En fotografía dar la sensación de profundidad en una superficie plana es relativamente fácil. El efecto de esta perspectiva es el resultado de emplear el objetivo adecuado para cada caso concreto. En la vida corriente todo se nos presenta en tres dimensiones: altura, anchura y profundidad. En cambio, la fotografía nos da sólo dos dimensiones: altura y anchura. Cuando una foto parece tener la tercera dimensión, la profundidad, es una ilusión originda por la perspectiva.
Gracias a nuestras experiencias visuales anteriores, la vista reconoce, recuerda, las nociones de altura, anchura y profundidad. Así es cómo puede identificarlas en una superficie plana, donde no existen en absoluto.
Nuestra experiencia visual nos recuerda inmediantamente que el objeto de mayor tamaño es el más próximo y el más pequeño el más alejado.
Resumiendo, es al fotografo pues a quién corresponde obtener los mejores resultados mediante el uso racional de los objetivos de que disponga y de la puesta en práctica de las normas expuestas. Recordemos que el empleo de un teleobjetivo tiende a disminuir sensiblemente el efecto de la perpesctiva.
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