Siempre es útil echar un vistazo al sitio en el que se realizará la
ceremonia un par de días antes del gran momento. De esa forma podemos
conocer las dimensiones, el tipo de iluminación (intensidad, temperatura
de color, etc) y los sitios en los que podemos ubicarnos para
fotografiar. Con toda esa información podemos empezar a planear lo que
haremos durante el acto, el equipamiento necesario, etc.
Arribar al lugar con anticipación nos permitirá ubicar nuestras fuentes
de luz, hacer pruebas de iluminación, revisar nuestro equipamiento y
verificar que todo esté funcionando correctamente. Siempre es mejor
poder hacer las cosas con calma para quedarse tranquilo.
Es una excelente idea llevar el doble de baterías de las que pensamos
que vamos a necesitar. Son bastante pequeñas y livianas, así que no
deberían ser un problema. Si vamos a utilizar una cámara y dos flashes
sería una buena idea tener al menos dos baterías para la cámara y 16
pilas recargables para los flashes (asumiendo que cada uno utiliza 4).
Esto lo tuve que aprender de la forma dura, lamentablemente. Mi idea era
poder disparar el evento a f/5.6, ISO 400. Con este fin llevé dos
flashes y los instalé a uno y otro lado del escenario para ser
disparados remotamente desde la cámara. Al comenzar a hacer disparos de
prueba noté que eran mucho menos poderosos de lo que creía. ¿El
resultado? f/4.5 a ISO 800. La próxima vez (si la hay) llevaré tres
Yongnuos (que no se caracterizan por ser muy potentes, para ser
sinceros) en vez de dos.
En la mayor parte de las cosas de la vida la moderación es la clave:
(casi) todos los excesos son malos. A la hora de disparar fotos en un
evento la regla se aplica una vez más. Hay que mantener un sano
equilibrio entre la timidez y la agresividad. No podemos ser muy tímidos
y quedarnos estáticos perdiéndonos todas las fotos, pero tampoco
podemos ser muy agresivos e interponernos en todos lados (molestando a
los que quieren disfrutar del evento).
Excepción a la regla: el chocolate. En ese caso, todos los excesos son buenos.
Si existe la posibilidad de que otra persona te acompañe, aprovéchala.
Tener un segundo tirador usando otra cámara te libera de parte de la
responsabilidad de tener que capturar todos los momentos. Además, si tu
cámara llegara a tener problemas (o si te dieran muchas ganas de ir al
baño, digamos), tendrás a alguien que pueda cubrirte. Si el otro
fotógrafo está en otra posición, tomando imágenes desde otros ángulos,
mucho mejor.
No sólo debemos concentrarnos en ver el bosque, sino también en ver a
cada árbol por separado... Eso es una forma metafórica, trillada y
confusa de decir "trata de estar siempre atento para poder capturar las
pequeñas cosas".
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