sinopsis: n niño, Peter, ve morir a su padre a manos de un cazador de recompensas, y toda su vida estará obsesionado por vengar esa muerte. Cuando es un joven que trabaja al servicio del poderoso ranchero Charly, contrae matrimonio en secreto con Dorothy, la hija del hacendado. Pero éste, que pretende casarla con otro hombre por interés, hace que el joven sea apaleado y abandonado en el desierto para que muera. Cuando la muerte está próxima, reconoce en la cara de la persona que le salva la vida al asesino de su padre: el cazador de recompensas Latimore. De momento Latimore le ayuda. Sin embargo, cuando el precio por la cabeza de Peter sube como la espuma, el duelo entre ambos pistoleros será inevitable.
- En el transcurso de la película, cuando Latimore rescata a Peter en el desierto, es llevado por éste a casa de un amigo para que se recupere, y que pueda así convertir sus torpes manos armadas con un revólver en una infalible máquina de matar que le facilitará su venganza. Curiosamente, para conseguir esta transformación, y como si de un "Karate Kid" del Oeste se tratara, es entrenado por un viejo chino, antiguo maestro del pistolero caza recompensas.
- Los interiores de la película fueron grabados en los estudios profilm de Madrid, mientras que los exteriores se grabaron en el desierto almeriense de Tabernas.
- Manos torpes es una película española del año 1969,
protagonizada por el famoso actor peter lee lawrence y dirigida por el
director madrileño rafael romero marchent, con su hermano joaquín romero
marchent como guionista. Está enmarcada dentro del subgénero del
spaguetti western y la banda sonora de la película corre a cargo del
famoso compositor aragonés antón garcía abril.
Es una película bastante interesante y a tener en cuenta, además de haber sido un éxito en las taquillas de nuestro país en el momento de su estreno, llegando a recaudar la cantidad de 128.679,32 euros.
Dirige Rafael Romero Marchent, también actor en otras películas, y para que todo quede en casa, el autor del guión es su hermano Joaquín-Luis, también realizador, en connivencia con el autor teatral Santiago Moncada, que por aquel entonces se dedicaba con fruición a escribir cine. Cuenta “Manos torpes” la historia de un chico marcado por el asesinato de su padre ante sus ojos, cuando era niño. A lo largo de su vida, la obsesión por vengarse llegará a constituirse en su único referente vital. Aunque la película no tiene prácticamente entidad cinematográfica que la haga salvable, cuenta con un entonado reparto que la hace al menos visible.
Destaca como protagonista el malogrado Peter Lee Lawrence, un actor alemán que se hizo todas la películas del Oeste que pudo en Almería, hasta fallecer prematuramente con sólo 29 años. Es cierto que era un actor de pocos recursos, pero de una rara presencia cinematográfica: cuando estaba en pantalla la llenaba completamente. Con él, la siempre exuberante Pilar Velázquez, una actriz que componía como nadie los papeles de hembra sedienta de sexo, y Alberto de Mendoza, un estimable actor argentino que hizo buena parte de su carrera en España.
Aceptable western (producción 100% española)con la estética de su hermano mayor, el spaghetti-western, dirigida por el voluntarioso Rafael Romero Marchent y con Peter Lee Lawrence, actor alemán rebautizado, que hizo su agosto en Almería con cintas de mediocres resultados. Su aspecto aniñado hizo que los guionistas escribiesen sus historias en función de su físico, casi siempre de buen chico al que la vida trata no demasiado bien. Con todo, la película salva la categoría amparándose en buenas secuencias de acción, una historia sentimental que funciona y la presencia de Alberto de Mendoza dando vida a un pistolero vestido de luto riguroso con levita al más puro estilo Van Cleef. A destacar la presencia de Pilar Velázquez, mediocre actriz pero guapa de verdad.
Me quedo con el personaje de Alberto de Mendoza, Latimore. Quizás a su inmaculado traje negro le falta un poco más de polvo para mi gusto, pero la actuación de Mendoza es de lo mejor de la cinta. Y también Pilar Veláquez, que sale guapisima. Peter Lee Lawrence está en su registro, poco expresivo, pero no irrita.
en su afán de encontrar a un rival digno de enfrentarse con el, añoraba localizar en los hombres el más mínimo sentimiento de odio, ya que el odio lleva a la venganza y en Peter creyó ver ese odio todavía dormido pero que sin duda algún día despertaría. Por eso lo salvó de la muerte en el desierto, por eso le habló de la muerte de su padre y por eso lo llevó con su antiguo maestro chino...prepáralo pareció decirle con la mirada, y cuando esté preparado cuéntale la verdad. Lo que no deja claro el guión es si de verdad fue Latimore el hombre de negro que aparecía en los sueños de Peter como el asesino de su padre, pero ese detalle tampoco importa, ahora lo realmente importante es el duelo que tendrán Latimore el cazarecompensas y Peter, ahora experto pistolero y buscado por la justicia por sus ajustes de cuentas de tiempos pasados.
En líneas generales bien construido, sin decaer demasiado en ningún momento la peli, lo cúal es meritorio. Tenemos una historia de amor que los padres de ella se niegan a aceptar. Tenemos un chantaje, tenemos a un personaje que odia la violencia, pero le darán motivos más que suficientes para acudir a ella, y a un cazarecompensas en mitad del desierto, que será como la serpiente que le comía el coco a Jesús en mitad del desierto, el resto es muy previsible, y es que el 90% de los spaguettis siempre acertariamos el final, la venganza de nuevo es el núcleo central de la historia.
El film empieza fresco, tenemos un personaje central, peter, que odia la violencia, vemos cómo no le dejan mantener relaciones con la hija de su jefe y lo echan del pueblo como un apestado. en el desierto se encontrará con Latimer. Y pesar de que sabemos lo que sucederá, porque es muy previsible, se ve con gracia. Porque está trabajado el guión, chirria un poco que un chino le enseñe a manejar la pistola, pero cosas del guión. De todas formas, buena peli. El final me dejó un regustillo amargo, pero sigue con la cohenrencia del guión, con lo cúal nada que objetar. De todas formas, es un film de Marchent, que me recuerda mucho a garringo, en cuanto a la transformación de los personajes. En defintiva es un buen spaguetti, y ya era hora de comentar uno bueno, más teniendo en cuenta la época cuando se rodó, 1970, el ocaso total del spaguetti.
Pero cómo digo Marchent, es garantía de sobriedad y de spaguettis pasables, pues el es mejor director del subgenero que dio nuestro país.
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