sinopsis: Pocos días después del atentado a Carrero Blanco, Germán Tello
regresa a Valencia. De nuevo se introduce en el laberinto, con la
policia pisándole los talones.... una intriga desmitificadora de una
época descrita con mucho sentido del humor.
Opinión Personal: Este es la primera novela que me leo de este autor
Valenciano, al parecer en anteriores novelas repite con el personaje
central de esta novela Germán Tello. La novela editada por ronsel
editorial, la catalogan de suspense, policiaca e incluso thriller, nada
más alejado de la realidad.
Esta es una novela, efectivamente cómo dice en el prólogo,
desmifiticadora, espejo de la confusión reinante durante los días que
siguieron al asesinato de Carrero Blanco y sobre todo es el viaje intimo
y personal en la maduración de su personaje central: Germán Tello.
Germán Tello es un adolescente de ideas izquierdistas, confuso aún en
sus ideales.... está en la delgada línea que separa el idealismo de la
acción. El y su amigo Luis, han llevado a cabo una " acción": tirar
unas octavillas al corte inglés del prohibido autor ( de aquella) Rafael
Alberti. Increible acción llevada a cabo contra el regimen franquista (
la novela tiene muchísimo sentido del humor)
Debido a esta acción tan trepidante, Germán y Luís verán fantasmas y
conspiraciones en todas partes, desconfian de la policia que a su vez,
desconfia absolutamente de todos. Y para que pasé un poco la fiebre de
su acto de sabotaje contra el centro comercial se irán a Andorra a pasar
unos días.
Al volver a Valencia, se encontrarán con el atentado contra Carrero
Blanco y los días tan oscuros que le preceden, sin saber a dónde se
dirigia el país. Luís y Germán se encontraran con camaradas que
comparten ideales. En pisos de uno y otro, reuniones de camarillas, que
desconfian que la policia los atrape...suponiendo que la policia se le
diera por perseguir a revolucionarios de café, cómo son los dos
protagonistas.
Germán no sabe que hacer, está entre el idealismo y la acción, a ratos
todo tiene sentido para él y en otros siente que sus amigos están
haciendo el ridiculo. Dos echos harán que Germán madure o se le caiga
una venda de los ojos. A su madre le a dado un ataque cardíaco y aunque
está estable, el susto es considerable, todo pasa ya a segunda fila para
el, la acción, los ideales, vuelve a sentirse niño otra vez. Otro echo
más, hará que se decida. A uno de sus compañeros de tertulia, se le dió
por cruzar la ralla de la protesta hacia la acción, disparó contra un
guardia y encarcelado se suicida.
Germán pasará ya de todo esto, veremos sus reuniones ya de forma
difuminada, cómo si se tratarán de pecadillos de juventud, cómo si fuera
fruto de la inmadurez, quiere sentar la cabeza. En este sentido está
novela, aunque llevada a otra escala, me recuerda a la naranja mecánica.
La naranja mecanica de burguess, simplemente es el retrato de un
adolescente que se hace hombre, y todas las cosas que hacía de joven: la
ultraviolencia, le pasan a parecer chiquilladas. Por cierto, esa es la
conclusión en la novela de Burguess, en cuanto a la película de Kubrick,
le da un sentido completamente diferente, Alex se burla de todos y
sigue disfrutando de la ultraviolencia, echo que cabreo muchísimo a
Burguess.
Así que Miguel Herraéz nos propone un retrato de juventud, no es para
nada una novela policiaca. Lo más resaltable es el gran sentido del
humor que tiene este autor, me eche unas cuantas risas leyéndola, muy
ágil en su escritura, con diálogos ingeniosos, todos llevamos un
adolescente dentro y recordaremos las grandes promesas y conversaciones
que creiamos inmortales de aquella, y ahora en la madurez, nos resultan
sueños vagos irreales y difusos frutos de la inmadurez, aunque volvamos a
rememorarlos una y otra vez con nostalgia, muy buena novela y muy buen
escritor.
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