Estéticamente, la FinePix 6800 es una fuera de serie. Funcionalmente, podemos condensar la filosofía aplicada por Fujifilm en esta cámara en dos conceptos: calidad de imagen y facilidad de uso. Una cámara con un innegable atractivo, capaz de lograr imágenes de 6 megapíxeles por interpolación.
Pequeña, compacta y ligera, la FinePix 6800 es una de aquellas cámaras de bolsillo que fácilmente arrancan un oh de admiración al ser descubiertas ante la audiencia. Recubierta por un resistente cuerpo de aluminio, perpetúa la línea alargada de la FinePix 4700, una cámara de 2 megapíxeles que ya rompió moldes estéticos con su aparición en enero del año 2000.Las formas de ambos modelos tienen denominación de origen: los estudios de diseño de F. A. Porsche, nieto del mítico ingeniero alemán. De reconocido prestigio internacional, esta firma diseña productos de todo tipo –maletas, tostadoras, navajas... y hasta un coche: el flamante Porsche 911. La huella del creador no pasa desapercibida en la FinePix 6800: su nombre aparece grabado en la cobertura de aluminio del objetivo retráctil, que se cierra automáticamente cuando apagamos la cámara.
Con la FinePix 4700, esta cámara comparte también la distribución esencial de botones, concentrados en su parte anterior, con la pantalla TFT de 2 generosas pulgadas. Del mismo modo, dispone del original control de cuatro botones que rodean una pequeña pantalla LCD, en la que aparecen indicados las principales opciones de control de la cámara. Y, como también sucedía con la FinePix 4700, la gran frivolidad –aunque terriblemente atractiva: dicha pantalla aparece iluminada de color rojo cuando la cámara está en el modo de disparo o grabación, y de color verde cuando está en el modo de edición.
6 millones de píxeles
Aunque por sus 3 megapíxeles no lo aparente, la FinePix 6800 es básicamente una cámara automática. No pueden controlarse manualmente los parámetros de abertura y velocidad, ni tampoco dispone de los modos de prioridad a la abertura o a la obturación.
No obstante, la cámara dispone del modo manual, que sí da un notable margen de maniobrabilidad al fotógrafo: ajuste de la exposición; variación del balance de blancos; selección del método de medición (central, matricial o puntual); determinación del modo de flash y su potencia; especificación del nivel de sensibilidad –ISO- del sensor y de la nitidez de la imagen, y –lo más interesante de todo- regulación manual del enfoque.
Respecto al enfoque manual, no se trata tan sólo de una buena prestación, sino que también es necesaria. Nos referimos a las situaciones con poca luz: la FinePix 6800 no dispone de una luz asistente de enfoque, por lo que las imágenes nocturnas pueden salir borrosas si utilizamos el modo automático.
Versátil y completa
Aparte del modo manual, la FinePix 6800 dispone de otro tipo de funciones muy destacables que la convierten en un dispositivo multimedia. En concreto, es capaz de grabar secuencias de vídeo con audio (archivos AVI de hasta 160 segundos), y –su punto fuerte- funcionar como grabadora de sonido.
En efecto, la FinePix puede almacenar hasta 1 hora consecutiva de sonido ambiente. Con la tarjeta SmartMedia incorporada de 16 MB, sin embargo, podremos grabar poco más de media hora de audio. De todos modos, la FinePix 6800 acepta tarjetas SmartMedia de hasta 128 MB.
También es destacable el modo de disparo continuo: hasta 5 imágenes consecutivas, a una velocidad de 2 imágenes por segundo. Por último, la FinePix 6800 dispone también del modo escénico, con 4 tipos de exposiciones preestablecidas: blanco y negro; nocturna (velocidad de obturación mínima de hasta 3 segundos); paisaje y retrato
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