domingo, 19 de junio de 2016

El castor

2011 Estados Unidos.  91 minutos. director: Jodie Foster.  guión: Kyle Killen.  música: Marcelo Zarvos.  fotografia: Hagen Bogdanski. Productora: Summit Entertainment / Entertainment One. Reparto: Mel Gibson, Jodie Foster, Anton Yelchin, Cherry Jones, Riley Thomas Stewart, Zachary Booth, Jennifer Lawrence, Jeff Corbett, Baylen Thomas.
Sinopsis:
Walter Black (Mel Gibson) es un hombre que padece una profunda depresión. Su única vía de escape, su único consuelo, es una marioneta que representa a un castor, al que trata como si fuera una persona. Perseguido por sus propios demonios, Walter, que fue en otro tiempo un exitoso ejecutivo de una empresa de juguetes, emprenderá con su marioneta un viaje de autodescubrimiento...

 «Este es un retrato de Walter Black. Un individuo irremediablemente deprimido. En algún lugar de su interior hay un hombre que se enamoró, que formó una familia y dirigía una empresa de éxito. Ése hombre ha desparecido y por mucho que lo intente, y lo ha intentado todo, Walter no consigue hacerle volver. Es como si hubiese muerto pero no hubiera tenido la sensatez de llevarse su cuerpo consigo…»


Lo que fue una familia modélica y sacada de un anuncio de televisión se ha convertido en un hijo pequeño solitario e invisible para su padre, hijo mayor que tiene pánico volverse como su padre y mujer que se ha refugiado en su trabajo para no hacer frente a la realidad. Y posiblemente lo mejor de la propuesta de Jodie Foster sea deprimir, humillar y ‘marionetizar’ a Mel Gibson en un juego que abarca desde “Tamaño natural” (sin muñeca hinchable y con castor), uno de los relatos que componía “Al morir la noche” donde la marioneta controlaba al ventrílocuo y “Terroríficamente muertos” o “El diablo metió la mano”.
Si la dicotomía habitual del género dramático familiar estadounidense se basaba y constaba de la elección entre familia y trabajo aquí el protagonista ha perdido ambas debido a una tremenda depresión. El final del camino es el inicio de otro como modo de auto-defensa y supervivencia. Así la mente humana de Walter Black genera un desdoblamiento de personalidad mediante un apéndice que acaba manejando, cual parasito alienígena, el cuerpo del anfitrión para hacerle recuperar lo perdido.


El problema de la premisa interesante y ridículamente estúpida (y divertida) es que prometía ciertas posibilidades cómico-dramáticas dependiendo si el material acaba en los hermanos Farrelly o una revisión bizarra de “Jerry Maguire” de Cameron Crowe. Ni lo uno ni lo otro porque “El castor” acaba convirtiéndose en lo que inicialmente parecía que quería evitar: la dicotomía, pese a la nueva autoafirmación de la personalidad de una marioneta sobre el mundo, vuelve a erigirse hiriendo de muerte al peluche. La familia americana sigue siendo el foco hipócrita del éxito del american way of life con sus frases de auto-bombo y falsa auto-ayuda: ‘Todo va a salir bien’. “Infelices para siempre” y Mister Floppy tenían más mala leche, gracia y daban menos sermones.
 https://www.youtube.com/watch?v=DOSOWNS3jts
trailer

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