domingo, 25 de marzo de 2012

espartaco

1960. stanley kubrick. 196 minutos. drama histórico. usa. reparto: kirk douglas, tony curtis, laurence olivier, peter ustinov, jean simmons, charles laughton, jhon gavin, herbert lom, harold. j stone, jhon dall.
argumento: Espartaco era un esclavo tracio que fue vendido como gladiador a Léntulo Batiato. En Italia promovió y dirigió la rebelión de los esclavos (73-71 a. C.) contra la República romana. A medida que recorrían el país, innumerables esclavos se iban sumando a la rebelión. Espartaco intentará llegar con su ejército al sur de Italia para embarcarse con rumbo a sus hogares.
 La mítica película de "Espartaco" fue el gran impulso que tuvo Stanley Kubrick para convertirse en un director reconocido, a pesar de que es su película menos personal ya que no solo se incorporó al rodaje ya comenzada sino que las intervenciones de muchos miembros del equipo la hacen casi un film coral. La película sin embargo no estuvo nominada a mejor película, ni director, ni guión aunque fue más como venganza política de la Liga de actividades antiamericanas por contar con Dalton Trumbo, guionista perteneciente al Partido Comunista. Un buen montaje (a destacar la alternancia entre la arenga a sus respectivas tropas de Espartaco y Olivier), la música de Alex North, uno de los mejores compositores de todos los tiempos, es muy buena aunque quizá se abuse demasiado de ella y anuncie demasiado los contenidos que vienen a continuación.
Los aspectos técnicos son de lo mejor en especial unos vestuarios portentosos, unos decorados tan buenos que parecen reales y un color de los mejores que recuerdo.
El guión está basado en un libro de Howard Fast que empezó el guión pero fue destituido por Dalton Trumbo y este a su vez fue ninguneado en bastantes escenas escritas por un comité ejecutivo e incluso por algunos actores como Ustinov que escribió sus propios diálogos y los de Laughton. Stanley Kubrick nunca se sintió satisfecho de la película, pero más que por el resultado, magnífico por otra parte, por su egocentrismo que le hacía no reconocer el mérito de otros.
La película se convirtió en un nido de víboras y todos acabaron discutiendo con casi todos, Kirk Douglas auténtico valedor de Kubrick acabaron por no hablarse y sus relaciones nunca mejoraron. Al pobre Anthony Mann que empezó el rodaje y dirigió por cierto unas magníficas secuencias con las que arranca la película, por cierto Kubrick quiso suprimirlas cosa que desde luego no le honra ya que siempre su egolatría estaba por encima de la calidad de lo rodado. Por no hablar de las desavenencias entre Olivier-Laughton-Ustinov.
En cuanto al reparto, uno de los mejores de la historia del cine, por ejemplo Peter Ustinov consiguió el Oscar a mejor actor secundario creo sinceramente que el mejor es Laurence Olivier, que hace una interpretación soberbia y compleja mientras que Ustinov tiene más de caricatura, y de hombre malo que se vuelve bueno, algo que vende, Charles Laughton muy apropiado en su papel de senador republicano contrario a las dictaduras. La belleza de Jean Simmoms destaca sobremanera en la película aunque interpretativamente hablando actúa muy a lo británico clásico lo cual no resulta creíble en escenas de una esclava en la antigua Roma. Tony Curtis, un actor muy mal parado por los críticos no destaca en absoluto aunque eso no le quita méritos en papeles posteriores. Y Kirk Douglas a pesar de que no es su mejor interpretación está en muchas escenas estupendo.
 No estamos precisamente ante la obra más personal de Kubrick pero, en cualquier caso, “Spartacus” es un magnífico film a años luz de muchos otros ‘peplum’ al uso. Ese plus de calidad lo despliega Stanley desde aspectos puramente técnicos ( solo ‘grandes’ como él son capaces de rodar escenas íntimas y de acción con igual maestría) hasta aspectos menos tangibles, como su cacareado lenguaje metafórico (atención a las ‘ostras’ y los ‘caracoles’) o esa extraordinaria valija intelectual que cohabita en los diálogos de la peli y que la convierte, si no en la mejor, sí en la superproducción ‘de romanos’ más inteligente de la historia del cine.

De todos es sabido que un reparto de ensueño (Kirk Douglas, Laurence Olivier, Jean Simmons, Peter Ustinov, Charles Laughton, Tony Curtis... la lista continúa), una banda sonora sensacional y una fotografía espléndida no siempre constituyen una garantía de éxito inquebrantable; sin embargo, en esta ocasión, todos esos ingredientes suman esfuerzos y consuman un peliculón como la copa de un pino. No en vano mi particular teoría sobre la ‘pedagogía de la épica’, refrendada inicialmente con la impostergable visión de “Ben Hur”, alcanza con “Spartacus” su máximo apogeo.


Creo que Espartaco fue la cuarta o quinta película que dirigió Stanley Kubrick. Por aquel entonces no debía ser un director consolidado y aun estaba bajo la férrea intransigencia de los productores y Kubrick no podía ser Kubrick, demostrar todo lo que llevaba dentro.

Normalmente esta situación no es en absoluto positiva, pues no permite aflorar el talento del genio, pero en mi opinión, "Espartaco" es la mejor película de Kubrick, me gusta mucho más que otras películas consideradas mas "kubrickianas" como "La naranja mecánica" o "El resplandor". Y el tanto se lo debe anotar Kirk Douglas, el productor ejecutivo, que antes de contratar a Kubrick, puso bajo la dirección a Anthony Mann, al que despidió, además de manejar el los hilos para conseguir esta obra maestra, que pasará a la historia como la mejor película "peplum" de la historia del cine, hasta ahora no superada (he vuelto a verla y, por mucho que me guste "Gladiator", la carga emocional que me produce "Espartaco" es mucho mayor).

La historia de un esclavo que se revela contra el poder de Roma para liberar a los oprimidos es excelente para llevarla a la gran pantalla, y me hace recordar al "Che" (permítanme la comparación), aunque si bien las pretensiones del "Che" eran mucho mas elevadas, pues Espartaco solo quería liberar a los esclavos de Italia y huir de la misma, para tener una vida digna más allá de las fronteras del Imperio Romano, aunque si es cierto que su sacrificio provocó el principio de la caída del sistema esclavista romano, pues a partir de entonces los grandes propietarios prefirieron el colonato al latifundio.

Las interpretaciones son fabulosas, llevadas a cabo por un grupo de actores de los mejores de la historia del cine: Kirk Douglas, Laurence Olivier, Charles Laughton, Peter Ustinov...
La duración del film (unas 3 horas) se compensan con el ritmo de la película, que alterna las escenas en Roma en las que el senado debate que hacer con Espartaco, con las del propio Espartaco arrasando todo lo que encuentra a su paso, hasta finalizar con el trágico final en Apulia.
Además la película alberga una de las mejores escenas de la historia del cine, en las que los fieles seguidores de Espartaco corean la célebre frase "Yo soy Espartaco"... los pelos como escarpias.

En fin, una película emocionante, trepidante y muy humana que en mi opinión está entre las 20 mejores películas de la historia.
 Espartaco" es una de las obras cumbres en la historia del séptimo arte y desde mi personal punto de vista, la mejor película que hizo el maestro Stanley Kubrick durante su brillante trayectoria.
La historia es magnífica y está sabiamente dirigida, mientras que el reparto de actores realizan un trabajo espectacular, encabezado por un Kirk Douglas en estado puro y sublime.
Además los factores técnicos como la banda sonora, la fotografía, los decorados, el vestuario y todo lo que acompaña al argumento, le dan al conjunto un sello de película inolvidable.
Por si fuera poco, el tema es de rabiosa actualidad y es que desgraciadamente, en nuestra sociedad la lucha por la libertad es algo que siempre nos acompaña y que no hemos sabido desterrar con el paso de los años.
Así las cosas, Espartaco lucha con honor por llegar a ser un hombre libre, por alcanzar una mayor dignidad en su vida, una vida en la que él unicamente lleve las riendas. Para conseguir su objetivo, el héroe no dudará ni vacilará, empleando cuantas armas estén puestas a su alcance, en una aventura grandiosa de principio a fin, en toda una epopeya.
Desgraciadamente, la traición se cruzará en su camino, pero para saber el desenlace, mejor que vean la película y acompañen a Espartaco en su arduo camino.
Toda ayuda será bien recibida.
 Superproducción histórica, es el quinto largometraje de Kubrick. Escribe el guión Dalton Trumbo, que se inspira en la novela “Spartacus” (1951), de Howard Fast. Se rueda en escenarios naturales de España (Colmenar Viejo, Alcalá de Henares, Guadalajara, y Navacerrada), California (Valle de la muerte, Hollywood Beach, Janss Conejo Ranch, Hearts Castle) y en platós de Universal Studios (Universal City, CA), con una inversión de 12 M de dólares. Nominado a 6 oscar, gana 4 (actor reparto, dir. artística, fotografía y vestuario). Producido por Kirk Douglas y Edward Lewis para Universal, se proyecta en sesión de preestreno el 6-X-1960 (NYC).

La acción dramática se sitúa entre los años 73 y 71 AC. Espartaco, esclavo tracio de las minas de Libia, es vendido a Léntulo Batiato (Ustinov), titular de la escuela de gladiadores de Cápua. Enamorado de Varinia (Simmons), cuando ésta es vendida al patricio Marco Licinio Craso (Olivier), encabeza una revuelta de esclavos que ansían libertad. Sus mejores amigos son Draba (Strode), gladiador etíope, y Antonino (Curtis), poeta siciliano, esclavo de Craso. Espartaco es valiente, hábil, tiene cualidades de líder y cree que todo el mundo tiene derecho a ser libre. Craso es rico, poderoso, solitario, bisexual y vanidoso. Como líder del partido patricio es senador y general. Cree que la dictadura es el mejor sistema de gobierno de Roma. Cruel y sanguinario, padece desequilibrios emocionales. Sempronio Graco (Laughton), líder del partido republicano, es enemigo de Craso, desconfía de las dictaduras y es inteligente, sutil, manipulador, intrigante, vengativo y pragmático.

El film suma acción, aventuras, biografía, drama e historia (Roma). Se basa en una novela inspirada en hechos y personajes reales, que sitúa en espacios y tiempos que no se corresponden rigurosamente con los históricos. Espartaco nació libre, fue soldado romano y posteriormente fue esclavizado. El promotor y productor de la obra fue Kirk Douglas, que quería resarcirse del hecho de no haber protagonizado “Ben-Hur”. La obra está concebida desde un estricto punto de vista laico, por lo que prescinde de todo tipo de referencias cristianas, abundantes en films similares de la época. Por lo demás, la obra traspira aires liberales, diferentes de los que se derivan de concepciones que inspiran otros trabajos (“La caída del Imperio Romano”).

El guión aporta unos diálogos fluidos y brillantes, una buena definición de caracteres y una evolución razonable de los mismos. La dirección corre a cargo de Anthony Mann durante la primera semana de rodaje, dedicada a escenas en el desierto, que se incorporan a la cinta y aparecen hacia el final. Divergencias de criterio entre Mann y Douglas, debidas al empeño de Mann de dar al personaje de Espartaco más sutilidad y menos contundencia física, dieron lugar a su despido.
 Cualquier cosa menos una película de romanos al uso.

Para empezar es maravilloso ver desfilar desde el mínuto cero a un grande detrás de otro.

Douglas, Jean Simmons, Ustinov, el magnífico Sir Laurence Olivier, Charles Laughton, que está estupendo, su papel me encanta..........,Gavin, Toni Curtis como Antonino

Las escenas de lucha, de la primera parte de la peli, en la escuela de gladadiores de Batiato, son maravillosas.También el resto de escenas bélicas. La del fuego en la batalla....inolvidable

El personaje de Espartaco, su integridad, resistencia, sentido del honor, de la justicia, su fortaleza física y psíquica, la profundidad de sus pensamientos, su grandeza de espíritu, llenan la película y cautiva al espectador.


Su belleza física brutal contrasta con la discreta de Jean Simmons. Su historia de amor queda en segundo plano, como algo anecdótico. Mención aparte la escena en la que se conocen y ella es enviada para satisfacer sus deseos sexuales. En unos segundos retrata toda la crudeza de la esclavitud llevada al límite, como la condición mas vil a la que se puede someter a un ser humano

Sorprenden la profundidad de los diálogos. Son muy buenos.
Las ambigüedad del personaje de Laurence Olivier, sobre todo cuando saliendo del baño le pregunta a un jovencísimo Toni Curtis si le gusta creo que era la carne o los caracoles, una clara alusión sobre su sexualidad.Olivier dice que a él, ambas cosas. La escena está cargada de tensión sexual.

También tiene magníficos guiños de humor. De una ironía total. Cuando le hace esta pregunta, Curtis , al parecer, huye espantado de Laurence Olivier, pues la siguiente escena después de la del baño, es una del joven que ha salido pitando de Roma y del de los caracoles para unirse a Espartaco. Provoca una sonrisa.

Me gusta especialmente como muestra el respeto que infundía Espartaco al resto de personajes. Admirado y querido por sus seguidores, para los que era casi un Dios. Admirado temido y envidiado por sus enemigos.

Encarna todos los valores por los que merece la pena luchar.

Fantásticamente retratada la época. Las intrigas de Roma,veneno incluído, el senado, la lucha por el poder, la lujuria, el desenfreno, el poco aprecio por la vida, las gestas, el valor de los superhombres luchando en mil batallas, el culto a la belleza, el hedonismo, la ambiguedad sexual, la gula, las bacanales, los sestercios...

Es un peliculón. Con todas las letras.
Los actores maravillosos. La composición del personaje de Espartaco me parece sobresaliente.

La música maravillosa.

El personaje de Espartaco es uno de los mas grandes que se han creado, sino el mas

No hay excusas para no verla
 Un reparto portentoso.

El Kirk Douglas, el más machote, un tío al que le puedes apagar una colilla en el hoyuelo de la barbilla sin que pestañee. Quien mejor que él para protagonizar (y producir) una cinta plagada de personajes con más huevos que el caballo de Espartero.

Y además Tony Curtis (el poeta), Lawrence Olivier (el maloso), Peter Ustinov(el hipócrita), Charles Laughton (el trepas) y Jean Simmons (la buenorra). Con semejante plantel ¿Es posible hacer una mala película? Posible sí, pero difícil. Muy difícil.
 Yo vi Espartaco, por primera vez, en un cine-teatro de Vitoria hace cerca de cuarenta años; un sábado, en una sesión doble y continua. Llovía, y sabíamos que no lo dejaría en toda la gris jornada, por lo que pertrechados de refrescos y bocadillos nos sumergimos en la oscuridad de la sala en pleno mediodía (12,30). Por la pantalla, en buena vecindad con romanos y gladiadores, cabalgaban en ese momento, sucios y malcarados vaqueros buscando los confines del desierto de Tabernas. En aquellos días solo nos planteábamos lo de la duración de las películas para elegir, en caso de duda, las más largas; considerando que a igual precio era más atractiva la cantidad que la calidad. Éramos apenas prófugos de la niñez pero un amor imprevisto había invadido ya nuestros corazoncitos: el cine. Precisamente una de nuestras antiguas novias imposibles fue Varinia (Jean Simmons), que prefirió a Espartaco (Kirk Douglas) y, también desde aquel día las túnicas, que resbalaban del cuerpo de las mujeres como peces de manos enjabonadas, pasaron a ser para nosotros un imprescindible fetiche sexual.

No recuerdo aquel spaghetti-wester pero nunca olvidaré las siete horas que anduve entre animosos esclavos, pérfidas legiones, triunfantes traidores, senadores intrigantes, cobardes mercaderes e irreductibles militantes de la libertad. Sé que si el líder tracio se hubiera dirigido en cualquier momento al patio de butacas, hubiera contado al menos con un centenar más de harapientos dispuestos para marchar contra el malvado imperialismo romano y la capital de la República. Quién sabe si alguno de nosotros hubiéramos podido con nuestras propias manos estrangular al ambicioso e insensible Craso (Laurence Olivier), e incluso tocar las sandalias y el corazón de la viuda más valiente y más apreciada de la vetusta Roma.

Hace muchos años que el Teatro Amaya perdió su particular guerra de audiencias y quedó convertido en bloques. La gran pantalla en la que compartimos aventuras pasó a convertirse en centenares de diminutos aparatos de televisión; y los amplios palcos, con olor a púrpura de cortinón, en salitas de estar y en comedores de un solo comensal. Todo ha cambiado salvo el indómito espíritu de Espartaco y la maestría de Stanley Kubrick para conseguir soldarnos a la silla y devolvernos a los años que importan; a aquellos, que como decía García Márquez, nos conocieron felices e indocumentados.
 Bellísima y conmovedora obra del genial director Stanley Kubrick (La naranja mecánica, La chaqueta metálica) en la que todo resulta prácticamente perfecto y su reparto se encarga de engrandecer la cinta, destacando las magníficas actuaciones, además de la obvia de Kirk Douglas, la de Peter Ustinov, quien ganó el Oscar al mejor actor de reparto (la película se llevó otros tres: fotografía, dirección artística y vestuario), la de Laurence Olivier, que consigue revolver las entrañas sólo con una mirada, y la de un sarcástico Charles Laughton, que completa mi interpretación favorita de esta película.

La trama de la película se asienta en los hechos reales de un esclavo tracio, de nombre Espartaco, que dirigió la rebelión más importante contra la antigua república romana en suelo itálico, conocida como la Guerra de los Esclavos, allá por el año 73 a.C.

Hijo y nieto de esclavos, Espartaco (Kirk Douglas) sigue la triste senda de su familia. Es vendido como gladiador a una importante escuela liderada por el entrenador Léntulo Batiato (Peter Ustinov), en la que lidera una revuelta apoyada por todos sus compañeros gladiadores, quienes le siguen después, ciudad a ciudad, liberando a todos los esclavos que encuentran a su paso y formando con ellos un ejército que luchará contra la opresión de Roma.

Sin duda se hace hueco entre las mejores películas de aventuras de la historia convirtiéndose en todo un clásico y deja para el recuerdo la magnífica dirección de Kubrick y una de las mejores interpretaciones de Kirk Douglas, que ya estuvo a las órdenes del realizador citado en Senderos de gloria.
como decía antes increible su reparto en la que quiero destacar varios secundarios:
 impresionante actor charles laughton. cómico, irónico, un auténtico joke.
peter ustinov haciendo de trepa, brillante.
mucho rostro conocido. jhon gavin, el novio de mary crane en psicosis.
jhon ireland, más famoso por sus participaciones en spaguettis y pelis del oeste.
laurence olivier con jane simmons, el celebre actor de rebeca.

el malogrado en su vida y carrera jhon dall, más famoso por su trabajo en la soga de hithcock, dónde encarnaba a la perfección a un psicotico asesino, el mejor papel de su vida.
harold j. stone. actor de reparto de toda la vida, el padre de newman en marcado por el odio, o uno de los policias que detuvo a henry fonda en el clásico de hitchcock falso culpable.
woody strode. keoma, alguién volo sobre el nido del cuco.
y todos bajo la batuta del genial stanley kubrick.
obra maestra.

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