Durante los siglos XV y XVI las máquinas creadas para el trazado de prespectivas, retratos y dibujo en general se multiplican, es la conquista de la tercera dimensión.
El ojo humano humano capta la realidad en perspectiva cónica, semejante a como lo hace una cámara fotográfica, dos rectas paralelas deberían de cumplir siempre la condición de no encontrarse, la realidad perceptiva es que dos rectas paralelas se juntan en un punto de la linea del horizonte que se situa a la altura del ojo humano. Quien si no Leonardo da Vinci, da el paso para comprender esta antítesis construyendo su ventana.
situar todos los contornos con exactitud y con toda facilidad trasladarlos al soporte (papel, madera...), poniendo igual división de cuadros en dicho soporte.
Coetáneo de Leonardo, fue Leon Battista Alberti. Conocido por la utilización del velo, una ventana con una cuadricula de hilos gruesos en un tejido de gasa, le servía para buscar puntos de referencia espacial y llevarlos al papel mediante un cuadrícula a escala que se correspondía con la rejilla, el velo reducía la escala del natural al dibujo.
Ninguno de estos artilugios menoscaba la habilidad de estos artistas, todo lo contrario, no sólo se preocupaban de la técnica buscaban el máximo acercamiento a la realidad, y es sorprendente como se rompían la cabeza para conseguirlo, es lo que tiene el Renacimiento.
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