enfoque:
Si el encuadre te ha dado algún quebradero de cabeza, el enfoque te va a sacar de quicio completamente.
Y es que es relativamente normal que la cámara presente ciertos problemas a la hora de enfocar, con el consiguiente resultado de que no salga enfocado lo que tu quieras, o simplemente todo aparezca desenfocado en la foto.
Mucha gente hace fotos y fotos con la esperanza de que alguna sea salvable. Pero hay una serie de medidas que puedes aplicar para ahorrarte este método tan tedioso de prueba y error.
cerrar el diafragma:
La clave de un buen retrato es centrar la atención en el punto de mayor interés (normalmente los ojos). Esto se consigue con diafragmas abiertos, o lo que es lo mismo, profundidades de campo pequeñas.
Cerrando el diafragma asegurarás que la parte enfocada en la fotografía sea mayor, con lo que aumentas la probabilidad de salir enfocado todo tú, pero perderás el poder compositivo que te otorga la profundidad de campo.
enfocar el objetivo:
Sitúa en la posición donde vayas a estar tú después un objeto que te permita enfocar la cámara para bloquear a continuación el enfoque pasando a enfoque manual
enfoque al revés:
Lo que marca el enfoque es la distancia. Puedes coger la cámara desde el punto donde te vayas a poner tú y enfocar en la dirección donde vaya a estar situado el trípode.
La distancia entre el trípode y la posición donde vayas a estar es la misma que desde donde estés y el trípode. Fija el enfoque de ese modo y sitúa finalmente la cámara en el trípode
metodo de la cuerda
Este mecanismo te permitirá trabajar con aperturas de diafragma grandes. Si quieres ajustar mucho el enfoque, puedes atar una cuerda a la cámara (por ejemplo en la báse del trípode) y tensarla desde la cámara hasta tí.
La cuerda tensa te dará la distancia exacta entre la cámara y tú. Fijate en esa medida y ajusta el enfoque de forma manual con el registro que hayas marcado con la cuerda.
cinta adhesiva:
Si estás posando de pie, puedes hacer una marca en el suelo con cinta adhesiva. De est emodo sabrás donde te tienes que colocar siempre, a la hora de jugar con el enfoque manual de tu cámara.
la luz:
Este es el método que me ha resultado más efectivo sin duda. Para ello necesitarás el disparador remoto.
Con la habitación a oscuras, ayúdate de una pequeña linterna para enfocar la parte del cuerpo que deseas enfocar, como por ejemplo un ojo.
El punto de luz ayudará a la cámara a enfocar, y el enfoque se realizará sobre el punto iluminado. Es un metodo que suele resultar bastante fiable y te permitirá hacer primeros planos o detalles con una precisión inimaginable.
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