domingo, 22 de mayo de 2016

la conspiración del silencio

2014 Alemania 122 minutos. Drama. Director: Giullo Ricarielli. Guión: Elisabeth Bartel, Giulio Ricciarelli. música: Sebastián Pille. fotografia: Roman Asin. Productora: Beta Film. Reparto:alexander fehling, andre szymanski, friederike betch, johannes krish, hansi jochmann, johann von buelow, robert hunger buehler, lukas miko, gert voss.
Sinopsis: Un joven y ambicioso fiscal descubre cómo importantes instituciones alemanas y algunos miembros del gobierno están involucrados en una conspiración cuyo fin es encubrir los crímenes de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial


 A veces se nos olvida que las cosas no han sido siempre como las conocemos hoy. Que ha habido gustos, conveniencias, concesiones, limitaciones o miedos que han condicionado el decurso de los acontecimientos y han marcado el cómo vemos, asimilamos, recordamos y recontamos el pasado. Ahora nos parece un tópico, un lugar común o incluso un terreno demasiado trillado y fatigoso el de la persecución, acoso, internamiento y masacre de los judíos durante la II Guerra Mundial por el maniaco delirante de Adolf Hitler, que creía que el culmen de todos los males, el origen de toda las desgracias, el catalizador de todos los infortunios radicaba en lo que él veía como ‘pueblo judío’ y que acabó convirtiendo en el ‘problema judío’.


Pero la memoria es lo más endeble, manipulable y antojadizo que hay, siempre sujeta a modas, a utilidad política o social o a simple vagancia edulcorada. Se tardó muchos años en comprender, asimilar y asumir lo que significó el aciago holocausto judío, tanto por la población mundial como por el propio pueblo alemán, que tan concienzuda como sañudamente había colaborado (o al menos no había impedido) que sus semejantes fueran asesinados por el simple hecho de anularles como seres humanos, por centrarse sólo en una particularidad genealógica (entre tantas posible) para negarles primero su nacionalidad, luego su dignidad y su patrimonio, hasta acabar con sus vidas. Lo fatal es que costó mucho que los alemanes asumieran su responsabilidad en semejante atrocidad, en semejante despropósito (los austriacos aún no han realizado un acto de contrición semejante). Y por ello hace mucho bien que nos recuerden que la memoria hay que labrarla y forjarla, aún a riesgo de convertirse en un mero tópico devaluado.

Vaya por delante el loable intento de esta película de mostrar (ahora que se cumple el 75 aniversario de Auschwitz) el tenaz y titánico esfuerzo que supuso que Alemania misma abriera aquellas heridas cerradas en falso para permitir que cicatrizaran de forma sana, provechosa y fructífera. Sólo desde la conciencia de que la inhumanidad no hay forma de justificarla ni excusarla, se consigue avanzar y permite responsabilizarse del pasado, labrar un presente digno que nos permita ganar un futuro saludable.


La pena es que esta película sea demasiado simple, demasiado plana, llena de buenos propósitos pero escasos logros. Se deja ver con indulgencia y entretiene, pero se queda muy corta y casi trivializa lo que fue una de las grandes vergüenzas del siglo XX. Bienvenida sea, pero supone casi una oportunidad perdida.
https://www.youtube.com/watch?v=I4sYpRbeTAM
trailer

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