Sinopsis: Trata la historia de un marinero irlandés llamado Oberlus y apodado La Iguana
por su aspecto. Este personaje era despreciado y maltratado por toda la
gente. Cansado de esta realidad, huye a la deshabitada Isla de Hood, en
el archipiélago de las galápagos.
Después de varios años viviendo allí, se considera a sí mismo como el
"Rey de Hood". Secuestra a algunos tripulantes de un barco llegados a
este islote y los somete a sus órdenes, tratándolos como esclavos, como
venganza por cómo lo habían tratado a él durante todo su pasado. Entre
ellas se encuentra Niña Carmen, mujer de la que abusa sexualmente, aunque en cierta manera esa violencia le gustaba a ella...
opinión personal: Es una buena novela. Investigador- Periodista,
Vázquez Figueroa es un escritor de grandes ventas, puede que no esté a
la altura de los grandes escritores, pero vende más que ellos, es el
king, ellroy, Leonard español, el autor que todos leemos en el tren o el
avión. Siempre ví sus novelas cómo fruto de su curiosidad.
De nuevo se vuelve a basar en una historia popular. La de un hombre
deformado y apartado por la sociedad precisamente por sus deformaciones.
No conoció jamás ningún trato hacia el que no fuera despectivo. Y fruto
de recibir tanto odio gratuito, decide vengarse de la sociedad siendo
extremadamente cruel. Vive en la isla de Hood cómo un naufrago, después
de haber sido ballenero. A cada naufrago, o descuidado que acude a su
isla, el lo atrapa y lo convierte en su esclavo, con la loca idea de
declararse rey de las Galapagos.
Hasta aquí la novela es trepidante. Figueroa nos describe la vida en la
Isla, los terribles padecimientos que sufrío La iguana Oberlus en su
infancia y adolescencia. Y cómo se convierte en un ser cruel con los que
caen por casualidad en su isla, muchos de ellos albergan el anhelo de
fugarse y darle muerte, pero la astucia de Oberlus y su poder de
anticiparse es enorme.
La primera parte de la novela me encanta, pero baja muchísimo el listón
cuando aparece en la isla la niña carmen. Figueroa nos cuenta la
historia de Niña Carmen, que tiene un anhelo sexual, que es ser
dominada, ningún hombre cumple con esto, y ella se dedica a destrozar
corazones. Oberlus le dará lo que busca, y se produce con el una
historia de odio- anhelo autodestructivo. Bastante irreal esta historia,
aunque el autor utilice a la chica para obtener un retrato más completo
de la iguana Oberlus.
Entre los defectos que le encuentro a la novela, se encuentra todos los
dialogos entre ella y la iguana, haciendo mella una y otra vez en la
crueldad de la iguana. Se me antoja muy pesado, precisamente porque es
siempre lo mismo una y otra vez, incidir en lo mismo. También se me
antoja imposible esa relación sexual. El final un poco disgustado. La
iguana huye por el mar de los captores que le persiguen, me recuerda
mucho a la travesía por el mar, cruzar todo un oceano sin víveres
practicamente de los Perdomo, la saga familiar que se sacó de la
chistera el señor Alberto. Y es que el que lee mucho a Vázquez Figueroa,
sabe que se repite mucho en todos sus libros, leyendo uno, te recuerda a
un mínimo de 3 novelas suyas, es normal para un escritor tan prolífico
repetirse.
El final es cómo el de tuareg, precipitado pero con cierto encanto,
contundente, sin dobles lecturas, duro incluso, me gusta. Con sus cosas
buenas y malas, es una lectura bastante ágil, una novela de aventuras,
sobre la crueldad humana y la ambición desmedida.
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