sinopsis: En el Bronx, el barrio más peligroso de Nueva York, dos jóvenes policías son asesinados a tiros en el interior de un coche patrulla por una mujer que les había ofrecido sus servicios. La asesina iba drogada y nadie la denunciará. La comisaría de este conflictivo distrito, más conocida como “Fort Apache”, soporta muchos más delitos de los que puede esclarecer. Murphy es uno de sus agentes más veteranos y lo sabe muy bien.
No hay muchas razones para hacer un traslado e irse a vivir al Bronx, la imagen del gigante yanki sufre un buen golpe con esta cinta policíaca. La crítica es evidente aunque tampoco es sangrante, apenas pinceladas tímidas sobre la corrupción policial y la deshumanización de un barrio no sólo marginal sino violento, repleto de maldad y sin ningún atractivo por el que irse allí a pasar el día, ya no digo ir de vacaciones o a vivir.
Dado que la trama va de un lado a otro, Pam Grier parece estar en el ojo del huracán narrativo y luego desaparece su protagonismo, Newman sobresale entre irlandeses, sudamericanos, negros e italianos para darle todo el valor posible a la película. No es que sea una exhibición pero este hombre sólo con aparecer ya ocupa toda la pantalla y se merienda al resto. Él sólo es una pieza más del guión, pero sus apariciones son las que dan sentido a la película, sería muy olvidable de no ser por él.
Así que entretenida, algo errante por momentos pero entre la presencia de Newman y esa estética ejemplar de una época y un momento, los melancólicos 80, hacen que pueda interpretar el conjunto como una poesía bienintencionada y correcta.
Gran película.
Muestra cómo era la vida de la policía en el barrio neoyorkino del Bronx, con imágenes de este barrio que son realmente interesantes.
La película nos habla de cómo los agentes tenían que lidiar contra un barrio en el que todo el mundo iba en contra de ellos, además de la corrupción y puterío que había dentro del propio cuerpo.
También las drogas tienen su papel importante en esta película.
Paul Newman como siempre, genial, en el papel de un policía divorciado y algo quemado de tantos años de currar en ese barrio, como contrapunto está su compañero Corelli (Ken Wahl) que es un joven pletórico de entusiasmo.
También destaca Rachel Ticotin, una actriz guapísima que hace un buen papel.
Edward Asner también hace una gran interpretación (quizás la mejor de la película) en su papel de nuevo comisario que lo quiere revolucionar todo.
La película retrata la difícil rutina de dos policías del barrio neoyorquino del bronx de los setenta, las drogas, la corrupción, las revueltas callejeras, etc. mezclados con algunos tintes románticos, todo ello con el añadido de un nuevo comisario que quiere revolucionar la comisaría.
Película donde la ley y el orden es lo que dicta la calle, manifestaciones a favor de delincuentes, asesinatos, policías corruptos, drogas, prostitución, y todo esto en uno de los barrios mas conflictivos y peligros en el siglo pasado “el Bronx” centro de encuentro de las clases mas desfavorecidas de una de las ciudades mas cosmopolitas del mundo entero.
El reparto con un sensacional Paul Newman haciendo de Murphy un policía que lleva más de 25 años en las calles del distrito conoce el funcionamiento de este a la perfección , pero no es como el resto de los agentes de la comisaría nunca se venderá y siempre pondrá por encima su profesionalidad, el y su compañero de fatigas Conelli (Ken Wahl), un personaje pintoresco dentro del cuerpo de policía buscaran resolver los problemas cotidianos del día a día: intentos de suicidio , hurtos , asesinatos y prostitución . Dirigidos desde la comisaría por Connolly (Asner Edward) basando su ideal en el protocolo de instrucción recibido en las academias pero de difícil ejecución en uno de los distritos mas conflictivos de la ciudad.
La producción y su rodaje excepcional con una perspectiva del Bronx de los 80 un barrio en desahucio el conflicto social de trasfondo todo el que vive allí esta condenado a perpetrarse y adoptar formas poco ortodoxas para sobrevivir.
Un guión no muy convincente, que más bien parece una acumulación de situaciones y personajes sin mucho orden ni concierto, y en la que el personaje de Pam Grier es un absoluto caos, que aparece y desaparece de repente y nunca se explican ni se entienden sus motivaciones, es salvado por la grandiosa interpretación de Paul Newman, policía veterano, quemado de su oficio y bebedor, que se redime en la relación con una enfermera, y se pondrá a prueba su vocación policial con la típica duda moral (delatar o no a un compañero).
La película remonta el vuelo por la ambientación, esas calles sórdidas y peligrosas, con una estupenda fotografía urbana de John Alcott (operador habitual de Kubrick), el gran Newman y unos buenos actores secundarios, Edward Asner, Danny Aiello, Ken Wahl, que le dan profundidad y pasión a sus papeles, aparte de algunas secuencias puntuales de las que se quedan en la memoria (spoiler). Se ven las huellas de esta cinta y este tipo de cine en, por ejemplo, la estupenda seria The Shield. Buena película.
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