Sinopsis: Ben Tyler es un vaquero expeditivo que, para cobrarse una
deuda, atraca un banco y acaba en la cárcel. Su amigo Charli Burke
espera a que cumpla condenada para proponerle un negocio: llevar unos
caballos a Cuba y ganarse así unos dólares. Tyler comprende enseguida
que, además de los caballos, llevan también un cargamento de armas para
los insurrectos. Estamos en efecto, en 1898, y el dominio español en la
isla llega a su fin, acosado por los guerrilleros locales y la codicia
apenas disimulada de los norteamericanos y de los propios españoles.
Opinón Personal: Decepcionante al máximo. Me esperaba muchísimo de esta
novela y el chasco fué grande. Una novela que en su tapa te dice que
mezcla novela histórica, Thriller y western... todo esto entrecomillas
cómo voy a exponer a continuación.
¿ Thriller? si, tiene sus mecanismos, pero es que a falta de 100 hojas
ya intuimos el final. ¿ western? yo casi diría que Spaguetti Western, de
nuevo vuelve a tener sus mecanismos y su violencia, es la parte más
interesante de la novela. ¿ Novela histórica? un poco, pero no sabe
aprovecharse de un marco incomparable cómo aquella Cuba de 1898, y acaba
siendo una simple novela de aventuras, la típica caza del ratón y el
gato.
El comienzo es pletórico. Ben Tyler sale del trullo y su colega Charlie
le presenta un plan para rascar unos dólares que a priori no presenta
complicación, pero sí la tiene. Transportan unos caballos para venderle a
un rico millonario afincado en Cuba, Mr. Deveroux. Pero aparte de
caballos transportan armas para los insurrectos cubanos.
Tyler ya se mete en problemas desde que llega a la isla. Lo primero que
hace es batirse en duelo con un soldado español, por faltarle al honor,
Teobaldo, acaba matándolo e ingresa en la cárcel, mientras Charlie Burke
es cosido a balazos, por Talavera, el jefe de la guardia civil española
destinada a la Habana.
En la cárcel, Tyler se hace amigo de un soldado que sobrevivió a la
explosión del Maine, muy por encima nos cuenta lo que le sucedió a ese
barco. Uno piensa que el atentado contra el Maine, va a ser el eje
central de la novela, pero se encuentra con que simplemente ocupa la
primera parte de la novela, y se acaba diluyendo, una pena, porque era
una gran baza.
Fuentes es el criado del señor Deveroux y un insurgente disfrazado de
siervo. Amelia es la amante de Deveroux, la cúal queda fascinada con el
vaquero nada más verlo. Juntos deciden dar un golpe y sacar al vaquero
de la cárcel. El plan es pedirle rescate por Amelia al señor Deveroux, y
que ese dinero vaya dirigido a la guerrilla cubana. Por cierto, este
plan, tiene toda la pinta de ser un guión típico de cualquier Spaguetti
Western, y no necesariamente de los buenos.
Las primeras 100 hojas te mantienen enganchado. La llegada a Cuba, la
presentación de los soldados españoles, la tragedía del Maine, y sobre
todo la buena labor de Leonard, para dotar de personalidad a sus
personajes. Muchos buscavidas, crueles y aprovechados, pero lo que no
consigue en ningún momento Leonard, es dotar de vida a Cuba, no consigue
hacerme creer que están en Cuba.
La novela caé absolutamente en picado, trás la liberación de Tyler de la
cárcel, y empieza el topicazo. Obviamente Amelia y Tyler se enamoran,
pastelazo e historia de amor cliché, que no aporta absolutamente nada.
Las últimas 200 páginas, Cuba pierde toda su esencia, y simplemente es
un cara a cara entre Deveroux, que tiene de parte a los españoles, y
Tyler, que tiene de parte a los guerrilleros cubanos, nada más, contado a
trompicones y con prisas. Incluso hay un episodio dónde Amelia enferma y
tiene que reposar en una leproseria, me recordó muchísimo a Papillón.
En definitiva, una novela que prometía mucho y no cumple con las
expectativas generadas.
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