caso peculiar es el del viaje que realizó el hijo del célebre Paul Nadar (1856-1936) a turkestán en 1890. spbre todo porque nunca fué un fotografo afiocionado a los viajes, desde parís llegó a constantinopla en el orient express. del mar negro a bajú pasando por tiflis, alcanzó las orillas del caspio. La línea del transcaspiano le llevaría samarcanda, dónde realizó fotografias, así como de los alrededores. pro carretra prosiguió el reocrrido hasta thaskent, volviendo por bujara y samarcanda. Realizó sus tomas en placas de cristal de formato 30*40. pero se valió también de la novedosa cámara kodak de carrete flexible. La cosecha conssitó en centenares de clichés, que aportan una documentación valiosisima sobre estos territorios remotos, que conjugan retratos de autoridades, monumentos, paisajes y escenas callejeras.
es una de las mayores aventuras, que jamás soñará un fotografo con tener, daros cuenta de la época, y del lugar a dónde fué.
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