1991 españa 110 minutos. drama histórico. director: imanol uribe. guión:
joan potau. música: jose nieto. fotografia: hans burmann. productora:
aiete films. reparto: gabino diego, juan diego, javier gurruchaga,
fernando fernán gómez, maría barranco, joaquim de almeida, eusebio
poncela, laura del sol, anne roussel, carmen elías, alejandra grepi,
enma cohen, josé soriano, christine dejoux, enrique san francisco, josé
maría tasso.
Sinopsis: España, reinado de Felipe IV (1621-1665). Se inspira en una novela del
escritor Gonzalo Torrente Ballester. El Rey (Gabino Diego) se queda
estupefacto al contemplar el cuerpo desnudo de Marfisa (Laura del Sol),
la prostituta más bella de la Villa y Corte. Después pretende ver
también desnuda a la Reina (Anne Roussel). A pesar de la oposición y el
escándalo de la Iglesia, el Rey no parará hasta ver cumplidos sus
deseos.
Gabino Diego interpreta, en esta cinta de Imanol Uribe, a un monarca
español jovial y bobalicón. Es Fernando IV, un veinteañero al que poco
importa la Batalla de Flandes, o la llegada de las fragatas de las
Indias Occidentales a Trafalgar, pues acaba de descubrir a la mujer,
hablando genéricamente. Concretando un poco más, con la ayuda del Conde
de la Peña Andrada, un grandioso Eusebio Poncela, ha caído en los brazos
del pecado por primera vez, quedando pasmado ante la belleza de la puta
Marfisa, para desgracia de un sector importante de la Iglesia de aquel
entonces, en el que destaca el padre Villaescusa.
‘El rey pasmado’ es una película fresca, alegre y divertida, cargada de
escenas ingeniosas, que esconde detrás de tanto puterío cortesano, y no
cortesano, de tanta teología, tanto de unos (Almeida) como de otros
(Juan Diego), una feroz crítica, con un sútil tono irónico, a la Iglesia
más rancia de todos los tiempos. Esa Iglesia que representa
magistralmente el personaje de Juan Diego. Esa Iglesia inquisidora que
imperó durante gran parte de la Edad Media. Es una historia que habla
acerca de las monarquías absolutas que anduvieron por nuestro Reino en
tiempos pasados. Una historia de religión, monarquía y tradición. De
cómo, casi siempre, iban de la mano unas con otras. Privando de la
libertad, tanto moral como terrenal, a los hombres (y ya no digo a las
sumisas mujeres). Pero ahí está el prendado de Gabino. Con esa cara de
tontorrón, abobado por el sexo, deseoso de intimar con su Reina.
Dispuesto a romper con la tradición y el orden imperante. Abocado hacia
el libertinaje. Iluso, aún quedaban (¿quedan?) años de sumisión ante la
Ley Divina. Recomendable.
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