Auguste y Louis Lumière son los grandes padres del cine.
Auguste (Besançon, Francia, 1862-Lyón, 1954) y Louis (Besançon, 1864-Bandol, Francia, 1948). Ambos realizaron importantes descubrimientos en el campo de la fotografía. Su padre, Antoine, era un conocido pintor retratista que se había retirado para dedicarse al negocio de la fotografía. Tanto Louis como Auguste continuaron con el negocio familiar.
Louis desarrolló un novedoso método para la preparación de placas fotográficas, que convirtió la empresa familiar en líder europeo del sector. En 1894, Antoine fue invitado a presenciar una demostración del kinetoscopio de Edison. Fascinado por el invento, propuso a sus hijos que buscasen la manera de mejorarlo, ya que se trataba de un aparatoso artilugio, cuyas proyecciones sólo se podían contemplar a través de una ventanilla.
Un año más tarde, Louis había hallado la solución. En 1895 Louis consigue construir en Lyón, el primer aparato cinematográfico. Con él rodó la salida de los obreros de su fábrica, su primera película formó parte del primer programa cinematográfico presentado en público, en París el 28 de diciembre del presente año.
Uno de sus primeros films, La llegada de un tren a la estación de Ciotat, el efecto de una locomotora que parecía salir de la pantalla fue sorprendente.
Mientras Auguste seguía con sus actividades hacia la biología, Louis Lumière siguió innovando en el campo de la imagen con la creación del fotograma, la placa de tricromo para fotografiar en color, la fotografía en relieve y el cine estereoscopio.
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