Esta sustancia era el betún de judea que Nicephore mandó traer a Paris. Sirve de base para los barnices protectores contra la moderdura del ácido y lo conocía Niepce por su práctica del grabado. Se le ocurrió utilizarlo leyendo los estudios de Senebier referentes a la acción de la luz sobre varias resinas, precisamente porque en su tratado el ginebrino parecía haberse olvidado del betún de judea. El betún disuelto en petroléom en aceite animal de Dnippel o en aceite de lavanda recubre una superficie en una capa fina. Una vez seca, la solución expuesta a la luz blanquea en vez de ennegrecer y se vuelve insoluble. es decir, que se resolvía así en una sola operación el lobro de la imagen positiva y fijada, aunque por supuesto, invertida. Sin embargo, Niepce abandonó rapidamente el procedimiento al betún que implicaba largas y dificiles
manipulaciones. Para volver a profundizar en el método de paso del negativo al positivo. El betún de Judea no obstante volvería a la palestra en 1850 con las primeras aplicaciones industriales del fotograbado, y fue este procedimiento el que reveló Niepce en el contrato de asociación con daguerre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario