sinopsis: Se publicó por primera vez en 1931, como parte de una revista, y en 1933 se volvió a publicar en San Manuel Bueno, mártir, y tres historias más.
La narradora es una mujer, Ángela Carballino. Su madre es una piadosa
cristiana de fe recia e inamovible. Vive en un pueblecito de la
provincia de Zamora, Valverde de Lucerna, situado al borde de un bello
lago, junto a un macizo de montaña. El escenario queda sugerido por el
maravilloso lago de sanabria en san martín de castañeda, sanabria, al
pie de las ruinas de un convento de Bernardos, y donde vive la leyenda
de una ciudad, Valverde de Lucerna, que yace en el fondo de las aguas
del lago.
opinión personal: De Don Miguel de Unamuno me había leído ya la Tía
Túla, que para mi es su mejor novela. Este es una novela que se lee en
una hora, apenas 100 páginas, pero que nos dejan cosas interesantes. La
tildan de obra maestra, para mi es un poco exajerado, pero es buen
libro, me no me puedo quitar la Tía Tula de la cabeza.
la lectura de la tía Tula, me fascinó, hay encerrado en esas páginas,
una crítica, unas ganas de gritar, una sexualidad oprimida brutal, un
intento por aparentar ser normales..... una mediocridad infinita. Me
parece una absoluta obra maestra más que por lo que dice, por lo que te
deja caer.
Y ese es mi problema con este san manuel bueno, mártir. Que deja caer
cosas, pero las últimas 10 hojas nos lo da todo masticado, y se pierde
por completo la esencia.
Unamuno es el rey de la duda, un personaje que sería capaz de discutir
si está lloviendo o no, tipical spanish, entre sus muchas dudas estuvo
la fé religiosa. Para plasmar sus dudas se crea a dos personajes: San
manuel bueno, un cura de un pueblo, beato, santón.... pero con un "
secreto", y Lázaro ( buen juego de palabras) un ricachón agnóstico, los
dos están en un pueblo pequeño..... ¿ duelo? pues no, atracción mutua
por ser dos personalidades tan dispares, pero a la vez con el mismo
problema en común, sólo que dos formas diferentes de enfocarlo.
Por una parte Unamuno, quiere hacer una radiografia de la España
anterior a la república ( el libro fué acabado de escribir en el 30, en
Salamanca) es una España beata, santurrona, ignorante, mediocre,
miedosa..... que necesita creer, cómo dice miguel Bueno, es tal su
ignorancia, que las palabras no les sirven de nada, sólo quedan los
actos. Necesitan tener la ilusión de creer en algo..... la puta miseria.
Pero El personaje de Lázaro simboliza esa España nueva, los aires
revolucionarios. Los españoles no presta atención a los echos, quieren
palabras nuevas, están hartos de las promesas de salvación eterna, de
sufrir en la tierra, quieren vivir, quieren luchar contra el que le
oprime, nace la socialización, nacen las izquierdas ( Unamuno tuvo una
época socialista)
entre el cura y el agnóstico nace una relación especial. El cura le
bautiza aunque no crea, porque quiere hacerle creer a los del pueblo,
que Lázaro se a convertido, para que tengan algo de que hablar, esa
ilusión...... y a su vez, Miguel bueno, que al morirse sigue un proceso
de beatificación, le confiesa que no cree en la vida eterna, ni quiere
creer, que lo único que quiere es dormir eternamente, ser polvo, una
forma muy simbólica de suicidio.
Cómo siempre no va a haber ni ganadores ni perdedores, simplemente es
una novela en la que Unamuno, con un estilo muy simple sin adornos, nos
expone sus dudas, valiéndose de narradora a la hermana de Lázaro, que de
paso nos hace una oda a la naturaleza, muy típica de la literatura
hispana y germana y un retrato muy por encima del pueblo. La reflexión
de Unamuno, es que la vida es corta, y sin sentido ninguno, que lo mejor
es creer en algo, por creer, por mantener una ilusión, que sómos
débiles. Debate interesante, buena novela.
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