es una fotografia de la capital albanesa, Tirana. El actual alcalde a decidido pintar los edificios de colores chillones, para transmitir una imagen desenfada y alegre. Pero la positividad se pierde en las intenciones, en tirana tan pronto ves un edificio colosal al lado de una chabola, como vacas pastando en un descampado al lado de rascacielos, asñi como niños en las calles vendiendote cualquier clase de objetos de contrabando, tráfico de influencias, blanqueo de dinero, mafia, tradiciones familiares, albania es un caos disfrazado. Y esto es lo que más me gusta de la fotografía, no sólo captar la belleza sino también las injusticias.
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