Como en todas las áreas de la fotografía, la iluminación juega
también un papel importantísimo en la macrofotografía. No sólo se trata
de aportar la suficiente luz para que el motivo salga bien expuesto,
también tenemos que saber aplicar diferentes focos e intensidades para crear volumen y sacar las texturas de lo que estemos fotografiando, así se trate de un insecto o una piedra.
Tenemos que pensar en iluminar como si estuviésemos trabajando en un estudio pero a pequeña escala y con la particularidad de que normalmente usaremos diafragmas bastante cerrados y/o necesitaremos velocidades de obturación muy cortas, con el inconveniente que esto implica a la hora de iluminar correctamente una escena.
Hay muchas configuraciones y trucos para conseguir la iluminación adecuada en macrofotografía y mi recomendación es que hagáis diferentes pruebas con lo que se os ocurra y os quedéis con lo que mejor resultados dé. Evidentemente hay elementos que son básicos, pero es una disciplina que también deja mucho campo abierto a la improvisación. Vamos a ver unas ideas básicas.
Cuando trabajamos en el campo lo más adecuado es utilizar luz natural. En unas condiciones ideales de trabajo: uso de trípode y disparador, ausencia de viento, modelos inmóviles, no tendríamos ningún problema para iluminar con luz natural y exponer correctamente nuestras tomas, pero esas condiciones ideales raras veces se dan, por lo que nos obligará a combinar varias técnicas y usar algunos trucos en función de las características específicas de cada situación.
Como siempre será nuestra propia experiencia la que nos vaya dirigiendo en uno u otro camino, pero hay
Tenemos que pensar en iluminar como si estuviésemos trabajando en un estudio pero a pequeña escala y con la particularidad de que normalmente usaremos diafragmas bastante cerrados y/o necesitaremos velocidades de obturación muy cortas, con el inconveniente que esto implica a la hora de iluminar correctamente una escena.
Hay muchas configuraciones y trucos para conseguir la iluminación adecuada en macrofotografía y mi recomendación es que hagáis diferentes pruebas con lo que se os ocurra y os quedéis con lo que mejor resultados dé. Evidentemente hay elementos que son básicos, pero es una disciplina que también deja mucho campo abierto a la improvisación. Vamos a ver unas ideas básicas.
Cuando trabajamos en el campo lo más adecuado es utilizar luz natural. En unas condiciones ideales de trabajo: uso de trípode y disparador, ausencia de viento, modelos inmóviles, no tendríamos ningún problema para iluminar con luz natural y exponer correctamente nuestras tomas, pero esas condiciones ideales raras veces se dan, por lo que nos obligará a combinar varias técnicas y usar algunos trucos en función de las características específicas de cada situación.
Como siempre será nuestra propia experiencia la que nos vaya dirigiendo en uno u otro camino, pero hay
- Trabajando a primeras horas de la mañana contaremos con una luz excelente y a esas horas los insectos suelen estar poco activos. Además antes de la salida del sol es poco probable que haya brisa. Luz suave, modelos inmóviles y ausencia de viento nos van a permitir montar el trípode y hacer exposiciones largas sin necesidad de otra luz de ayuda.
- Un flash utilizado como fuente de luz adicional, puede ayudarnos a suavizar sombras y rellenar zonas oscuras, además nos dará un punto de luz extra que nos ayudará a subir la velocidad y cerrar el diafragma.
- Podemos utilizar pequeños reflectores fabricados con cartulinas blancas o de colores claros e incluso aluminizados, para dirigir luces a zonas oscuras. Los sujetaremos al suelo o a las ramas con pinzas pequeñas, palitos o brazos articulados. Siempre teniendo cuidado de no dañar el entorno.
- Si el sol es muy fuerte tendremos muchos problemas de contraluces y brillos fuertes en algunos insectos. Para evitarlo podemos utilizar una pequeña sombrilla de tela translúcida y clara o improvisar un difusor con una simple hoja de papel blanco.
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