Mirella Ricciardi es una fotógrafa
(nacida en Kenia) que, con su curiosidad y sed de imágenes insaciables,
atravesó el continente africano a lo largo y a lo ancho, viajando a pie y
en canoas, en autobuses urbanos y en Land Rover, en aviones ligeros, en globos aerostáticos y en camellos y elefantes en busca de imágenes y de aventuras.
Nacida en Kenia, cuando era una colonia británica, de padre italiano y madre francesa, Mirella creció en las orillas del lago Naivasha en un hogar que era a la vez sofisticado y salvaje.
Cuando
comenzó a hacer fotografías en Kenia en 1967, estaba libre del
entrenamiento fotográfico formal. Su mirada fresca, combinada con una
niñez poco convencional, rodeada por un arsenal de animales y de gente
de las tribus en las orillas del lago Naivasha, le dieron la capacidad
de capturar instintivamente los últimos momentos de la vida tribal del
áfrica oriental antes de que desaparecieran.
Con 25 años se casó con el aventurero italiano Lorenzo Ricciardi, que la contrató como fotógrafo en la película que estaba haciendo en la África del Este.
Viajó
a través de Kenia y de Sudán para fotografiar algunas de las tribus más
vírgenes de África, volviendo con una colección única de fotografías
que formaron su primer libro, Vanishing Africa, que fue publicado en 1971 y fue un bestseller internacional, considerado “una obra maestra de la excelencia fotográfica”, que hizo crecer su reputación.
Su
objetivo era fotografiar a las 6 tribus de Kenia cuya forma de vida
tradicional seguía estando aún sin alterar por la marea de la
civilización occidental: Samburu, Maasai, Rendille, Turkana, Bajun y
Gala Boran. Viajando, en un Toyota de segunda mano pasó dos
años, viajando más de 30.000 Kms. y capturando por instinto los ritmos
simples de la vida y de la muerte, la alegría, las ceremonias y la
belleza de esta gente africana.
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