“Bed Jumping”. Así se llama esta práctica fotográfica.
Su propio nombre lo indica: personas que se dedican a saltar encima de
un colchón, dándole riendas sueltas a su creatividad e imaginación. En
poco tiempo el
Bed Jumping se convirtió en una moda que
causó (y sigue causando) furor entre no sólo “frikis” sino toda persona
deseosa de experimentar sensaciones de libertad, diversión y desestrés.
Saltar encima de una cama nunca había sido tan creativo, artístico y
divertido como con esta práctica.
-
- Sitúa la cámara desde una perspectiva
que ayude a darle magnificencia a la foto. Perspectivas desde la
esquina, o desde muy abajo ayudarán a que el protagonista de la foto
parezca más elevado de lo que está en realidad.
- Las primeras fotos te saldrán
horrorosas e incorrectas. Necesitarás hacer unas cuantas fotos, verlas
en la pantalla de la cámara para poder decidir en qué te has equivocado,
y a continuación volver a dar unos cuantos saltos. Notarás que al
quinto o noveno salto la foto ya va saliendo más lograda.
- Si quieres transmitir la sensación de levitación procura que tus piernas no estén en posición vertical.
- Una vez le hayas pillado el truco y te
hayas sincronizado correctamente con el disparo de la cámara, podrás
empezar a introducir elementos accesorios como un periódico, un teléfono
fijo, un cepillo de dientes… Cosas que sugieran cotidianidad y
normalidad en la foto.
- La ropa juega un papel importante en
transmitir esa sensación de “fantasía”. Escoge ropa que vaya a causar un
gran impacto en la foto final.
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