jueves, 15 de septiembre de 2011

rayographs

De entre toda la gran obra fotográfica y pictórica de Man Ray, es difícil encontrar entre las esculturas, cuadros y fotografías, trabajos formales tan radicales como lo son las “Rayographs”, nombre con el que Man Ray denominó algunos de sus trabajos experimentales, realizados en su estudio durante los años 1921 y 1922 y que publicó en este último año con el nombre de “Les champs délicieux”.
Las “Rayographs” surgieron a partir de la colocación de objetos cotidianos metálicos o cristalinos sobre un papel fotográfico impregnado previamente de líquido revelador. Posteriormente proyectó un foco de luz sobre el conjunto de la composición pudiendo presenciar en el momento el efecto de la luz no solo en la equivalencia de la forma de los objetos en el papel, sino en la asombrosa reacción de la reflexion de la luz sobre el material de los objetos, que generaban juegos formales abstractos. Una plancha metálica, cuchillos, recortes, pinzas, bombillas, pinceles, brochas, papel, muelles, un ventilador estaban entre muchos de los objetos que utilizó Man Ray con la intención de contradecir las corrientes clásicas que se habían desarrollado hasta el inicio de las vanguardias. Estos trabajos fueron predecesores de lo que sería la fotografía surrealista, y confundió el estilo de Man Ray, ya que él era dadaista y defendía su obra a través de dicho concepto. Las “rayographs” representan el aprender a mirar y comprender una técnica a través de la luz y lo que nos puede llegar a mostrar. Refleja la capacidad de mirar mas allá y tomar la luz como un elemento versatil que puede tomar forma como un elemento manipulable, un material que se puede controlar aunque la apariencia de su naturaleza sea aparentemente opuesta. En la actualidad el mundo analógico ha quedado olvidado o relegado por la tecnología y la experiencia trascendental del revelado se ha sustituido.
Pero sería interesante recuperar aunque fuera puntualmente la naturaleza y experiencia de los procesos.
Como puede suceder en la arquitectura, la experiencia de la creación pasa inevitablemente por un proceso manual, que acerca de una manera exclusiva a la comprensión de lo creado y pese a existir sistemas tecnológicos que puedan suplirlo, ese proceso nunca se obvia. Lo mismo debería suceder con la fotografía. Pese a que la tecnología avanza y por tanto las camaras fotográficas cada vez se automatizan consiguiendo resultados excepcionales, no deberiamos olvidar que el ser humano tiene una capacidad perceptiva inigualable y una capacidad creativa mas allá de lo que capta un objetivo, sensor o sistema. Pese a la gran variedad de elementos complementarios a la fotografía en la actualidad, Man Ray seguiría mostrandonos que la luz solo se convierte en pincel, cuando decidimos trabajar con las manos

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