Después de numerosos estudios y cientos de comparaciones el
Museo del Prado ha anunciado que el famoso cuadro de El Coloso no es del
maestro aragonés Francisco de Goya. Este cuadro que se habría pintado
entre 1808 y 1812 es obra de uno de sus discípulos, Asensio Juliá. A
pesar de esta averiguación, que se ha hecho manifiesta debido a la
pobreza de la técnica, la luz y el colorido, el lienzo, como ya anunció
el director del Museo, Miguel Zugaza, permanecerá junto a las obras de
Goya.
El cuadro entró a formar parte de la colección del Museo del Prado en
1931 procedente del legado de pedro durán . Su atribución documentada
data de 1946 cuando francisco cantón publicó el inventario de la
testamentaría de Josefa Bayeu —la mujer de Goya—, fallecida en 1812 En
ese inventario se describe un cuadro de «Un gigante» que se corresponde
con las medidas de El coloso, identificado con una X (Xavier Goya) y el número 18.Después debió pasar a manos de pinedo y bizarrón, marques de perales, fallecido en 1833 y bisabuelo de pedro durán que lo recibió en herencia. Aparece documentado en la testamentaría protocolizada en 1877 , correspondiente a la muerte de Francisca de paula de quirós , marquesa de Perales y tolosa , madre de Pedro Fernández Durán. En esa fecha se describe como «Una alegoría profética de las desgracias que ocurrieron en la Guerra de la Independencia, original de Goya y mide 1,15 por 1, su valor mil quinientas pesetas».
Recientemente, las cuestiones suscitadas en relación a la pintura de El coloso y la ausencia de este cuadro en la exposición celebrada en el Museo del Prado (Madrid) titulada «Goya en tiempos de guerra» han puesto de actualidad, entre otras cosas, la estampa del mismo tema, obra también de Francisco de Goya, que sí figuraba en la muestra (núm. 28 del catálogo de dicha exposición). La doctora jesusa vega en su artículo «La técnica artística como método de conocimiento, a propósito de El Coloso de Goya» (Revista Goya n.º 324), establece la relación en la obra de Goya entre la estampa conocida como El gigante, de la que se conserva una segunda prueba de estado en la Biblioteca Nacional de Madrid, y la pintura conocida como El coloso en estos términos: «el gigante, pasó de la lucha / defensa, orgulloso y erguido, a la melancolía, sentado, reflejando el ánimo de muchos españoles, un sentimiento colectivo del que su creador participaba».Si para la pintura se dan las fechas entre 1808 —fecha del comienzo de la guerra de la independencia — y 1812 —fecha en la aparece en el reparto de bienes entre Goya y su hijo Javier—, para la estampa se da una fecha posterior al final de la guerra, en relación con la técnica y los materiales empleados en la estampación de la serie de los desastres de la guerra
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