Sus primeras
pinturas religiosas reflejan tanto la imitación de la joyería por la
pintura de Moreau como su propia afición al arte medieval. Su gran
religiosidad se avivó por los contactos con Huysman y con León Bloy,
cuyas apasionadas novelas sobre la vida sórdida de París propiciaron la
serie de las Prostitutas de 1903 a 1907 donde destaca el cuadro Ante el espejo
(1906). Esta serie, aunque cercana, en cuanto a tema y técnica, a la
obra de Tolouse-Lautrec, ha sido vinculada al estilo del grupo de
artistas fauves en torno a Matisse que en 1903 expusieron junto a Rouault en el Salon d'Autome.
La Pasión de Cristo, los jueces corruptos o las prostitutas, reflejan
su catolicismo. En 1903, conoce al escritor católico León Bioy, y bajo
su influencia aborda los temas sociales
a través de sus feroces pinturas de prostitutas, obreros, miserables,
campesinos, familias pobres, jueces, payasos. De 1917 a 1927, graba
ilustraciones para libros. Desde 1940, Rouault se consagra casi
exclusivamente a la pintura religiosa.
Entre sus obras más destacadas se encuentran: Tres Jueces (1913), Cristo burlado por los soldados (1932, Museo de Arte moderno de Nueva York), El viejo rey (1936, Instituto Carnegie de Pittsburgh, Pensilvania) y Cabeza de Payaso (1940-1948, Museo de Bellas Artes de Boston).
Entre sus obras más destacadas se encuentran: Tres Jueces (1913), Cristo burlado por los soldados (1932, Museo de Arte moderno de Nueva York), El viejo rey (1936, Instituto Carnegie de Pittsburgh, Pensilvania) y Cabeza de Payaso (1940-1948, Museo de Bellas Artes de Boston).
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