sinopsis: En este libro, Vázquez-Figueroa narra sus vivencias de adolescencia y
juventud en el ex Sáhara español, adonde tuvo que trasladarse su familia
por motivos políticos al estallar la Guerra Civil española en 1936.
opinión personal: Esta es la primera novela que escribió en su vida Alberto Vázquez Figueroa, a los 16 años. El valor literario es bien escaso, ahora bien cómo curiosidad, y para saber lo que nos esperaría en próximas novelas suyas, si que me parece interesante. El libro está dividido en dos partes, la primera narra los recuerdos borrosos de un niño en el Sahara Occidental, concretamente cabo juby. Recuerdo un pasaje en el que su tío está a punto de perecer ahogado, en el que cazan a un gato que asustaba a las gallina, los cuentos de los mayores y un tercero dónde la mente del niño queda fascinada por un edificio abandonado que antes había sido una prisión.
En esta primera parte nos vamos a encontrar cómo recuerdos inconexos, que suenan algo aburridos, pero que se aguantan porque el marco es exótico. En la segunda parte nos vamos a encontrar las aventuras, aventuras sueltas e inconexas cómo si fuera un cómic por entregas, en esta segunda parte se nota el amor que Figueroa tiene por las obras de Julio Verne, porque está segunda parte nos va a recordar mucho a Verne.
A punto de morir en el desierto a causa de la sed, en busca de una avioneta estrellada, detrás de una carabana que trasnporta armas.... están bien narradas, el problema es que son aventuras inconexas y siempre mezcladas con la labor didáctica del autor, que nos cuenta muchos detalles de la flora y fauna del sahara.
Me hubiera gustado más por ejemplo que el autor, pues nos contase porque fué a vivir allí al sahara occidental, cómo era el ambiente allí, la presión de Marruecos y de España, etc. Pero simplemente es la visión de un niño, recuerdos borrosos mezclados con un toque de fantasía.
en cuanto a los personajes, pues destaca más que la figura del niño, Mulay, que es el guía que vive aventuras con el niño, valiente, aclimatado al desierto, inteligente, y Manolo Lorca que es el tío del niño y el que se mete en todos los fregados habidos y por haber.
Hace poco Figueroa declaró que escribió mucha mierda a lo largo de su vida, y tiene toda la razón, precisamente los que sómos admiradores de su obra, valoramos al autor por su sinceridad con el lector siempre. Obviamente en una tan basta y prolifica obra cómo la de Alberto, hay mucha mierda, y esta novela no tiene gran valor. Pero apesar de que Figueroa tiene novelas muy malas, tiene algo especial, y es que siempre entretiene, y eso es gracias a su estilo agil y a que suele siempre tocar temas de actualidad. Lo más interesante de esta novela, es el marco: sahara occidental, aunque el autor solo nos va a ofrecer pinceladas de su flora y fauna, pero nada de política, ni de cómo es la sociedad, y lo otro interesante es que sirve de molde para sus posteriores obras.
opinión personal: Esta es la primera novela que escribió en su vida Alberto Vázquez Figueroa, a los 16 años. El valor literario es bien escaso, ahora bien cómo curiosidad, y para saber lo que nos esperaría en próximas novelas suyas, si que me parece interesante. El libro está dividido en dos partes, la primera narra los recuerdos borrosos de un niño en el Sahara Occidental, concretamente cabo juby. Recuerdo un pasaje en el que su tío está a punto de perecer ahogado, en el que cazan a un gato que asustaba a las gallina, los cuentos de los mayores y un tercero dónde la mente del niño queda fascinada por un edificio abandonado que antes había sido una prisión.
En esta primera parte nos vamos a encontrar cómo recuerdos inconexos, que suenan algo aburridos, pero que se aguantan porque el marco es exótico. En la segunda parte nos vamos a encontrar las aventuras, aventuras sueltas e inconexas cómo si fuera un cómic por entregas, en esta segunda parte se nota el amor que Figueroa tiene por las obras de Julio Verne, porque está segunda parte nos va a recordar mucho a Verne.
A punto de morir en el desierto a causa de la sed, en busca de una avioneta estrellada, detrás de una carabana que trasnporta armas.... están bien narradas, el problema es que son aventuras inconexas y siempre mezcladas con la labor didáctica del autor, que nos cuenta muchos detalles de la flora y fauna del sahara.
Me hubiera gustado más por ejemplo que el autor, pues nos contase porque fué a vivir allí al sahara occidental, cómo era el ambiente allí, la presión de Marruecos y de España, etc. Pero simplemente es la visión de un niño, recuerdos borrosos mezclados con un toque de fantasía.
en cuanto a los personajes, pues destaca más que la figura del niño, Mulay, que es el guía que vive aventuras con el niño, valiente, aclimatado al desierto, inteligente, y Manolo Lorca que es el tío del niño y el que se mete en todos los fregados habidos y por haber.
Hace poco Figueroa declaró que escribió mucha mierda a lo largo de su vida, y tiene toda la razón, precisamente los que sómos admiradores de su obra, valoramos al autor por su sinceridad con el lector siempre. Obviamente en una tan basta y prolifica obra cómo la de Alberto, hay mucha mierda, y esta novela no tiene gran valor. Pero apesar de que Figueroa tiene novelas muy malas, tiene algo especial, y es que siempre entretiene, y eso es gracias a su estilo agil y a que suele siempre tocar temas de actualidad. Lo más interesante de esta novela, es el marco: sahara occidental, aunque el autor solo nos va a ofrecer pinceladas de su flora y fauna, pero nada de política, ni de cómo es la sociedad, y lo otro interesante es que sirve de molde para sus posteriores obras.
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