1978 82 minutos. España. Terror. Director: Leon Klimovsky. Guión: Juan
José Porto, Carlos Puerto. música: ángel arteaga. fotografia: Pablo
Ripoll. productora: Laro films s.a Reparto: Agata lys, heinrich
starhemberg, ricardo merino, isabel pisano, antonio mayans, sandra
alberti, irene foster, aparicio rivero, tony garcia jr.
Sinopsis. Un escritor se hospeda en un parador situado en un bosque y regentado
por una mujer marcada por los malos tratos a los que fue sometida por
parte de su marido. De inmediato entabla una buena relación con ella,
ignorando que se trata de una perturbada mental con instintos homicidas.
Esa misma noche, un grupo de jóvenes que también se alojan en el lugar
son asesinados
Tal y como yo lo veo estamos ante una película al más puro estilo Juan
José Porto (guionista y supongo que uno de los principales artífices de
la producción), una casa en la sierra, una señora de buen ver enseñando
carne y a rodar una voluntariosa y paupérrima película de terror (véase
“Morir de miedo 1980” con Mónica Randall y “Regreso del mas allá 1982”
con Ana Obregón), con un toque de “qualite” (o experiencia como ustedes
gusten) a cargo del fiable e injustamente ninguneado, León Klimovsky,
que si bien son indefendibles como buenas películas ante cualquier
mínima objeción por parte de cualquier cinéfilo (sea lo que sea el
significado que cada uno le quiera dar a este pretencioso palabro) para
mi tienen un encanto especial y he acabado por cogerlas cariño.
Cuando leí en la sinopsis “un grupo de jóvenes que también se han
instalado en el lugar son asesinados, comenzando así una serie de
muertes”, no daba crédito, sonaba a superproducción comparadas con las
anteriormente mencionadas y efectivamente lo es, Ágata Lys como la dueña
del parador con evidentes trastornos, Irene Foster como la campista,
Isabel Pisano (la mujer del malogrado Waldo de los Rios), como la
prostituta que acompaña a Ricardo Merino y Sandra Alberti como al mujer
del escritor, conforman el elenco femenino y nos brindan sus
correspondientes desnudos, Heinrich Starhemberg (muy conocido en su casa
a la hora de comer) en el papel del escritor que se aísla del mundanal
ruido para escribir lo que quiera que sea que escriba (creo recordar que
no se le ve con un bolígrafo ni una máquina de escribir en toda la
película). Ricardo Merino como el putero al que se le avería el 131
(motor 1430), Antonio Mayans como el novio de Irene Foster, un chaval y
un tipo con bigote que es el desencadenante del trastorno de Ágata Lys,
el elenco masculino y el Citroën CX del escritor, el Seat 127 de la
mujer del escritor y el land Rover y el 1500 de la Benernerita el
abundante parque móvil, lo dicho toda una superproducción para el bueno
de Juan José Porto (me da que de León Klimovsky hay poco en la
película), la ambientación en su línea, un chalet en Las Navas del
Marqués (Ávila) y la historia todo un lujo, su poquito de “Psicosis”, la
intrigante identidad de la persona a la que no vemos la cara con
querencia al afeitado en seco (se podían haber estirado un poquito más
con el gore de los degüellos) y un final bastante resultón.
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