Comenzó fotografiando en blanco y negro cuando tenía 18 años y, una
vez vista su obra terminada, deseaba siempre volver atrás para cambiar
algo: contraste, luminosidad, encuadre, etc. Siempre pasaba un mal rato
cuando terminaba una de sus obras.
Aparte de realmente es un placer el ver el resultado inmediatamente, el gusto de Damon por la polaroid
es consecuencia de que cuando la fotografía está terminada no se puede
agregar, ni quitar ni cambiar nada. Esta técnica le fuerza a pensar de
una manera distinta: o le no gusta el resultado y tira, o le gusta y
aprende a aceptarlo tal como es.
xavier damon, fotográfo americano, completamente obsesionado con el color. A mi personalmente, no me transmite nada.
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