Nace en Oshkosh, Wisconsin, en 1874. Además de fotógrafo, L. Hine ha sido sociólogo. Puede pensarse que en sus manos la fotografía ha sido, más que nada, un instrumento utilizado por el sociólogo para documentar la realidad de su tiempo. Eso lo transforma en un critico social de una mirada muy aguda.
...Toda la parte izquierda de la fotografía, más de la tercera de su superficie total, está ocupada por una enorme máquina, frente a la cual están trabajando los dos únicos personajes de la imagen: la niña que está adelante y la mujer que está en el fondo (el desenfoque impide ver con precisión de quien se trata).
La máquina de hilar, que en el extremo izquierdo de la foto desborda los límites del cuadro (es más `grande´ que la foto), en el fondo, junto a la pared, ocupa menos de la cuarta parte de la altura de la imagen. Esto produce una perspectiva particular. Las diferentes secciones o partes de la máquina (por ejemplo la parte apoyada en el suelo, el, digamos `piso´de la máquina, o esos objetos oscuros que la niña está tocando con la mano, o la parte superior, el techo de la máquina, donde están las bobinas acostadas, que esperan `pasar´ por la máquina), cada una de estas secciones presenta, hasta una cierta altura de la foto, líneas que suben a medida que se acercan al fondo de la enorme sala de máquinas, y a partir de esa altura las líneas empiezan a descender a medida que se aproximan al fondo. Hay un punto en el cual las líneas de fuga de la máquina son rectas (no suben como en la parte inferior ni bajan como la parte superior): este punto está situado aproximadamente en la mitad de la parte visible de la hilera inferior de las bobinas. Si trazamos en ese punto una línea recta, perpendicular al borde izquierdo de la foto, veremos que pasa, aproximadamente, por la nariz de la pequeña tejedora, y por el codo del personaje que en el fondo parece estar mirando hacia la cámara. esa es exactamente la altura de la cámara, altura desde la cual el fotógrafo ha hecho funcionar el disparador.
...Desechando la altura `normal´, la de su propio ojo, el fotógrafo ha preferido bajar, y ha elegido como altura de la cámara la de los ojos de la pequeña tejedora. Es por eso que tanto el rostro como el cuerpo de la niña `se ve bien´. La altura `normal´, la del ojo del fotógrafo, hubiese `aplastado´a la niña contra el piso; el plano en picado que hubiese resultado tendría como significación inicial, automáticamente, disminuir al personaje, `aplastarlo´ metafóricamente.
A elegir esta solución,... devuelve al personaje toda la dignidad que el plano en picado le hubiese retirado.... En ese mismo momento empieza a precisarse la organización mediante la cual Hine manifiesta su opinión sobre el hecho real al cual se ve confrontado (una máquina enorme y dos personas trabajando) y, una más allá de eso, su propia concepción del mundo.
...El fotógrafo, efectivamente, ha dado un paso al costado, alejándose de la máquina y acercándose a la ventana. Para que la niña continúe, sin embargo, ocupando el centro de la imagen (...) el fotógrafo ha debido hacer girar, al mismo tiempo que se separaba de la máquina, la cámara sobre su propio eje, y de esta manera se produce una transformación: se ve más máquina que ventana, la máquina está vista más de frente y la ventana dejada de lado, ya que el fotógrafo le da (...) la espalda.
La máquina adquiere así una importancia mayor, si se considera, simplemente, la posición que ocupa en la foto. Importa más determinar la máquina que la ventana.
...Hine, a través de estas sucesivas elecciones, ha ido conservando un delicado equilibrio. El dice que la máquina quiere aplastar al ser humano y que el ser humano resiste; la fotografía cuenta la historia de esta resistencia.
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