gracias a nuestras experiencias visuales anteriores, la vista reconoce, recuerda, las nociones de altura, anchura y profundidad. Así es como puede inderificarlas en una superficie plana, donde no existen en absoluto. Observese, por ejemplo que so el sujeto aparece muy pequeño en la fotografía, se supone que está muy lejos mientras que si es grande y ocupa caso todo el espacio disponible. La misma sensación se consigue situando al sujeto en la parte superior de la foto, dejando un espacio bajo sus pies.
Una de las formas más evidentes de representar la tridimensionalidad, pero no la única, consiste en la disposición de los elementos en el espacio. En una fotografía y, por tanto, en una superficie bidimensional, se puede representar la perspectiva mediante tres grandes opciones:
- La convergencia de líneas
- La escala
- El tono y el color
La convergencia de líneas
Toda imagen se puede esquematizar en un dibujo de líneas (boceto). En muchas fotografías existen líneas que convergen en un punto; el llamado punto de fuga. El ejemplo más evidente de punto de fuga es el de los rieles del ferrocarril, en el que las vías parecen converger en un punto lejano. El punto de fuga puede parecer más o menos lejano en función del objetivo utilizado y del punto de vista.
Las líneas convergen en un punto de fuga, y éste puede estar situado dentro o fuera del encuadre. Un punto de fuga situado dentro del formato contribuye a que la mirada del espectador no "salga" de la fotografía, mientras que si éste se encuentra fuera, la mirada va más allá de la propia fotografía, sale fuera del marco de la fotografía.
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