La música sigue sonando en los bares y en la radio. Las tiendas de discos todavía venden la B.S.O.
- La gente sigue repitiendo “Soy el Sr. Lobo, soluciono problemas”, “No empecemos a chuparnos las pollas todavía”, “Tu sabrás que mi nombre es Yavé, cuando mi venganza caiga sobre ti”, "¿No odias esos silencios incómodos? ¿Por qué necesitamos decir algo para rellenarlos?”, “Con tu permiso, me voy a casa a tener un ataque al corazón”.…
- ¿Cuantos fragmentos de la película se siguen reproduciendo en Youtube?
- Todavía se ve a gente “de marcha” bailando el Twist de Thurman y Travolta.
- Todo el mundo recuerda el chute de adrenalina; la violación de Marsellus Wallace; a Butch eligiendo arma en la tienda …
- Aún nos reímos con sus frases: "Tocarle los pies a su mujer o darle lengüetazos en su sagrado agujero, no es el mismo juego ¿comprendes?. No es la misma liga, ni si quiera es el mismo deporte"; "Estoy a veinte minutos de allí. Llegaré en diez"; "Mira, tú has sido el que ha traído una zorra moribunda a mí casa, así que tú le pones la inyección. El día que yo traiga una zorra moribunda a tu casa, se la pondré yo"; Vincent Vega diciéndose: “Ahora sales ahí fuera, te tomas tu copa, dices "buenas noches, he pasado una velada muy agradable”, te vas a casa, te haces una paja y eso es todo"; "Que seas una personalidad no significa que tengas personalidad"; "Tal vez la rata de cloaca sepa a caviar pero no lo sabré nunca porque no como animales asquerosos. Los cerdos duermen y buscan su comida entre la mierda. Si no saben distinguir sus excrementos como voy a comerlos."
Marcando estilo:
- Montando desordenadamente la historia. Un recurso utilizado después en decenas de películas.
- El protagonismo otorgado a escenas sobre temas triviales hubiese sido impensable años atrás. Por ejemplo, las conversaciones antes de las matanzas. Hablan sobre masajes en los pies, sobre el tipo que rayó el coche a Vincent, sobre la comida basura...
- Demuestra que unos diálogos brillantes marcan la diferencia incluso en las películas de acción y violencia. Unos buenos efectos especiales se consiguen con dinero, pero para conseguir unos diálogos de tanta calidad, además de dinero necesitas a un crack que esté atravesando el momento más inspirado de su vida.
No es una película cargada de momentos geniales. Es una genialidad en su totalidad, sin apenas altibajos. Cuando se estrenó rompió con todo. Por aquél entonces, no se conocían moldes capaces de dar forma a un producto similar. Nadie salió del cine con indiferencia, hasta los que ya habían probado la receta con “Reservoir Dogs” se vieron sorprendidos por el talento mostrado en “Pulp Fiction”. Incluso ahora que se ha perdido el efecto novedad sigue siendo una película grande.
Te puede gustar o no, pero nadie duda de que Tarantino ha creado un estilo digno de ser estudiado en un capítulo aparte. Y “Pulp Fiction” es su obra cumbre.
"No es el mismo juego; tampoco es la misma liga; ni siquiera es el mismo puto deporte". Una vez visto esto en los primeros minutos sabes que esta peli te va a enamorar. Y así cada escena, cada diálogo y cada situación se quedan grabados en tu cabeza como esos grandes momentos del cine que nunca podrás olvidar. Y hay muchos. Es la combinación de crear grandes momentos que grandes diálogos, con ese humor tan oscuro e irónico con el que te partes (y después te sientes un pelín mal, pero se pasa rápido)
Después de las primeras escenas, que ya cautivan, te encuentras con un montaje cuidado y orginial, con un desorden temporal que ordena a su vez la historia, dando soluciones en su justo momento.
Gran BSO, que carga a cada momento de un ritmillo especial, creando una atmósfera única y delirante en más de una oasión.
Una película redonda de la que no hay que decir mucho más. Simplemente hay que verla para notar su desgarradora fuerza. De lo mejor que se ha filmado en la década pasada
Lo esencial de "Pulp Fiction" no es su humor negro, ni su referencialidad postmoderna, ni su exacerbada violencia, ni siquiera la fragmentación temporal. Lo principal en "Pulp Fiction", lo que le da su tono, es el "tempo a velocidad real", con el que Tarantino dilata la acción clásica, prolongando la intensidad y centrándose en el detalle. Esta cualidad, aplicada a una ejemplar unidad tonal, un firme sentido del ritmo interno, un equilibrado desarrollo de la secuencia y una brillante concatenación de escenas puede dar lugar a joyas como ésta. Con su montaje preciso, que da siempre en el clavo, y su audaz capacidad atmosférica, "Pulp Fiction" es, de largo, la mejor obra de un autor que, tras la contención insípida de "Jackie Brown" y el manierismo infantil de "Kill Bill", dos obras decadentes a modos opuestos, tal vez no sepa qué hacer con su estilo.
Dice el DRAE que importante es “aquello muy conveniente o interesante, o de mucha entidad o consecuencia”. Por encima de cualquier otra consideración, “Pulp Fiction” es una película importante, porque se trata de una de las obras que más repercusión cinematográfica y de otra índole han tenido en los últimos catorce años. También una de las más controvertidas. Particularmente, no es una película que me fascine, Tarantino me parece un director pagado de sí mismo y claramente sobrevalorado. Pero, junto con Spielberg es el cineasta más conocido en todo el mundo, y eso no está al alcance de cualquiera, justo es reconocérselo.
Al margen de consideraciones personales, esta película, que convirtió a su director en megaestrella internacional, reúne algunos elementos interesantes, la mayoría de los cuales ya estaban esbozados en “Reservoir Dogs”. El principal problema es que Tarantino es, de por sí, excesivo, de manera que no se trata tanto del qué, ni siquiera del cómo, sino sobre todo del cuánto. No cabe duda de que el amigo Quentin es muy inteligente; pero siempre me asalta una duda cuando veo una de sus películas: no sé si es un mal director que se cree bueno, endiosado por fanáticos y crítica, o si se trata de un mal director que es perfectamente consciente de ello, pero que juega a engañar a la audiencia con un cinismo encomiable.
También he de reconocer que “Pulp Fiction” es una de las pocas películas que no sé cómo calificar, por momentos me parece tediosa, casi insoportable, pero a ratos destella una genialidad que me descoloca. Los actores están, en general, bastante bien, la estética y la banda sonora son otro de sus indudables puntos fuertes, y la habilidad para resolver las situaciones grotescas mezcladas con una violencia bastante gratuita son un sello inconfundible de Tarantino. Pero también lo son el recurso al montaje en flashbacks, que sigo pensando que no añaden nada a la historia; y sobre todo unos diálogos artificialmente vulgares y pretendidamente trascendentes que me parece que hacen más mal que bien a la película.
En cualquier caso, una obra de obligada visión. Es cultura general, y no sólo cinematográfica.
Quentin Tarantino es un tipo creativo, retorcido, sacástico, cínico, sincero, hilarante, divertido e irrespetuoso, por citar un puñado de calificativos que se me han ocurrido en un instante.
Pero, sobre todo, me interesan de él dos cosas: su tremendo talento para escribir y rodar cine, y la capacidad de hacer cada vez que escribe o rueda...exacta y únicamente lo que quiere. Puede parecer superficial, pero de corazón, creo que es de los escasos tipos en el mundo que hace de su capa un sayo en el mundo del celuloide; y mucho más, en Hollywood.
Todo en la película resulta primoroso: el guión (el mejor que he visto), la puesta en escena, los flashbacks, las infinitas referencias cinematográficas a otras películas de culto (incluida Reservoir Dogs), los actores, la atmósfera, la banda sonora... La discusión sobre la originalidad o no de la película, así como del supuesto y oscuro significado de determinados elementos de la misma (como el contenido del famoso maletín) se la dejo a otros... Me parecen una pérdida de tiempo en unos casos, y en otros, simples cebos que el propio Tarantino dejó para que la gente se devanara los sesos, pensando en qué demonios había querido decir. Creo que aún llora de la risa cuando alguien le pregunta por la tirita de Marsellus Wallace...
Yo prefiero quedarme con los centenares de escenas bordadas al milímetro, con los sublimes ganchos entre historias, con su gusto por el cine negro, con el realismo irreal de sus diálogos, con su capacidad para mitificar y desmitificar a golpe de guión.
La he visto treinta veces. Rompí el DVD a base de sacarlo de su caja una y otra vez. Digamos que desde que ví Pulp Fiction, veo el cine con más alegría, porque siempre espero que una película vuelva a sorprenderme y hechizarme en el cine como lo hizo ésta. Aunque he de decir que me han encantado muchas desde entonces... Pero nunca he experimentado una sensación igual en el asiento de una sala.
Una sugerencia: disfrutadla alguna vez completamente solos, sin nadie que os moleste, en vuestro sillón más cómodo. Y quedaos en los detalles. Hay muchos y gloriosos.
Lo único que lamento de que Tarantino se haya dedicado al cine es que me hubiera encantado visitar su videoclub y preguntarle, como hacían muchos de sus clientes antes de que empezara todo:
Los asesinos a sueldo Vincent Vega (John Travolta) y Jules Winnfield (Samuel L. Jackson) trabajan para un mafioso llamado Marsellus Wallace (Ving Rhames). Vincent tendrá que proteger a la pareja de Marsellus, Mia (Uma Thurman), quien termina al borde de la muerte tras una sobredosis de heroína.
Por otra parte un boxeador llamado Butch Coolidge (Bruce Willis) pretende escapar de la ciudad tras no cumplir con el combate amañado que había convenido con Wallace.
Segundo largo de ese cinéfilo llamado Quentin Tarantino después de su magnífica "Reservoir Dogs" en el cual el director y guionista de Knoxville exprime y conjuga con talento todas sus influencias culturales que abarcan desde las películas orientales de acción, pasando por series de televisión, el pulp (unas revistas ilustradas con llamativas portadas que contenían relatos básicamente de género negro, aunque se tocaban muchos otros temas como la ciencia- ficción o aventuras, y que dieron renombre a autores tan conocidos como Edgar Rice Borroughs, Leigh Brackett o Dashiell Hammett) hasta una gran retahíla de films de serie B clásico pertenecientes al género de acción que seguro pasaba horas y horas contemplando desde su puesto de trabajo en un pequeño videoclub.
Junto a su habitual colaborador en los textos, Roger Avary, Tarantino narra jugando con el tiempo la historia de dos asesinos a sueldo encarnados por un recuperado John Travolta (gracias a este papel saldría de un prolongado ostracismo) y Samuel L. Jackson, con un personaje ciertamente memorable colmado de divertida filosofía ascética.
Utilizando una estructura episódica, la película aborda no solamente los códigos de honor existentes entre mafiosos y matones, sino que sirve asimismo a su director para plasmar todo el sentir y actuar del pueblo estadounidense, visto claro está, desde sus propias referencias formativas, en un soez pero divertido e incisivo guión lleno de inesperados y resueltos giros; la violencia, el sexo, las drogas, la fast- food, los coches, los restaurantes temáticos, la televisión, la mezcla de culturas van desfilando por el metraje con un formato visual deslumbrante que sirve para dotar a la película de un constante ritmo, sin apenas altibajos a pesar de su larga extensión.
Con un sinfín de homenajes y citas a iconos y personajes de la cultura americana (desde Douglas Sirk hasta Marilyn Monroe, desde la pareja Lewis/Martin hasta el rock de los 50), una notoria banda sonora repleta de grandes canciones interpretadas por ilustres músicos del pasado, como el surfer Dick Dale, el soulman Al Green, los funkies Kool & The Gang, la maravillosa diva británica de los 60, Dusty Springfield, el padre del rock & roll, Chuck Berry o los contemporáneos Urge Overkill, versionando un viejo tema de Neil Diamond; unos personajes singulares bien desarrollados que mantienen unas conversaciones vívidamente intensas sirven a Tarantino para filmar una gran película.
No sé ni cómo empezar a escribir esta crítica, pues la mire por donde la mire, esta película es una maravilla, una obra maestra del cine contemporáneo que pasará a la historia. Pulp Fiction también puede entenderse como un icono, puesto que desde su aparición en 1994 no se ha hecho más que rendirle homenaje con filmes de estilo similar pero muy inferiores, por supuesto.
Quentin Tarantino demostró al mundo el poderoso ingenio que posee, y del que hace alarde en cada minuto de ésta, su mejor película, de 2 horas y media de duración. La verdadera magia de la misma es que su visionado se hace corto y te deja incluso ganas de más, pese a su larga duración. Otro aspecto especialmente atractivo es su humor negro y situaciones ordinarias.
Todo es increíble en Pulp Fiction, pero sin duda lo más carismático de todo es su guión, dividiendo los hechos en capítulos (y que fue la genuina idea plasmada inicialmente en su segunda película “Reservoir dogs”) que posteriormente se imitó en otras películas de otros directores y que repitió con otras películas como “Kill Bill”. Dichos capítulos ni siquiera están expuestos de forma cronológicamente ordenada, lo cual obliga al espectador a encajar las piezas de la trama, la cual sería difícil de describir.
El siguiente punto fuerte es el famosísimo reparto (¿Quién no conoce a John Travolta, Samuel L. Jackson, Bruce Willis o Uma Thurman?) con unas interpretaciones brillantes que eleva la calidad de la película a cotas inalcanzables. En particular quiero expresar mi admiración por John Travolta y Samuel L. Jackson en sus papeles como matones/cobradores (Vincent Vega y Jules, respectivamente) con unos diálogos y discusiones inolvidables que están presentes en casi todo momento en su conjunta actuación (“Oye, tal vez la rata de cloaca sepa a caviar, pero no lo sabré nunca, porque yo no como animales asquerosos” (Jules);
“VINCENT: ¿Sabes cómo llaman al cuarto de libra con queso en París?
JULES: ¿No la llaman cuarto de libra con queso?
VINCENT: Utilizan el sistema métrico, no sabrían qué coño es un cuarto de libra. Lo llaman Royale con queso”
Y estos no son los únicos diálogos y ni mucho menos los mejores, pero hay tantas buenas frases en boca de tantos personajes, que no voy a enrollarme mucho en este punto, sólo mencionar el también ocurrente señor Lobo (“Buenos días, soy Lobo. Soluciono problemas”).
Otro ingrediente magníficamente introducido es su banda sonora, con grandiosos temas, además de la mítica canción de título, incluyendo temas de pop, rock y soul (encuentro especialmente elegante la canción de baile de Travolta con Uma Thurman, de Chuck Berry).
En fin, sólo puedo decir que no encuentro pegas a este peliculón y que no aporto nada nuevo que nadie sepa ya sobre esta obra. A menos que Tarantino vuelva a hacer algo de esta magnitud, se trata de mi película favorita de todos los tiempos.
Así empieza esta obra maestra del séptimo arte que marcó un antes y un después en el cine.
Es filmada en un concepto totalmente independiente, tomas y ángulos que no son usuales y sin embargo encajan perfectamente con todas las escenas, un guión que no sigue ningún orden cronológico(al punto tal que en algunos países pensaron que la película había venido fallada y la re-armaron cronológicamente) y un reparto de actores excelentes que interpretan personajes nunca vistos.
Un poco de historia…
¿Por qué estoy escribiendo una reseña, dado que para criticar esta obra de arte tenés que ser o Tarantino o Sonny Chiba (persona que más respeta Tarantino), de una película que tiene 12 años, es violenta, no te deja ningún mensaje y encima no tiene secuela?
Si el párrafo anterior hizo que te decidieras a dejar de leer esto te voy a explicar un par de cosas:
- Si tiene 12 doce años salió en 1994, un año de mundial, mucha gente no la conoce por eso.
- Es violenta, hay drogas, hay racismo, sexo, violaciones, traición, twist, peinados con personalidad, frases épicas y encima una katana.
- El mensaje que te deja es: No tiene porque haber una razón para hacer una película con excelentes personajes, historias y dirección.
- Si tuviera secuela sería una mierda y Tarantino estaría repartiendo el guión de Jackie Brown o Kill Bill disfrazado de pato en medio de Hollywood.
La película:
Dado que es una película que está calculada al infinito por la derecha y la izquierda no puedo darme el lujo de saltearme nada…
Ambientada en Los Ángeles en los jóvenes 90′s la película empieza con una pareja de ladrones Honeybunny (Amanda Plummer) y Pumpkin (Tim Roth), charlando cariñosamente sobre su “carrera laboral” y de la conveniencia de asaltar restaurantes en dónde hay menos peligro de que alguien les haga frente, aquí el primer índice de racismo, Pumpkin dice algo así como: “Ya no es divertido, demasiados extranjeros!, Vietnamitas, coreanos, ni hablan inglés dices: vacía la caja registradora y ni siquiera te entienden, vamos a acabar matando a uno”—primer punto para Quentin, la escena continúa, “o va haber unos judíos que tienen la tienda desde hace 300 años, el abuelo Irving con una mágnum detrás del mostrador…”—2 a cero Quentin vs. Los Censores.
Dos abiertas declaraciones de semitismo y xenofobia. ¿Sorprendido? Sos un marica entonces. Un punto para mí.
“Any of you fucking pricks move, I’m gonna execute every motherfucking last one of you!”
Los oídos sangran, tu sistema nervioso colapsa, estás escuchando Misirlou, la versión de Dick Dale and his Del-Tones. Esta canción te prepara para la película de una forma que no te darás cuenta hasta que termines de verla.
Ahí se pudre, pero sin razón alguna, para el pobre infeliz que está sentado en su butaca la situación da una vuelta inexplicable.
Vince & Jules
Vincent Vega (John Travolta), quién haya visto Reservoir Dogs, se acordará de Vic Vega (Michael Madsen), –quién Tarantino afirma que son hermanos, aunque esto nunca se dice en la película—junto con Jules Winnfield (Samuel L. Jackson) hacen de un par de tipos que vienen teniendo una conversación acerca de las ventajas de las leyes de consumo de droga en Ámsterdam (Países Bajos, inculto), lo que establece que ambos son consumidores y les encanta serlo La conversación deriva rápidamente al famoso diálogo de “las pequeñas diferencias”, que ha sido “emulado” o homenajeado en miles de programas, quizás se acuerden de “22 cortos de Springfield” en dónde el jefe Gorgory (Wiggum) comenta acerca de las Krusty hamburguesas y de MacOnalds, en ese mismo episodio hay otra escena que viene más adelante. Cómo explicar este diálogo, es sublime, es sencillo y te preguntas que tiene que ver con la mierda que sea que están haciendo estos tipos! Ha Ha Ha, me río de vos, eso es lo que hace Tarantino, se ríe de ti, porque no tenés ni podrías tener, la menor idea de lo que pasará en la película, Tarantino logra hacer este efecto de “las cosas pasan” y vos nunca te la ves venir, es totalmente impredecible y además sentís que “es la forma que tendría que pasar”.El masaje de pies… un tema interesante y arduamente discutido, sorprendentemente se lleva como 5 minutos de diálogo hasta que llega la hora de matar. 7:30.
Luego de meterse en el personaje ambos matones se dirigen a la puerta dispuestos a recoger un misterioso maletín que pertenece a Marcellus Wallace(Ving Rhames), en ningún momento de la película el espectador ve lo que contiene el maletín, lo que sugiere varías teorías:
- Oro
- El traje dorado de Elvis Presley
- El alma de Marcellus Wallace
Volviendo a la película, eventualmente los tipos que tenían el maletín intentan inútilmente de salvar sus vidas mediante la “labia”, pero nadie tiene más labia que Jules Winnfield… pues verán antes de descargar su cargador sobre sus enemigos, él recita un verso de la Biblia Ezequiel 25:17(que es en realidad un diálogo de la película Karate Kiba , con el mismísimo Sonny Chiba)-
“The path of the righteous man is beset on all sides by the iniquities of the selfish and the tyranny of evil men. Blessed is he who, in the name of charity and good will, shepherds the weak through the valley of the darkness. For he is truly his brother’s keeper and the finder of lost children. And I will strike down upon thee with great vengeance and furious anger those who attempt to poison and destroy my brothers. And you will know my name is the Lord when I lay my vengeance upon thee.”
Todos mueren excepto su contacto en la banda de palurdos, que vale decir que es negro, y si sos negro y extra en una película las probabilidades de que mueras son altas…
Que harías si tu jefe te pide que le des “entretenimiento” a su esposa mientras él no está??? Bueno hagas lo que hagas asegúrate que no haya heroína ni campeonatos de “twist”, hazme caso y me lo agradecerás…
Si decidís ser un idiota y olvidar lo que te acabo de decir más vale que sepas como inyectar una dosis de adrenalina directo en el corazón, atravesando el tórax y el busto de la hembra.
El reloj de oro de Butch.
Butch Coolidge (Bruce Willis), es un boxeador profesional que se le acaba el tiempo en el deporte, por esa razón acepta una propuesta de Marcellus para “caer” en el 5to round, pero Butch tenía otros planes… Apuesta a sí mismo que ganará y de hecho lo hace, no sin antes matar accidentalmente a su contrincante.A todo esto, el reloj de oro, que pertenecía a su padre, había sido devuelto por el Capitán Koons (Christopher Walken), un ex – P.O.W de Vietnam que llevó concienzudamente el reloj en el recto durante dos años, hasta que se lo devolvió a Butch… el valor sentimental es incalculable.
Luego de escapar del ring llega a un hotel dónde su despistada y emocionalmente sensible novia lo espera, Butch sólo quería su reloj de oro, que la hembra olvidó…nuevamente el cine vuelve a demostrar que las hembras en situaciones delicadas no sirven para nada, salvo en Rambo II, que el único aporte de la mina es morirse, luego de eso Rambo decide matar toda Asia.
Butch se ve obligado a volver a su apartamento, en dónde lo espera Vincent Vega con una Mac-10 (si no sabes lo que es una Mac-10 careces del aguante para seguir leyendo, por favor deja de leer mi crítica.) , pero al parecer a Vince le pareció adecuado dejar su arma sobre la mesa de la cocina y no llevarla consigo al baño. Grave error, esto es una lección importante, siempre ten un arma en el baño (y un defusal kit, Arma Mortal nos enseñó un par de cosas). Lamentablemente Vince termina arruinado, no era mal tipo, sólo tenía problemas con las drogas.
Para Butch las cosas salen bastante bien, hasta que mientras conduce en su auto compacto ve a Marcellus cruzando la calle, como todo ser que se respete, Butch acelera.
Lo que sigue es una verdadera joya del cine y una lección de vida acerca de cómo las cosas pueden de salir mal a pudrirse…
Jamás podré comprender enteramente el porque de este giro en los acontecimientos, es decir, puedo comprender la casualidad de que el mafioso que quiere matarte cruce delante de tu auto, lo que nunca vi venir fue que ambos terminan en las garras de dos abusadores sexuales (Zed y Maynard) y un esclavo sexual.
Nuevamente Tarantino demuestra que ser negro es una cagada, porque al Marcellus lo violan primero. Si leíste bien, lo meten sobre un potro y le dan de bomba. En realidad sólo Zed (Peter Greene) se lo empoma, Maynard lo mira mientras se masturba.
A todo esto Butch se logra escapar de sus ataduras y su “guardián” (The Gimp), luego responde a lo que yo creo que es “respeto por el honor entre hombres” y en vez de escapar decide ayudar al mafioso afro-americano. La escena en sí es una oda al cine en que inspiró a Tarantino.
Para llevar a cabo su plan, Butch decide que con sus puños solamente no basta, entonces toma un martillo, que luego cambia por un bate de baseball, pero es rápidamente desechado por una motosierra, sin embargo la suelta al ver una katana en una repisa.
Con ese fino ejemplar de espada, Butch se muestra implacable con Maynard que recibe un tajo en el pecho y mientras está aturdido le aplica una “empalada de revés”. Mientras tanto Marcellus aprovecha que no tiene un pene en su trasero para tomar la escopeta de Zed y dispararle con ella. Para desgracia de Zed, sobrevive al disparo y Marcellus le pronostica un encuentro con dos negros fuma-coca y su tratamiento medieval.
El gesto de Butch no pasa desapercibido para Marcellus y si Butch no dice a nadie lo que pasó ahí y se va de L.A, se puede ir con su vida y el dinero.
Sin duda es una de las escenas más extrañas del cine contemporáneo.
La situación Bonnie
La línea temporal de la película vuelve hasta dónde se encontraban Jules & Vincent, recuperando el maletín de Marcellus, mientras ambos hablaban, un integrante de la banda de tontos sale de su escondite y vacía su cargador sobre ambos protagonistas, al escuchar el “clic” que por lo general significa que el otro está muerto o que tu estás en problemas, J & V se revisan incrédulos al darse cuenta de que todas las balas erraron su objetivo. Sin pensarlo ambos le caen a balazos al pobre tonto.Para Jules es una señal del cielo, una señal de esperanza y redención de una vida de crimen a la cuál acaba de renunciar, para Vincent casualidad.
El resto de la escena en el coche es demasiado buena para arruinarla aquí con mi triste literatura, así que nuevamente les adelantaré que el contacto (Marvin) era negro y no el protagonista de este film.
El tema es que se muere de una forma tan increíble que nunca se te hubiera ocurrido y a partir de ahí cualquier muerte de ese estilo sería una vil copia de esta película.
Para solucionar este problema deben llamar a Winston Wolf (Harvey Keitel) que es una leyenda del ambiente y les solucionará el problema, en esta escena aparece Jimmy (Quentin Tarantino) en el papel del amigo de Jules.
Toda esta situación gira entorno a esta frase:
“Did you notice a sign on the front of my house that said dead nigger storage? DID YOU NOTICE A SIGN ON THE FRONT OF MY HOUSE THAT SAID DEAD NIGGER STORAGE?!? Do you know WHY you didn’t see that sign? ‘Cause it’s not there, ’cause storing dead niggers ain’t my fucking business, that’s why!”
La traducción sería algo así como “Notaste un cartel en el frente de mi casa que dijera almacén de negros muertos? VISTE UN CARTEL EN EL FRENTE DE MI CASA QUE DIJERA ALMACÉN DE NEGROS MUERTOS?!? Quieres saber POR QUÉ no viste ese cartel? Porque almacenar negros muertos no es mi maldito problema, por eso!”
Después de juntar los pedacitos de Marvin del tapizado y del mega-mojo-loaded afro de Jules, las cosas parecen mejorar para el dúo del crimen.
No creo que Jimmy no quisiera darles una mano con el tema del negro muerto, sino más bien que sería un problema para su mujer Bonnie si se encuentra con tres mafiosos, su marido y un cadáver. Tarantino 3- Censura 0.
Luego de este incidente en el normal día de Jules y Vincent, estos deciden desayunar.
The Diner part II
Volviendo a la primera escena de la película, Jules y Vincent entran a la misma cafetería en dónde se encontraban Honeybunny y Pumpkin, Jules sigue explicando cómo esto no pudo ser otra cosa que obra del señor y que definitivamente va a dejar la “vida”. Luego la conversación se va un poco de tema y Vincent decide ir al baño, acto seguido los ladrones deciden tomar la cafetería.Todo va bien para la pareja de bandidos hasta que se topan con Jules y el maletín, en ese momento las cosas se ponen tensas y todos terminan apuntándose con sus armas, incluso Vincent que acaba de salir del baño.
Por suerte para ellos, Jules está en transición, por lo que nadie sale muerto, los ladrones se van, Jules y Vincent se guardan sus armas y así concluye la película.
Pulp Fiction fue la primera película que vi de Tarantino. A día de hoy he visto las cuatro "grandes" de él y sigo manteniendo que Pulp Fiction es, sin ningún género de dudas, la mejor. ¿Mis razones?
La historia que desarrolla Q en Pulp Fiction es original como ella sola. Mezcla acción con intriga y con humor negro en estado puro. Por otro lado, la idea de combinar tres historias alterando el hilo de la narración era arriesgada... pero ganadora. Me encantó porque me mantuvo enganchado a la pantalla las dos horas y pico que dura. Además es fundamental acabar de verla para comprender qué les ocurre a todos los personajes. Tremendamente original e interesante. Te atrapa de principio a fin.
Las interpretaciones son soberbias. Especialmente las de Travolta, Willis y Jackson. La verdad es que me quedo con éste último. Tiene, a mi parecer, los diálogos más desgarradores de la película (nótese que él empieza la película y él la acaba), y si a eso sumamos el carisma que le imprime al personaje The King of Cool, era inevitable que el papel saliera bordado. (El peinado de Jackson va a parte en mis razones para considerar Pulp Fiction como la mejor película de Tarantino). Travolta le sigue la pista con un papel igualmente memorable, especialmente con la secuencia del baile con la bella Uma Thurman, la musa de Tarantino. Además, Jackson y Travolta comparten escenas épicas (el ajuste de cuentas del principio, el "accidente" en el coche con Marvin (genial el diálogo entre los dos), el desayuno que finaliza la película, etc...
No puedo dejar de lado al gran Bruce Willis, que encaja perfectamente en su papel de boxeador orgulloso. Su escena con Ving Rhames (desde el casual encuentro cuando va en el coche, hasta la "improvisada" historia de la tienda) es, sin duda, la más impactante de la película por la tensión que rezuma.
Para terminar, decir que no puedo acabar la crítica a esta película sin decir que su banda sonora merece un 10 aparte. Acompaña las situaciones con un toque singular y carismático, como todas las de Tarantino, pero en mi opinión es la más completa, la más memorable y la más impactante. (El saxofón que aparece en la escena de la tienda es sencillamente superior).
En conclusión: como todas las de Tarantino, o la detestas o la adoras. Mi caso creo que está claro. No puedo detestar una película que desarrolla tremendamente bien una idea original apoyada con carismáticas interpretaciones y una mezcla de sensaciones que, sinceramente, no se ven mucho en el cine.
La historia que desarrolla Q en Pulp Fiction es original como ella sola. Mezcla acción con intriga y con humor negro en estado puro. Por otro lado, la idea de combinar tres historias alterando el hilo de la narración era arriesgada... pero ganadora. Me encantó porque me mantuvo enganchado a la pantalla las dos horas y pico que dura. Además es fundamental acabar de verla para comprender qué les ocurre a todos los personajes. Tremendamente original e interesante. Te atrapa de principio a fin.
Las interpretaciones son soberbias. Especialmente las de Travolta, Willis y Jackson. La verdad es que me quedo con éste último. Tiene, a mi parecer, los diálogos más desgarradores de la película (nótese que él empieza la película y él la acaba), y si a eso sumamos el carisma que le imprime al personaje The King of Cool, era inevitable que el papel saliera bordado. (El peinado de Jackson va a parte en mis razones para considerar Pulp Fiction como la mejor película de Tarantino). Travolta le sigue la pista con un papel igualmente memorable, especialmente con la secuencia del baile con la bella Uma Thurman, la musa de Tarantino. Además, Jackson y Travolta comparten escenas épicas (el ajuste de cuentas del principio, el "accidente" en el coche con Marvin (genial el diálogo entre los dos), el desayuno que finaliza la película, etc...
No puedo dejar de lado al gran Bruce Willis, que encaja perfectamente en su papel de boxeador orgulloso. Su escena con Ving Rhames (desde el casual encuentro cuando va en el coche, hasta la "improvisada" historia de la tienda) es, sin duda, la más impactante de la película por la tensión que rezuma.
Para terminar, decir que no puedo acabar la crítica a esta película sin decir que su banda sonora merece un 10 aparte. Acompaña las situaciones con un toque singular y carismático, como todas las de Tarantino, pero en mi opinión es la más completa, la más memorable y la más impactante. (El saxofón que aparece en la escena de la tienda es sencillamente superior).
En conclusión: como todas las de Tarantino, o la detestas o la adoras. Mi caso creo que está claro. No puedo detestar una película que desarrolla tremendamente bien una idea original apoyada con carismáticas interpretaciones y una mezcla de sensaciones que, sinceramente, no se ven mucho en el cine.
Un jodida joya, le mejor película de los años 90, y la mejor película que Tarantino rodo en toda su vida, con algunos actores haciendo la mejor interpretación que han echo en toda su vida: caso de jhon travolta y samuel l. jackson. Es muy complicado buscarle defectos a pulp fiction, quizás los tenga pero es un film muy sólido. Guión, música, reparto, ambientación, pequeños detalles, todo en su lugar, cobrando sentido al final de la película muchísimos detalles, que se te escapan en el primer visionado.
La historia es perfecta, a través de ese maletín, van sucediendo toda clase de sinsentidos o con demasiado sentido a veces, los personajes se van perfilando y madurando a medida que pasa la película. Tanto los pequeños papeles, como el de maría de medeiros que da pie a butch a tener el día más jodidamente raro de toda su vida, a a la equivocación de vicent vega, dejándose la pistola en la cocina mientras caga, craso error, toda su participación en la película es una cagada ya nos lo anunciaba al inicio de la película esa voz es la suya.
Pequeñas situaciones que cobran mucho sentido en la cabeza de nuestros protagonistas, historias que llevan a otras historias, en un gran bucle que nos lleva a un final cargado de filosofía, que no podría ser de otra persona, que jules.
epico final para un metraje sin fallos y sin trampa ni cartón. muchas veces tarantino a intentado emular a su opera prima: pero jamás lo a conseguido. Se pierde siempre en dialogos que tratan de ser ingeniosos, como en el kill bill, pero no solo con un buen guión se hace una película. El ejemplo perfecto es pulp fiction, los actores sabían que tenían un diamante en bruto entre manos y no dudaron en darlo todo para conseguir una obra maestra.
Esta película creo tanto revuelo y espectación, que se le considera símbolo de una época, como es para los heavys el painkiller de judas priest, para los españoles barcelona 92 y la expo de sevilla, o para el resto del mundo, michael jordan, michael jackson y la música de nirvana. A dejado de ser una película para convertirse en un icono de una época. Sobre el guión que escribió tarantino con avary, os dejo varias perlas:
Otra gran conversación entre Jules y Vincent
- ¿Te acuerdas de Antoine Roca-Mora, medio negro y medio samoano, al que llamaban Tony Rocky Horror?
- Sí, tal vez ¿qué era medio gordo?
- Bueno, yo no llamaría gordo al hermano, más bien tiene un problema de peso ¿qué quieres que haga ese negro, es samoano?
- Sí, creo que ya se a quien te refieres, que le pasa?
- Pues que Marselus le ha jodido, y bien. Se comenta por ahí que la culpa de todo la tuvo la mujer de Marselus
- ¿Qué hizo?¿Follársela?
- No no no, nada tan grave.
- Pues ¿qué hizo entonces?
- Le hizo un masaje en los pies
- ¿Un masaje en los pies?
- Uhum
- ¿Sólo eso?
- Uhum
- Y Marselus ¿qué hizo?
- Envió un par de tíos a su piso, le sacaron al balcón y lo arrojaron al vacío, ese negro voló 4 pisos. Había un jardincillo abajo, cubierto con cristales como un invernadero, el negro los atravesó al caer, desde entonces tiene como un pequeño defecto al hablar.
- Es una auténtica lástima... Aún así debo decir que te puedes quemar jugando con fuego.
- ¿Qué quieres decir?
- Que no se le hacen masajes en los pies a la nueva esposa de Marselus Wallace
- ¿No crees que se pasó un poco?
- Bueno, Antoine no esperaría que Marselus reaccionara como lo hizo, pero seguro que esperaba algo, una reacción
- Fue un masaje en los pies, un masaje en los pies no es nada, yo le masajeo los pies a mi madre
- No, es tocar a la nueva esposa de Marselus de una forma familiar ¿es tan grave como comerle el coño? No, pero es el mismo jodido juego
- Ho ho ho, espera un poco, comerle el coño a una zorra o masajearle los pies no es la misma jodida cosa
- No, no lo es, pero es el mismo juego
- Tampoco es el mismo jodido juego. Oye, tal vez tu método de masaje no sea como el mío, pero tocarle los pies a su mujer o darle lengüetazos en su sagrado agujero no es el mismo juego, ¿comprendes?, no es la misma liga, ni siquiera es el mismo deporte. Un masaje en los pies no significa un carajo.
- ¿Has hecho muchos masajes en los pies?
- No me hables de masajes en los pies, soy el maestro de los pies
- ¿Has hecho muchos?
- Joder, sí, perfeccioné tanto mi técnica que a penas hago cosquillas
- ¿Te importaría masajearle los pies a un hombre?
- Vete al cuerno
- ¿Has hecho muchos?
- Vete al cuerno
- Estoy bastante cansado, me vendría muy bien un masaje en los pies
- Oye oye oye, más vale que lo dejes tío, porque me estoy cabreando
...
- Escucha, el hecho de que yo nunca le masajearía los pies a un hombre no justifica que Marselus tire a Antoine de un edificio a una puta casa de cristal y que le joda el habla a ese negro. Esa mierda no está bien. El hijo de puta me hace eso a mí y más vale que me deje paralítico, porque si no lo mataría ¿sabes lo qué te digo?
- Yo no digo que esté bien. Pero tú dices que un masaje en los pies no significa nada, y yo digo que sí. Mira he hecho millones de masajes a millones de mujeres y todos significaron algo. Se finge que no es así pero lo es, porque eso es lo mas cojonudo que tienen. Estas haciendo una cosa muy sensual y ya sabes... no se habla de ello, pero tú lo sabes y ella también. El jodido Marselus lo sabía y Antoine debería haberlo sabido. En fin era su jodida mujer y ese hombre no tiene sentido del humor para esas cosas. ¿Comprendes lo qué te digo?
- Interesante observación
- ¿Te acuerdas de Antoine Roca-Mora, medio negro y medio samoano, al que llamaban Tony Rocky Horror?
- Sí, tal vez ¿qué era medio gordo?
- Bueno, yo no llamaría gordo al hermano, más bien tiene un problema de peso ¿qué quieres que haga ese negro, es samoano?
- Sí, creo que ya se a quien te refieres, que le pasa?
- Pues que Marselus le ha jodido, y bien. Se comenta por ahí que la culpa de todo la tuvo la mujer de Marselus
- ¿Qué hizo?¿Follársela?
- No no no, nada tan grave.
- Pues ¿qué hizo entonces?
- Le hizo un masaje en los pies
- ¿Un masaje en los pies?
- Uhum
- ¿Sólo eso?
- Uhum
- Y Marselus ¿qué hizo?
- Envió un par de tíos a su piso, le sacaron al balcón y lo arrojaron al vacío, ese negro voló 4 pisos. Había un jardincillo abajo, cubierto con cristales como un invernadero, el negro los atravesó al caer, desde entonces tiene como un pequeño defecto al hablar.
- Es una auténtica lástima... Aún así debo decir que te puedes quemar jugando con fuego.
- ¿Qué quieres decir?
- Que no se le hacen masajes en los pies a la nueva esposa de Marselus Wallace
- ¿No crees que se pasó un poco?
- Bueno, Antoine no esperaría que Marselus reaccionara como lo hizo, pero seguro que esperaba algo, una reacción
- Fue un masaje en los pies, un masaje en los pies no es nada, yo le masajeo los pies a mi madre
- No, es tocar a la nueva esposa de Marselus de una forma familiar ¿es tan grave como comerle el coño? No, pero es el mismo jodido juego
- Ho ho ho, espera un poco, comerle el coño a una zorra o masajearle los pies no es la misma jodida cosa
- No, no lo es, pero es el mismo juego
- Tampoco es el mismo jodido juego. Oye, tal vez tu método de masaje no sea como el mío, pero tocarle los pies a su mujer o darle lengüetazos en su sagrado agujero no es el mismo juego, ¿comprendes?, no es la misma liga, ni siquiera es el mismo deporte. Un masaje en los pies no significa un carajo.
- ¿Has hecho muchos masajes en los pies?
- No me hables de masajes en los pies, soy el maestro de los pies
- ¿Has hecho muchos?
- Joder, sí, perfeccioné tanto mi técnica que a penas hago cosquillas
- ¿Te importaría masajearle los pies a un hombre?
- Vete al cuerno
- ¿Has hecho muchos?
- Vete al cuerno
- Estoy bastante cansado, me vendría muy bien un masaje en los pies
- Oye oye oye, más vale que lo dejes tío, porque me estoy cabreando
...
- Escucha, el hecho de que yo nunca le masajearía los pies a un hombre no justifica que Marselus tire a Antoine de un edificio a una puta casa de cristal y que le joda el habla a ese negro. Esa mierda no está bien. El hijo de puta me hace eso a mí y más vale que me deje paralítico, porque si no lo mataría ¿sabes lo qué te digo?
- Yo no digo que esté bien. Pero tú dices que un masaje en los pies no significa nada, y yo digo que sí. Mira he hecho millones de masajes a millones de mujeres y todos significaron algo. Se finge que no es así pero lo es, porque eso es lo mas cojonudo que tienen. Estas haciendo una cosa muy sensual y ya sabes... no se habla de ello, pero tú lo sabes y ella también. El jodido Marselus lo sabía y Antoine debería haberlo sabido. En fin era su jodida mujer y ese hombre no tiene sentido del humor para esas cosas. ¿Comprendes lo qué te digo?
- Interesante observación
o el verso de ezequiel que decía Jules, son buen ejemplo, de que aquí cada actor tiene su estigma, a todos se les reconoce a la primera por algo, y no solo por su aspecto: jules creativo mafioso, dado al filosofar y los pensamientos profundos, con mucha ética, tanto que le siembra dudas sobre su propia existencia. Vincent vega, todo lo contrario a su socio, descreido, sólo cree en lo que ve, el hombre de holanda, su confianza acaba con el. Marcellus wallace el capo, con su tirita en la cabeza, hombre de convicciones fuertes, no es marlon brando, pero sigue ese testigo aunque sea de muy lejos... todo hay que decirlo marlon brando es Dios. Imaginaos a Brando y tarantino juntos, o brando y hitchcock juntos, el cine nunca podrá disfrutar de estas efemerides. mia wallace, encarnada por uma thurman, hace el papel de su vida, totalmente creible en su papel de mujer fatal, guiños constantes de tarantino al cine clásico, en este caso a todas las mujeres fatales de la historia, desde rita y su guante, a bette davis, katherine hepburn o sobre todo lauren bacall, marlene dietrich y la garbo. El bailecito que se marca con vincent, es una patente que quedará para la historia, como se quedo el guante de gilda.
En cambio, butch es un perfecto contrapunto, el se valora pero en secreto, callado, sin hacer ruído se hace su camino y es el más listo de todos, sin lugar a dudas. Pequeñitos papeles, para la dulce maría de medeiros perfecto contrapunto para el temperamental butch, genial harvey keitel como el señor lobo, hombre eficaz y sin rodeos, y cameos de tim roth, actor fetiche de tarantino, el propio tarantino, o yolanda plummer, el tarantino siempre le encanta dar protagonismo a actores que fueron míticos en su día, pero pasaron de moda, así catapulto de nuevo a la fama, sobre todo a travolta.
curiosidades sobre el guión:
Su primer borrador de Pulp Fiction alcanzó una desmesurada longitud de quinientas páginas, lo cual no es de sorprender, si se tiene en cuenta la inmensa cantidad de materiales que tenía flotando en la cabeza. Todos los personajes habían cobrado vida propia en aquel pequeño apartamento de Amsterdam, aunque uno de ellos destacó por ser muy especial: Mia, la esposa del gángster. En ciertos aspectos, era una mezcla del propio Quentin, de su madre y de su antigua amante, Grace. Y aun cuando Quentin no dispusiera de ninguna clave respecto a la formación de Grace, ni sabía nada de ella antes de que se convirtiera en actriz, intérprete de pequeños papeles en Hollywood, a su entender se había convertido en una clásica mujer de las que tienen por lema «Primero los atraviesas, luego les sorbes todo el jugo». Todos los personajes masculinos eran en general variaciones realizadas sobre el propio Quentin. A todos les gustaba comer tartas, ir a las cafeterías y tomar café con grandes cantidades de azúcar y de crema.
¿ que había en el maletín de pulp fiction?curiosidades sobre el guión:
[Nota: En el verano de 1992, Quentin Tarantino se desplazó a la ciudad de Ámsterdam para comenzar a escribir el guión de Pulp Fiction.]
(...) Aparte de los mencionados, los únicos compañeros que tuvo Quentin en aquel minúsculo apartamento de Amsterdam fueron un vídeo y una televisión. Husmeó por el videoclub más cercano y descubrió con gran deleite que disponían de un amplio muestrario de películas francesas de gángsters, de finales de los cincuenta y principios de los sesenta. Se empapó no sólo de la temática de aquellas películas, sino también del contexto concreto de cada una de las escenas más memorables, gracias en parte a los años que pasó en Video Archives, donde no en vano había obtenido una especie de doctorado en cine. Toda esta investigación aportó a Pulp Fiction algunos interesantes lazos de conexión con algunas de las obras clásicas del cine.
Por ejemplo, la secuencia del concurso de baile en la que aparecen Mia (Urna Thurman) y Vincent (John Travolta), en el Jack Rabbit Slim's Diner, está claramente influida por una película que hizo Jean-Luc Godard en 1964, Banda aparte.
Así mismo, el maletín que nunca se llega a abrir es un homenaje a El beso mortal (Kiss Me Deadly), película que hizo Aldrich en 1955, aun cuando Quentin posteriormente insistiera en que primero se le ocurrió la idea y después encontró la similitud con El beso mortal.
Cuando Butch (Bruce Willis) se detiene ante un semáforo y ve a Marcellus (Ving Rhames) cruzando la calle, nos vemos frente a una toma directa de Psicosis de Hitchcock, calcada del momento en que Janet Leigh se detiene ante un semáforo y ve a su jefe cruzar la calle. De igual manera, la violación homosexual por parte de los dos fanáticos chalados está tomada de Deliverance, de John Boorman, que Quentin vio con su madre cuando sólo tenía siete años. En esa secuencia hay además un apunte de la tortura al ritmo de «Singing in the Rain», de Elliot Ness tomada de La naranja mecánica (A clockwork orange), de Kubrick, y algunos ramalazos de Los intocables (The Untouchables), La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre) y diversas películas de samurais, según se aprecia por el uso de esa peculiar espada.
El Lobo (Harvey Keitel) es un personaje creado a raíz de que Quentin viera el retrato de un limpiador que hace Luc Besson en Nikita (papel que interpretó el propio Keitel en el remake americano de esta película, titulado La asesina [Point of No Return]).
La obsesión que tiene Jules, el matón, por citar la Biblia, está tomada de una película de kung fu en la que el protagonista cita a menudo ese mismo pasaje de Ezequiel 25, 17. Desde que la vio, Quentin había intentado colocarla en uno de sus proyectos cinematográficos.
La cita de Ezequiel 25, 17 es capital en Pulp Fiction porque hace referencia a la salvación de los pecadores que regresan al camino de los justos y a la condenación de los justos que se salen de ese camino. A la sazón, Jules presta tantísima atención a esas palabras cargadas de sabiduría que su vida se transforma como por ensalmo.
Tal como había planeado meses antes en Londres, Quentin construyó de hecho toda una escena en la que aparecen Vincent (John Travolta) y Mia (Urna Thurman) después de escuchar una versión del «Girl, You'll Be a Woman Soon» de Neil Diamond realizada por Urge Overkill.
Además hay que tener en cuenta la maravillosa escena en la que Jules y Vincent se presentan en casa de Jimmy, en el Valle, y en todo momento hablan del café para no tener que comentar el asunto del cadáver mutilado que casualmente se han traído en el coche. Es una secuencia que resulta casi un sketch de los Monty Python, cuyas obras vio Quentin una y otra vez durante la década de los setenta.
Mientras estuvo trabajando en todo esto, Quentin no dejó de tener en cuenta —aunque fuera de refilón— un guión que había escrito el que fuera compañero suyo en la tienda de vídeos, Roger Avary, que se titulaba Pandemónium Reigns. Roger le visitó en Amsterdam, para intentar entre los dos que la estructura básica de aquella historia encajase en la sección central de Pulp Fiction. A la larga, se convirtió en la parte que arranca cuando el pequeño Butch hereda el reloj de oro.
Al igual que ocurriese en Reservoir Dogs, Quentin no pensó en ningún momento que su costumbre de tomar ideas prestadas de otras películas fuera en modo alguno suceptible de considerarse plagio. Entendía, al contrario, que se trataba del máximo cumplido que se puede hacer, y posteriormente afirmó que así se lo tomaría si otro cineasta fuera acusado de robar material de sus propios filmes.
¿Qué contiene el maletín de Marsellus Wallace en Pulp Fiction? Aunque los más cinéfilos recordarán el objeto de inmediato, aclararemos que Vincent Vega – John Travolta – y Jules Winnfield – Samuel L. Jackson – se cargan a unos muchachitos en un piso y les arrebatan un maletín, que se convierte en centro de una de las tramas de la cinta. No vemos nunca que hay en él pero, cada vez que se abre, un suave brillo dorado sale de su interior.
El amigo de un primo, de un amigo lejano habló alguna vez con el propio Quentin, que le puso bajo la pista. En primer lugar, la primera vez se ve a Marsellus Wallace, el gangster que quiere recuperarlo, éste tiene una tirita en la nuca. Eso es porque, como se dice en la Biblia, el Diablo saca por ahí el alma de quienes se la venden. Segundo, la combinación de la pequeña maleta es 666, el número de la Bestia, su propietario actual. ¿Queda claro no? Lo que hay en el maletín no es sino el alma de Marsellus.
Los partidarios de esta teoría argumentan, además, el hecho de que Jules se da perfecta cuenta de que, en la refriega con los muchachos – con los colegas del Demonio, podríamos decir -, Dios ha detenido las balas y le ha salvado. El personaje de Travolta se burla de él, como se burlaría de los que apuestan a que lo que el maletín esconde es: a, el Oscar que Tarantino quería ganar; b, la famosa oreja del policía de Reservoir Dogs; c, los diamantes robados en esa misma película; d, la nariz del reno Rudolph y e, una pequeña bomba nuclear, homenaje a la que había dentro de otro maletín semejante en el film El beso mortal, de Robert Aldrich.
La extensión de mi artículo se debe a que estamos ante una película digna de estudio, y para satisfacer a todos los mitólogos, que ya se que mi blog no lo lee nadie, pero por si algún aficcionado a pulp fiction la leyese, pues al menos analizar esta película desde todos los ángulos posibles. Ya dije que creo estilo, de echo son deudoras de pulp fiction cientos de films, algunas con algún éxito como snatch cerdos y diamantes, u otras más serias pero con el estilo corrosivo que marcó pulp fiction: 21 gramos o mistyc river. Bueno Tarantino, siempre a hablado de hacer una continuación de pulp fiction, más bien sería un prologo, dónde nos contaría la vida de vicent en holanda... esa idea lleva rodando en la cabeza de tarantino desde el 2005, pero aún nunca la materealizo. Yo creo que tarde o temprano se llevará a cabo, por orgullo profesional, pasta o los motivos x que sean, el público lo agradecerá, pero hay que partir de la base de que pulp fiction es insuperable.
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