miércoles, 2 de mayo de 2012

fotografia macro

o es lo mismo fotografiar flores que mariposas, ni arañas que hormigas. Cada una exige unos medios técnicos distintos y una técnica de “caza” diferente. Antes de salir haremos un pequeño plan para llevar el equipo adecuado y centrar nuestro esfuerzo en un tipo de macro. Esto no quita para que salgamos a hacer fotos un poco a lo que salga, suele ser más caótico pero también más sorprendente.
  • Vestir adecuadamente y movernos con calma. Si vamos a hacer fotos de flores o setas, este punto no tiene mayor importancia, pero si queremos inmortalizar algún insecto debemos recordar que también tienen ojos (y muchos) por lo que lo ideal será utilizar ropas de colores poco llamativos y evitar llevar relojes, cadenas y demás objetos que puedan crear reflejos que asusten a nuestros modelos.
  • Madrugar. La luz es más suave y nos dará más posibilidades para jugar con ella. A esas horas, normalmente, todavía no suele haber viento, uno de los mayores enemigos de la fotografía macro de naturaleza. Los insectos están menos activos ya que su cuerpo no ha llegado a calentarse y es más fácil acercarse a ellos.
  • Ser paciente y observador. Debemos tener en cuenta que vamos a meternos en un mundo realmente pequeño en el que muchas cosas nos pasarán desapercibidas. Tenemos que aprender a mirar con ojos macro, revisando con paciencia y mucho cuidado todo el entorno, hojas (por abajo también), ramas, suelo, flores (por detrás también). Muchos de nuestros posibles modelos tienen la fea manía de camuflarse para cazar o no ser cazados.
  • Utilizar trípode siempre que sea posible. Normalmente vamos a trabajar con un equipo muy pesado y aparatoso y en unas condiciones mínimas de profundidad de campo. Siempre que sea posible utilizaremos un soporte para ayudarnos a estabilizar la cámara, lo ideal es un trípode, pero también nos puede ser útil un monopié o un saquito con arena o lentejas, dependiendo de donde tengamos que posicionarnos para hacer la foto.
  • Buscar encuadres adecuados. Cuando empezamos a hacer macro buscamos acercarnos lo máximo posible y nos dejamos por el camino una de las partes más importantes de la fotografía, el encuadre. Un buen encuadre puede convertir una fotografía técnicamente mediocre en buena y de la misma forma un mal encuadre puede arruinar una foto técnicamente impecable. Antes de disparar daremos un vistazo por todo el visor, buscando diagonales, tercios, fondos e intentaremos elegir el que más nos guste.
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  • Jugar con la profundidad de campo. Un diafragma cerrado es casi sinónimo de macro enfocado, pero tenemos que tener en cuenta que si cerramos demasiado pueden aparecer algunos enemigos como la difracción, los fondos negros o el exceso de área enfocada que distrae nuestra atención del motivo principal. Para evitarlo jugaremos con el diafragma buscando en cada caso el que más se adapte a las necesidades de la fotografía.
  • Probar distintos tipos de iluminación. Debido a las características tan específicas de la fotografía macro, casi siempre necesitaremos utilizar una fuente de luz de ayuda para iluminar el motivo. Las luces directas resultan excesivamente duras, incluida la luz solar, produciendo brillos no deseados y zonas quemadas. Lo ideal es utilizar difusores que suavicen las luces y nos proporcionen una iluminación más uniforme reduciendo también las sombras. Podemos combinar la luz solar con la del flash o incluso utilizar linternas a modo de foco fijo, dependiendo de cómo situemos la iluminación obtendremos resultados totalmente distintos y alguno de ellos puede ser muy plástico y sorprendente.
  • Último y más importante. No olvidéis llevar un buen bocadillo y algo de beber, si la jornada no se da bien por lo menos disfrutaremos de un buen almuerzo al aire libre.
Conviene tener en mente estos consejos, pero será nuestro instinto y sentido común el que nos marque el camino a seguir en cada sesión

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