra los que mandan y eso le hace aún más grande. Es uno de esos tipos que son “Contreras” por naturaleza, que la propia naturaleza crea de vez en cuando para recordar a los que tienen la sartén por el mango y dicen lo que está bien o está mal que siempre hay alguien que protestará y despertará a otros de su apatía.

El personaje de Randle McMurphy parece cada día más un ser literario y cinematográfico. No se ven ni se encuentran en ningún sitio ya ese tipo de personas. Todos hacen la pelota a su jefe, todos pretenden ganar más y vivir mejor, todos desean formar parte de alguna trinchera y nadie se enfrenta al poder directamente a no ser que estén respaldados por otro poder más pequeño. En definitiva no hay ya suicidas como Randle McMurphy, porque lo esencial es saber que por ser así se paga un precio muy alto y la gente tiene demasiada autoestima a su pellejo como para ser una mosca cojonera de verdad.

Todo el mundo necesita saber donde está su sitio. A veces uno lo encuentra sólo, y en ocasiones necesita ayuda. Pero no siempre se encuentra donde uno creía que estaba. Además no existe peor enfermedad que el miedo; al fracaso, a la familia, al futuro o a la sociedad.
Me parece que los integrantes de ésta historia necesitan saber cual es el lugar donde deben estar y también quieren que los guien por una vida que les da pánico.
"Mac" es el soplo de aire fresco que cambia el rumbo de las cosas, que saca al resto de la monotonía y a la vez intenta cambiar el orden establecido. Por contra el resto de internos, hacen que él se sienta por primera vez en su vida verdaderamente imprescindible.
Las actuaciones en ésta cinta son impresionantes y te hacen creerte totalmente la historia, que consigue hacerte reflexionar y que a la vez produce emociones en ti, tales como el odio, la alegría, la tristeza o la ira. Pero más allá de las actuaciones existe en esta película una infinidad de pequeños detalles que hacen de ella una obra imprescindible.
 En las dos películas que colocaron a Milos Forman en el pódium de los gigantes, “Alguien voló sobre el nido del cuco” y “Amadeus”, salen como tema recurrente manicomios, en lenguaje eufemístico conocidos como sanatorios mentales o psiquiátricos. Centros sanitarios (o celdas del infierno) de sordidez, de la vergüenza o la impotencia de los “cuerdos” que no hallan otra alternativa que encerrar a los que están demasiado averiados para poder valerse por sí mismos y/o para convivir con normalidad.
Como jamás se ha sabido apenas nada de las enfermedades mentales y de los entresijos del cerebro, se han seguido modas nefastas en el tratamiento y la terapia de los males que llegan a ser tan inabordables e imprecisos como lo puede ser el espíritu.
Los enajenados mentales o locos en tiempos eran tratados como errores de Dios, apestados que iban a parar a aquellos agujeros deprimentes que no animaban en absoluto a la mejoría ni a la curación. Porque uno de los grandes problemas, que se continúan arrastrando hoy día, es el de tratar la perturbación como una infección contagiosa y pretender catalogarla y encasillarla en una etiqueta, como si fuese lo mismo que el sarampión. Leí una clasificación que encuadraba a los pacientes según su grado, y en algunas de aquellas categorías ponía “imbécil” e “idiota”. Se suponía que era un estudio muy científico y serio. Al ver aquello, desarrollé una fuerte prevención contra la evolución de la ciencia psiquiátrica, por lo menos hasta bien avanzado el siglo veinte. Esa falta de rigor científico, o más bien la manía por dar un barniz cuadriculado a una ciencia inexacta, también fue uno de los motivos por los que corrientes como el psicoanálisis me ponen en guardia.
Pero todos esos que se las daban de eminencias en el estudio de la psique casi siempre olvidaban lo más obvio, lo más esencial: que los objetos de su investigación eran seres humanos con sentimientos, seres únicos e inclasificables. Y en cuanto a estar enfermos, no se sabe quién lo está más o quién lo está menos, porque muchos de los que no han pisado un manicomio no se comportan con más coherencia que los que están allí dentro.
Otro de los grandes escollos es que la sociedad nunca ha sabido qué hacer con los sujetos que se salen de sus cánones. Sobre todo las comunidades puritanas y represivas han tendido a considerarlos como leprosos de espíritu para los que el remedio más eficaz era medicarlos con drogas capaces de tumbar a un elefante y con ello someter sus impulsos y voluntades, imponerles una severa disciplina monótona y rutinaria carente de piedad y afecto sincero, y no tolerar la menor singularidad personal ni considerar que la cordura no es hegemonía de los que están fuera. Tratarlos como a ganado marcado al rojo, sin tratar de llegar a su interior, equiparándolos a vegetales incapacitados para razonar o incluso sentir.
 Nicholson es McMurphy. McMurphy es un delincuente, un caprichoso, un vividor. Pero también es alegre, gracioso, vital, libre, campechano, fascinante (¿como es posible que un personaje de tan dudosa calaña logre seducir de una forma agradable? Pues con una interpretación de Jack Nicholson, claro está). El díscolo McMurphy es llevado al manicomio. McMurphy toma contacto con sus perturbados compañeros...pero el díscolo de McMurphy no ve en ellos a gente loca, ve a gente reprimida y manipulada por una disciplina tan inhibidora como infeliz. Así que McMurphy da una lección a los pacientes del manicomio... y no de cordura precisamente sino una lección de juerga y desenfreno.

Había escuchado muchas cosas buenas de esta película. Sin embargo mi pesimismo natural me hacía pensar que el protagonista sería un anárquico exhasperante e histriónico, y la famosa malvada enfermera una tópica frigida... ¡que alegría comprobar lo equivocada que estaba!. McMurphy es de dudosa calaña, sí, y sin embargo es totalmente atrayente y encantador gracias al carisma natural de Nicholson que ofrece un fascinante personaje con grandes ganas de disfrutar la vida sin ningún tipo de sujeción preconcebida. La enfermera afortunadamente no está limitada a una maldad unidimensional, y logra hacerse temible sin dejar de ser interesante y sin llegar a descubrirse descaradamente en su maldad.

Reconozco que más de la mitad del mérito está en esas 320 maravillosas páginas de Kesey, una novela con una trama cautivante y unos personajes jugosos. Forman parece consciente del buen material del que parte y de que no es necesario mucho artificio accesorio. El film es austero (lo que no quiere decir que su puesta en escena sea inverosimil, sino todo lo contrario: resulta totalmente auténtica), cosa que resulta un acierto y que ayuda a observar unas escenas e interpretaciones grandiosas (los actores están perfectos, a la altura del perfilado guión respecto a sus personajes). El guión es una maravilla, su progreso de lo más taimado, su puesta en escena totalmente atrapante (se puede apreciar una gran coordinación en los movimientos de los actores y los cortes entre planos en las secuencias más deliciosamente enmarañadas. Se puede apreciar un gran uso de los planos cerrados alargados en el tiempo que generan la intriga que pretenden (sobre todo los protagonizados por Nicholson)). Esta gran película ofrece momentos inolvidables, momentos divertidísimos (no lloré, pero sí reí de lo lindo. Inesperadamente me encontré con más buena comedia que buen drama), pero sobre todo lo que logra es (irónicamente) un conjunto equilibrado. Y es que la lucha entre caos y silencios, entre intensos momentos de divertida anarquia Vs. momentos de agobiante opresión logran un equilibrio perfecto, haciendo una obra tan absorbente que casi resulta imposible despegar los ojos de la pantalla o no prestarla atención.
Las obras de arte excelentes tienen la virtud de que cuantas más veces las revisas, mayor es el placer porque siempre te aportan nuevas ideas para el comentario y el debate. Esta vez me ha llamado la atención la genial interpretación de la enfermera Ratched, pues la actriz Louise Fletcher ganadora del Oscar en 1975, encarna a la perfección ese tipo de persona represora y autoritaria que disfruta molestando y hostigando a las personas que tiene bajo su mando con la excusa de mantener el orden y disciplina.

Y yo me pregunto: ¿es absolutamente necesario para qué las cosas funcionen este tipo de lider? ¿es débil la persona autoritaria? ¿El respeto se obtiene a través del miedo al castigo? A nadie le gusta reconocerse como la enfermera Ratched y todos nos identificamos y nos encanta McMurphy ( de hecho yo pienso que Jack Nicholson en la mayoria de sus peliculas siempre hace de McMurphy) pero, ¿es esto cierto? Si partimos de la premisa que los metodos de la enfermera, aceptados voluntariamente por la mayoria de los pacientes, no son los correctos ¿como se debería entonces organizar el manicomio?

profundidad del campo

En la profundidad del campo intervienen tres factores: La abertura del diafragma, la distancia del motivo y la distancia focal del objetivo.

Profundidad del campo: La profundidad de campo es el rango de distancia en el cual los objetos en una foto se ven nítidos.

La profundidad del campo, siempre aumenta cerrando el diafragma. Según algunos manuales de fotografía, se precisa que, con una abertura media del diafragma (normalmente de 8 y 11 en las cámaras analógicas), se obtienen las fotos más nítidas. Esto no quiere decir que esta regla pueda aplicarse a los objetivos más pequeños de las cámaras digitales.

Otra regla teniendo en cuenta la profundidad del campo, antes de realizar una fotografía, deberá centrarse donde se indica la zona de nitidez del sujeto.

La profundidad de campo varía con el tamaño de la abertura del lente, la distancia entre la cámara y el sujeto y la distancia focal del lente. La profundidad de campo es mayor a medida que:

1- El tamaño de la abertura del lente decrece.
2- La distancia al sujeto aumenta.
3- La distancia focal del lente decrece.

En algunas tomas necesitaremos la máxima profundidad de campo posible.

viernes, 24 de febrero de 2012

nikon d5100

La reflex digital Nikon D5100 dará rienda suelta a tu creatividad.

Esta cámara incluye un sensor CMOS de 16,2 megapíxeles para una precisión extrema. La D5100 viene con los objetivos AF-S VR DX 18-55 mm , estabilizado ópticamente, resulta eficaz en todas las circunstancias.

Su gran pantalla giratoria de 3 pulgadas es una ventana abierta hacia múltiples posibilidades. Gracias al modo HDR, la D5100 fotografía ofrece imágenes ultra detalladas y con contornos contrastados.Su autofocus de 11 colimadores con 1 en cruz garantiza una estabilidad perfecta y un enfoque optimizado.
La precisión de la D5100 de Nikon también está en el doble sistema anti polvo con limpieza del sensor y control del flujo de aire.

La reflex D5100 incluye un modo video, graba secuencias Full HD hasta 30 imágenes por segundo para mirarlas en el televisor HD via la conexión HDMI.

¡Descubre las muchas cualidades de la D5100 de Nikon y observa el mundo bajo otro ángulo de visión!

Idiomas del menú interno: Inglés, francés, alemán, holandés, italiano, español, sueco, chino (simplificado y tradicional), japonés, coreano.

cómo hacer fotografías en condiciones extremas

El reconocido fotógrafo y realizador de vídeos en el ártico, Scott Gilmour, nos ofrece una serie de consejos prácticos para hacer buenas fotografías en condiciones de frío extremo.
Tu equipo puede sufrir especialmente con los cambios de humedad en estos ambientes tan secos y fríos. No es igual la temperatura en el exterior, que por ejemplo dentro de la tienda de campaña. También se producen ligeros cambios cuando se atrapa el aire con la tapa del objetivo o se exhala sobre la propia cámara. Si en algún momento la cámara se ve afectada por la humedad, no dejes bajo ningún concepto que se congele, tienes que dejar que se seque.
Por todo ello cuando vayas a pasar de un ambiente frío a otro más cálido, has lo siguiente:
- Quita las baterías y la tarjeta de memoria de la cámara
- Pon la cámara dentro de un recipiente sellado y hermético, previo al cambio de temperatura
- Deja que el aire frío atrapado dentro del recipiente con la cámara se aclimate a la temperatura cálida. Esto puede durar algunas horas
El camino contrario, del ambiente cálido al frío, no presenta mayores problemas.
Si el equipo está demasiado frío, la cámara no se encenderá. Intenta mantener caliente las pilas y la propia cámara. Puedes hacerte con calentadores de mano y fundas sintéticas o de plumas de ganso, que pueden ayudarte. Con las baterías sólo será necesario meterlas en un bolsillo.
Muchos materiales con los que estamos acostumbrados a trabajar en condiciones normales, no funcionan aquí. Existen tarjetas de memoria capaces de aguantar temperaturas extremas, como la SDHC Clase 10 de PNY, que ha sido probada con éxito a -25ºC.
A estos lugares se hace necesario llevar siempre repuestos. Las baterías por ejemplo operan sólo a la mitad de su capacidad. También los cables de conexión pueden acabar congelándose.
Y por supuesto ten cuidado de ti mismo, si tienes que exponer alguna parte de tu cuerpo, hazlo lo más rápido posible, o te enfrentarás a posibles congelaciones.

sonido digital

El sonido digital es toda aquella señal sonora, normalmente analógica, que se reproduce, guarda y edita en términos numéricos discretos. La señal analógica se codifica a través del sistema binario.

En el sistema binario cualquier valor puede ser representado en términos de 1 y 0. Todas las vibraciones producidas por el aire son transformadas en señales eléctricas y éstas en combinaciones de 1 y 0. Esta codificación se produce utilizando un convertidor de señal conocido como sampler.
 Los primeros soportes de grabación de audio digital se crearon a principios de los años 80. Los sintetizadores y samplers digitales aparecieron también en estas fechas.

El soporte digital más importante ha sido el compact disc o CD, creado conjuntamente por Philips y Sony. En los CDs estándar se pueden almacenar hasta 700 mb de datos y se reproducen a través de un lector óptico. El declive de este soporte comenzó con la aparición de los mp3.
 Las ventajas del audio digital frente al analógico son numerosas:

1.- Los sonidos grabados en un soporte digital no pierden calidad con el paso del tiempo ni por el uso (los soportes como los CDs, en cambio, sí son delicados y se deterioran con facilidad).

2.- La calidad de este tipo de sonido es mucho mayor que la calidad del audio analógico (aunque, sobre esto, hay opiniones).
 La manipulación y edición del sonido digitalizado es más sencilla y ofrece muchas más posibilidades.

4.- El almacenamiento de archivos de audio digitales puede ser infinito mientras que en el sonido analógico está limitado por el espacio.

5.- Por último, las copias del mismo archivo pueden hacerse tantas veces como se quiera sin perjudicar al original
 La creación musical es uno de los campos que más fuertemente se ha beneficiado de la llegada de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).  Éstas, nos proporcionan recursos que hasta hace muy poco eran patrimonio exclusivo de los grandes estudios y las compañías discográficas. Su conocimiento puede ser muy útil para la labor del docente en el área de música

imágenes vectoriales

Clasificar las imágenes es una tarea que puede realizarse basándose en múltiples criterios, en el caso que nos ocupa nos interesa exclusivamente la forma en que esta imagen se encuentra descrita en el ordenador.
En base a esta premisa, podemos distinguir dos grandes grupos de imágenes digitalizadas: aquellas que están descritas en base a fórmulas matemáticas que definen su relleno y contorno, llamdas vectoriales y las que se encuentran descompuestas en píxeles, es decir, pequeños cuadraditos de color que, al observarse todos en conjunto proporcionan la representación total de la imagen.Éstas se denominan imágenes en mapa de bits.
La naturaleza y características particulares de cada uno de estos dos tipos son profundamente diferentes y están concebidas para destinos totalmente distintos, por eso es muy importante conocerlas y comprender la esencia de cada una de ellas para poder utilizarlas adecuadamente.
Tenemos que aclarar que, cuando observamos una imagen en la pantalla del ordenador, ésta siempre se nos representa en mapa de bits independientemente del tipo de imagen que se trate, pues el monitor muestra todos los contenidos mediante píxeles, sin embargo, las diferencias resultarán decisivas cuando recuperemos la imagen en cualquier otro medio de reproducción.
 Las imágenes vectoriales se componen de contornos y rellenos definidos matemáticamente (vectorialmente) mediante precisas ecuaciones que describen perfectamente cada ilustración. Esto posibilita que sean escalables sin merma alguna de su calidad cuando quieren reproducirse en un dispositivo de salida adecuado. Esta característica adquiere espcial relevancia en ilustraciones que contienen zonas con contornos curvados.
 imagen vectorial con relleno
Imagen vectorial con relleno y contorno perfectamente definidos.
Este tipo de imágenes son adecuadas para ilustraciones que contienen zonas bien definidas con rellenos homgéneos de color y se utilizan, siempre que sea posible, dadas sus altas prestaciones a la hora de su reproducción.
Imaginemos por ejemplo el logotipo de una conocida marca de prendas deportivas.

apocalypse now

año de dirección: 1979. duración: 153 minutos. director: francis ford coppola. bélica. reparto: marlon brando, martin sheen, robert duvall, laurence fishburne, frederick forrest.
arguemtno:El Capitán Willard es un oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense al que se le ha encomendado en Camboya la peligrosa misión de eliminar a Kurtz, un coronel renegado que se ha vuelto loco. En el corazón de la selva, en un campamento sembrado de cabezas cortadas y cadáveres putrefactos, la enorme y enigmática figura de Kurtz reina como un buda despótico sobre los miembros de la tribu Montagnard, que le adoran como a un dios.


 Dos reflexiones por delante: 1) es, sin duda alguna, una de las obras más difíciles, complejas, arriesgadas e importantes que haya hecho el cine desde los 70; 2) es también, sin duda alguna, la más importante y determinante película en la carrera de Coppola, y no hablo de si es la mejor (ahí está la intocable perfección de las dos primeras partes de "El padrino"), sino que solo por la implicación personal y casi lunática del director en el proyecto (dos años de rodaje en Filipinas en condiciones terribles, los problemas de producción y económicos...) merece tal mención. "Apocalypse now" vale por toda una carrera dadas sus tremendas coordenadas.
Inspirado por la novela de Joseph Conrad, "El corazón de las tinieblas", Coppola y Milius idearon el denso, tremendo y soberbio guión de la película, trasladando lo que en el libro era la atracción de un marinero hacia el hombre que debe asesinar, a la guerra del Vietnam. A partir de aquí nos sumergimos en una insuperable atmósfera, recorrida por un aliento místico/filosófico que la hacen aún más ser una obra única.
La película tiene un arranque arrebatador, enigmático, del todo fascinante y maravilloso: la imagen superpuesta del sufrido y pensativo rostro de Sheen con el zumbido adormecedor y a la vez pesadillesco de los helicópteros (jamás en una película se han empleado tan bien los helicópteros) que acaba en una explosión de fuego en la selva.
Coppola plantea la guerra de dos seres humanos contra sí mismos y su interior, algo mucho más dañino, inolvidable y obsesionante que matar a uno o doscientos charlies. Esa subida por el río es la más clara bajada a los infiernos.
Obra llena de memorables secuencias (el inicio, todo lo relevante al sonido de los helicópteros, la alucinante batalla dónde se usa napalm con el atípico capitán Duvall al mando, con dos soldados surfeando mientras caen las bombas a su lado y un cámara de televisión lo rueda todo "in situ", la música de Wagner, la llegada a la guarida de Kurtz...) hace que junto a su irrechazable, maravillosa y alucinante atmósfera sea un espectáculo grandioso, operístico, que transmite además una magistral sensación de irrealidad dentro de tan real y plausible pesadilla. Pese a ser una película indiscutiblemente bélica tiene tal complejidad que es tanto un thriller atípico como un drama filosófico/psicológico y, por supuesto, una obra maestra del cine de terror, pues es la exposición más impresionante que en muchos años se haya hecho de eso que podríamos llamar horror - los últimos 30 minutos me superan -.
Obra maestra, pues, hasta lo indecible, dotada de una fotografía alucinante y sublime de Storaro y una música de Carmine Coppola y el propio director que se solapan y armonizan con el resto de manera fabulosa, es, debo decirlo, una obra de arte escalofriante, sobrecogedora, maravillosa, quizás perfecta. Amo esta película.
 “Apocalypse Now” dejó de ser una película perfecta después de la expansión de “Redux”, porque nos guste o no, ahora ya hay que considerar siempre a esta película con esa versión y hay que reconocer que se hace un poco larga en algunos momentos y que el nuevo añadido aunque magnifica el conjunto también la convierte en un film con partes más débiles que pude dar argumentos a los más críticos.

Aún así estamos ante una de las películas más míticas de la reciente historia del cine (bueno ya no tan reciente) y es que no hay muchos directores en la historia del cine que tengan una década tan inmaculada como la tiene Francis Ford Coppola en los años setenta, “El Padrino I y II”, “La conversación” y esta “Apocalypse Now” demuestra que cuando uno está inspirado les salen obras redondas una tras otra.

Con un guión del ultraderechista John Milius, no del todo bien entendido por algunos aficionados al cine, que se quedan en la parte del horror de la guerra, cuando lo decisivo es entender que lo necesario para ganar una guerra es la ausencia de prejuicios y moral, tal y como pregona Kurtz, personaje que se contempla con verdadera admiración ya que se le presenta como el mejor de quinta y promoción. Es por lo tanto un mensaje donde se critica a la opinión pública americana y medios de comunicación de no saber estar con su Ejército a la hora de ganar la guerra de Vietnam. El anticolonialismo no está tan marcado como en la novela sin lugar a dudas, incluso en la parte de los colonos franceses se les justifica y se comprende ya que llevan allí mucho tiempo y en realidad en su hogar y medio de vida en un sitio donde antes no había nada.

No es por tanto en ningún caso una película antimilitarista y mucho menos pacifistas como he tenido la ocasión de leer por aquí, es más lo realmente soberbio es que tiene un contenido filomasónico muy grande, en el sentido del simbolismo continuo que expresa cada plano de la película de Coppola.

También hay que tener en cuenta que partir como inspiración de un libro de Joseph Conrad, uno de los mejores escritores europeos de todos los tiempos, es partir ya con un gol de ventaja antes de que arranque el partido.

Hay además películas que ya en sí su rodaje son otra película en sí misma y “Apocalypse Now” es uno de los casos más evidentes de la historia del cine como demuestra esa magnífica película documental titulada “Hearts of Darkness: A Filmmaker's Apocalypse” donde disfrutarán como niños a los que les gusta esta película.

No puedo olvidarme de mencionar el impecable trabajo de un actor irregular y poco aprovechado como Martin Sheen que sin embargo nos quedará para siempre esta magnífica interpretación del Capitán Willard, como otras caso de “Malas tierras” o “Wall Street” donde Sheen raya a gran altura.

Extraordinario también el papel de Robert Duvall y no tanto un Marlon Brando haciendo de sí mismo, poco mérito tiene ( ojo, es tan grande, que sólo hace de sí mismo), y un Dennis Hopper que como siempre se excede en sus registros.
 Ya desde el inicio se nos indica por dónde van a discurrir los cauces de esta película. Esa habitación de ventiladores que recuerdan helicópteros y napalm, de botellas vacías y olor a alcohol, de espejos rotos y manos ensangrentadas. Ese cuartel militar con asfixiantes primeros planos, de sudor en la frente, y con la voz de Kurtz de fondo. No se me ocurre mejor pistoletazo de salida para entrar en el alucinado universo que nos propone Coppola.

Poco a poco, de forma incesante, la película va adquiriendo volumen. Se confirma esa pulsión malsana apuntada en el arranque, apretándola hasta el estallido final. El descenso en picado al corazón del horror. Lográndolo Coppola sin apenas mostrarlo. No lo necesita para transmitirlo de forma absoluta.

El horror en sí no le interesa. Sangre y vísceras aparecen bastante menos de lo acostumbrado en una película bélica, pues Coppola sabe que la violencia es efímera. Lo que perdura son las cicatrices que deja tras de sí. Para explorarlas, se nos ofrece siempre el punto de vista de Willard, se nos prestan sus ojos. Por ello compartimos la evolución alucinada del personaje, y nos metemos hasta el tuétano en la atmósfera de la película.

Contribuyendo a esta fascinante atmósfera está la situación de la guerra de Vietnam, pero en absoluto es lo primordial. Por eso la versión Redux me parece que añade más lastre que otra cosa, con la escena de los franceses sobre todo. Con ella parece que se quiere aportar una visión política del conflicto, que la película aporte al contexto, cuando es el contexto el que debe aportar a la película (con los Rolling, con the Doors, con las drogas). Así se resta a la universalidad que se gana a pulso durante el resto del metraje.

Y es que buena parte de esta universalidad ya estaba en "El corazón de las tinieblas" de Conrad. Aquí demuestra una vez más Coppola lo privilegiado de sus neuronas al adaptar la novela, despedazándola, despreciando la trama para quedarse con lo primordial: su esencia. Al pulirla y darle forma es cuando aparece "Apocalypse Now". No es el resultado de la narrativa. Es Wagner a todo volumen ambientando un ataque de helicópteros. Es el olor a napalm por la mañana. Es la locura de un fuego cruzado alumbrado por bengalas. Es la sobrecogedora evocación de un Brando desatado, por medio de la palabra, del horror de brazos seccionados. Es eso y más.
 Para mí, la mejor película “bélica” que haya visto. Y es que esté film reúne todo lo necesario para sorprendernos y dejarnos impactados de todo el horror que genera la guerra.
Uno llega a la conclusión de que el infierno del Dante, es un jardín de niños, comparado con el miedo que devora el alma del hombre cuando su único fin es el exterminio de su propia especie y su dios es un ídolo entre tinieblas en lo mas profundo de la selva.
En 1979 cuando vi por primera vez esta película, no la entendí, como que era mucho para mi poco evolucionado cerebro. Pero años mas tarde pude apreciar en toda su magnitud esta obra de arte, y si me atrevo a llamarla así; verán porque:

1-Esta basada en una gran novela de Joseph Conrad
2-Esta dirigida magistralmente por Coppola
3-Grande actores en esta película
4-Coronada por grandes temas musicales de “The Doors” y “Rolling Stones”
5-Una gran fotografía por supuesto
6-Un desenlace escalofriante
7-Profundamente psicológica
8-Éxtasis provocado por imágenes brutales, despiadadas, descarnadas.
9-La película muestra, como alguien dijo: “El lado oscuro del corazón humano”
10-Extremadamente sensible, espiritualmente subyugadora.
 No es un film sobre la guerra de Vietnam, otro de los tantos que se empezaban a cocer tras "The Deer Hunter" o "Coming Home" estrenadas un año antes y que ya entrados en los ochenta el conflicto se ensalsaría de patriotismos chucknorrianos y stallonianos hasta la llegada de "Platoon" y "Full Metal Jacket".
La pieza de Coppola queda muy al margen de reseñar el conflicto en si y nos adentra directamente en las tinieblas de la obsesión humana para alcanzar lo mítico y divino, muy propio en la táctica psicológica de la guerra.
La selva camboyana como el mismo infierno creado y reducido por el hombre con su deseo irrefrenable de alcanzar a ser un semidiós usando sus instintos primitivos de poder, són las conclusiones a las que llega un desconcertado y cada vez más enloquecido Willard dispuesto a arrebatar el mando de Kurtz con las mismas reglas a las que ambos se les ha impuesto el ejército de su país invasor. Ya no hay lucha entre ejércitos por sus propios intereses políticos, solo hay jungla, desolación, locura y muerte.
Hay que añadir el elenco de seres supremos en "Apocalypse Now"; el ejército aéreo capitaneado por Kilgore (excelente vis cómica de Robert Duvall, de ademán autodestructivo y enseñoreado por los aromas matutinos del napalm); la misma intervención militar (pero sin caer en la denuncia sobre sus consecuencias); el colonialismo apagado y arrebatado (tema añadido, y según mi punto de vista, enriquecido en la versión ampliada de 2002); Willard, el oficial atormentado (Martin Sheen substituyó a Harvey Keitel) por cumplir una misión de la que él puede decidir por méritos de orgullo coronarse rey de los nativos después de ejercer sus funciones de verdugo. Y Kurtz, el coronel desertor que ha creado su ejército de nativos (Robert Redford, que tuvo la posibilidad de hacer de Willard, Steve McQueen y Jack Nicholson eran candidatos al personaje).
He aquí los paralelismos entre Willard y Kurtz; la línea divisoria entre ambos se estrecha cada vez más hasta llegar al final del río, en plena Camboya donde el otro "infierno ruidoso", el de los fusiles, los helicópteros y las playas minadas con surfistas suicidas, queda ya muy lejos y se reemplaza al infierno del silencio y el miedo, del horror dónde el mismo hombre puede destruir el paraíso que ha creado a golpe de machete mandando una clave por radio. La propia destrucción hecha cenizas. Muy propio de las guerras y del poder.
De visión obligada. Wagner dijo una vez: "Si el público no ha enloquecido mi obra habrá fracasado". En nuestros días las Walkirias siguen cabalgando con fuerza.
 La película nos mete de lleno en el horror de la guerra, mostrando las atrocidades cometidas por el ejército norteamericano en Vietnam. Pero se centra sobre todo en enseñar el desgaste psicológico que sufrían los soldados inmersos en una guerra sin sentido: la locura que se apoderaba de ellos, la paranoia, e incluso la pérdida de su propia identidad (reflejada sobre todo en el Coronel Kurtz, que rompe radicalmente con todo su pasado, y en el Capitán Willard, que afirma que sería incapaz de readaptarse a la vida "normal" después de todo lo que ha visto en la guerra).
A todo ello se le unen unas magníficas interpretaciones de Martin Sheen como el Capitán Willard (papel que en un principio iba a ser para Harvey Keitel), Robert Duvall (genial haciendo de Coronel "surfista") y Marlon Brando (el Coronel Kurtz), que no aparece hasta casi el final, pero clava su personaje, un tipo que está al borde de la locura.
Hay que destacar también la gran fotografía, con paisajes preciosos, y llena de bellos contrastes. Son muchos los momentos memorables de la película: la gran aparición de Kurtz (con un buen juego de luces y sombras que le dan un aire majestuoso), los helicópteros volando al son de "La cabalgata de las Valkirias" de Wagner, o los soldados haciendo surf con bombas estallando a poca distancia de su posición (en un momento de auténtico delirio).
Estamos por lo tanto ante una de las mejores películas antibelicistas de la historia del cine, y la más personal del director, que pese a los contratiempos del rodaje y la prohibición de exhibirla en los cines de EEUU, consiguió dejar patente su denuncia de las guerras y su opinión del abuso de poder norteamericano.
 Octavo largometraje de Francis F. Coppola, es una de las películas más relevantes de los años 70. Escriben el guión John Milius y F. F. Coppola. Se inspira libremente en la novela “Heart of Darkness” (1902), de Joseph Conrad; en el poema “The Waste Land” (“La tierra baldía”) (1922), de T. S. Eliot; en el mito de "La rama dorada" (1890), de James George Frazer; y en la Odisea (Homero). Se rueda en escenarios naturales de Filipinas, República Dominicana y California (Napa Valley), con una inversión de 35 M dólares. Nominado a 8 Oscar, gana 2 (fotografía y sonido) y la Palma de oro (Cannes). Producido por F. F. Coppola para Zoetrope/UA, se proyecta por primera vez en público el 10-V-1979 (Festival Cannes).

La acción dramática tiene lugar en Vietnam y Camboya, en 1969. El capitán norteamericano Benjamín L. Willard (Shenn) recibe órdenes de ascender por el río Nang hasta el refugio del coronel Walter E. Kurtz (Brando), al que ha de matar. Willard es un joven oficial de los servicios de inteligencia del ejército norteamericano, al que la guerra le afecta sobremanera (pesadillas, insomnio, crisis de angustia...). A medida que avanza el relato va adquiriendo mayor conciencia del horror de la contienda. Kurtz, coronel laureado del ejército norteamericano, antiguo "boina verde", megalómano, ha enloquecido por la crueldad de la guerra, se ha refugiado en un templo, ejerce como dictador de la tribu de los Montagnard, que le adoran como a un dios. Cuenta con un ejército formado por nativos camboyanos, vietnamitas del Sur y soldados americanos desertores.

El film suma acción, aventuras, drama, horror y guerra. La película se articula en torno al viaje de la patrullera del capitán Willard y cuatro acompañantes (Jefe, Chef, Lance y Limpio) por el río Nang en busca del refugio de Kurtz. Como viaje es una metáfora del abandono de la civilización, un descenso al reino de las tinieblas, una alegoría de los horrores de la guerra, una exploración de la locura y la crueldad humanas, una odisea bélica que se mueve en dos vertientes: la guerra y la reflexión interior de Willard en busca de la propia identidad y del sentido de la vida. Las referencias realistas de la obra se van diluyendo gradualmente a medida que el viaje de Willard avanza, para dar paso a referencias surrealistas y oníricas. El carácter desmesurado y recargado de la obra contribuye a crear una espléndida atmósfera, desoladora y opresiva, uno de los atractivos del film. La obra ejerce un gran impacto sobre los films bélicos posteriores.

La etapa de producción se prolonga durante algo más de 3 años. Coppola comienza a trabajar en la obra en 1976. El rodaje en Filipinas tiene que afrontar numerosas dificultades y contratiempos que implican duplicar el presupuesto, lo que obliga a Coppola a hipotecar sus bienes personales. Desde el estreno, la película suscita el interés del público y alcanza un notable éxito de taquilla y crítica.
  no es una película de guerra propiamente dicha. intenta ahondar en la naturaleza del ser humano, y para ello, nada mejor que un marlon brando, de nuevo pletórico, que nos regala posiblemente de los 15 minutos más famosos del cine. Pero no os equivoqueis no sólo brando se sale, aunque nunca me gustó la familia sheen como actores, duvall está a un gran nível, una gran puesta en escena, sobre todo del poblado, conseguidisimo, y para mí, la mejor banda sonora de todos los tiempos hace el resto. Por una vez, la peli supera al libro. Creo que coppola a sabido captar la profundidad del corazón de las tinieblas de conrad, novela en la que se basó coppola para su apocalíptica obra de arte.