sinopsis: En pleno siglo XIX la Inquisición celebra su último proceso contra un
hereje. Cayetano Ripoll, un maestro pobre y profundamente creyente, es
la víctima elegida por los ultracatólicos. Valencia, el escenario en el
que transcurre esta representación de la barbarie en nombre de Dios.
Detrás de todos ellos, la secreta y fanática sociedad el Ángel
Exterminador se prepara para el año de la Profecía. Alfred Bosch novela
la historia real del último condenado del Santo Oficio, la historia de
un hombre honesto que pagó por sus creencias.
Opinión Personal: Una buena novela. Mezcla realidad y ficción. La
realidad es que existió el maestro Cayetano Ripoll, fué la última
víctima de la inquisición, también existió el protagonista de esta
novela que nos cuenta la historia en primera persona, el padre Lorenzo,
que acusó de herejía al maestro Ripoll, y después se arrepintió y lo
trató de salvar por todos los medios.
A su vez, existió la secta del ángel exterminador, pero en otra época, y
el escritor lo mezcla en esta, el resto es todo fruto de su
imaginación. Una historia situada en Valencia en pleno siglo XIX,
después de la guerra con los franceses.
A caballo entre una sociedad con mentalidad feudal y que le da la
espalda a los avances de la técnica, cómo es el descubrimiento del
tranvía. Muy sútil el autor al utilizar al maestro Ripoll, interesado en
estos avances tecnológicos, que nos habla sobre estos hallazgos, sirve
de contrapunto a una sociedad española a la deriva y primitiva.
El padre Ripoll es acusado de herejía por el padre Lorenzo ante la secta
del ángel exterminador. Es el maestro de la escuela de Rufaza, su
pecado decir que no necesita ir a la iglesia para sentir la presencia de
Dios, en una palabra que no acepta el poder de Roma.
La secta lo condenará y lo mandará a la hoguera. A medida que va
transcurriendo la historia, el padre Lorenzo va desenmascarando lo que
se oculta detrás de esa secta, y va entablando amistad con Ripoll, a
medida que va transcurriendo las hojas tenemos un Judas/ Jesucristo en
toda regla, los remordimientos del traidor y el perdón del condenado.
Los personajes están muy bien hilvanados y tienen un importante
desarrollo psicológico. Por el medio hay un misterio que resolver, el
enigma que plantea la secta para saber quién es el jefe y que es lo que
pretenden, utilizan la ciudad de Valencia cómo un tablero de ajedrez,
quizás es la parte menos interesante de toda la novela.
Tenemos aparte de un misterio, acción. El padre Lorenzo con ayuda de un
librero intelectual republicano y el dandi de su hijo tratarán primero
de lograr la fuga del maestro de Rufaza y más tarde de provocar una
revuelta en pleno proceso jurídico para favorecer su huída.
Estos dos elementos: la acción y el enigma centran gran parte de la
novela, pero para mi son secundarios, quizás por la fuerza que tienen
los dos personajes centrales, no necesitamos nada más. El padre Lorenzo,
no es un cura al uso. Tuvo amoríos con la cartagenera, y un hijo al que
le costará sudor y lágrimas reconocer. Primero siente desprecio por el
padre Ripoll, después sentirá admiración y un profundo respeto ante la
entereza del maestro. Es la sintesis perfecta, el condenado a muerte en
realidad es el padre Lorenzo, muerte en vida, los remordimientos atroces
que padece acabarán casi con el, e intentará por todos los medios de
liberarlo. En cambio el padre Ripoll más que un ser humano en esta
novela está trazado cómo un símbolo. Representa la cordura, un hombre
avanzado a sus tiempos, y que decide dedicar su vida a los demás, quizás
porque también conoció la debilidad y tiene a su vez un terrible
secreto que le amarga la existencia, razón por la que entiende al padre
Lorenzo. Muy buena novela.
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