Francisco gonzalez Ledesma, es el mejor premio planeta de todos los tiempos, el más merecido. Mira que e leído libros y libros, pero este se a convertido en mi favorito, hasta el punto de que a robado el sueño, y hasta que no lo terminé deje mi vida en segundo plano. Rara vez pasa que un libro te robé tu ser, este es uno de ellos.
Crónica sentimental en Rojo, es mucho más que una novela policiaca, va mucho más allá. La escusa es el género negro, tenemos una herencia para repartir, y cuatro sospechosos de los crímenes que van pasando, pero sobre todo tenemos una historia muy humana. Estamos en la Barcelona de la transcisión, quizás Ledesma le hace una oda poetica a su ciudad, sólo al alcance de Eduardo Mendoza.
Cómo dije está el relato policiaco, esta la ciudad, desde los barrios más pobres a los más ricos. Es la barcelona através de los ojos del inspector Mendez.... uno de los mejores personajes de la literatura de todos los tiempos.
un poeta anacrónico, un erotómano a la que ya no se le levanta, el policía casposo que cierra los bares a los que los chorizos temen pero a la vez, sienten cómo suyo, un filosofo sin igual que ve poesía hasta en un cubo de basura, que teme que la playa y el aire puro, lo acaben matando, acostumbrado a estar en los peores antros de Barcelona, dónde se desenvuelve a la perfección y con un sentido del humor muy irónico y negro, que hace cada frase que dice en auténtica miel para los paladares literarios más curtidos.
El mundo que gira entorno a Mendez, esta loco de remate, por eso el tira del hilo con surspicacia, el resto de personajes esta tan bien muy bien trazado. Dani el primo gorrón, que ya ve la herencia y esta dispuesto a todo, carlos bey el abogado idealista que debe repartir la herencia, la belleza y la astucia maligna de blanca bassegoda y el inútil de su marido, y el pobre richard, recién salido de la cárcel, soñando con alcanzar un mundo que no le pertenece, el de blanca.
Es mucho más que una novela policiaca, podíamos decir que esa es la excusa perfecta para que Ledesma trace de forma magistral una crónica de aquellos tiempos revueltos de cambio en Barcelona. Cada uno de los personajes, sabemos lo que siente, sus sueños más escóndidos, así tejiendo con maestría, con una agilidad y una prosa preciosista pero muy accesible, este libro se lee de un tirón y cómo dice el prólogo no se olvida jamás.
No destriparé la novela para quien no la haya leído y vaya a hacerlo (cosa que recomiendo), pero en la trama se van sucediendo asesinatos, traiciones, instrumentalizaciones, medacidades, bajezas, locuras, mentiras a raudales y todo tipo de vejaciones, contadas con humor e ironía, que a uno deberían dejarle machacado, pero que no es así. El metamensaje no es, o al menos a mi no me lo pareció, pesimista. Se constata la maldaz y la avaricia. Se deja puntual testimonio de las diferencias de clase. Queda claro lo poco placentero de la vida para muchos mortales. Pero todo ello se hace no perdiendo la esperanza. Lo cual es, ciertamente, heróico o incoscientemente salvífico.
Comentario aparte merece el soez, procaz
y directísimo inspector Méndez. Supongo que a la mayor parte de sus
lectores les inspera cierta ternura y no poca admiración, por eso de las
perlas en la pocilga. Pero a mi, no me ha parecido lo mejor de la
novela. Cuando el calla he leído páginas memorables sobre la condición
humana. Cuando el habla me he reído con sus ocurrencias, su estilo
investigatorio y su cosmovisión, cuando menos peculiares. Pero no me han
parecido sus páginas las mejores. Si son las que más dinamismo dan a la
narración, pues en ellas pasan muchas cosas. Pero lo mejor de la
novela, a mi juicio, está en los debates internos en los que navegan, y
no pocas veces naufragan, muchos de los personajes de la novela.
Es una novela, que te hará reir a carcajadas, ternura con sus personajes
secundarios cómo la chica en silla de ruedas y su amado el médico, lo
tiene todo, para ser considerada una novela inmortal, una de las mejores
que se a escrito jamás en nuestro país, un país que puede presumir de
ser cuna de aútenticos cerebros literarios, no hace falta remontarse a
cervantes, gongora, bequer o quevedo, de la España de la transcisión
tenemos a auténticos escritores reconocidos a nível mundial: Royo,
Ledesma, Sender, Mendoza.... Ledesma no está muy reconido, aunque tiene
un gran número de seguidores que adoran su obra, y por supuesto yo soy
uno de ellos. Ya estoy deseando encontrar más libros de este autor, pero
son dificiles de conseguir. Si quieren literatura con letras
mayúsculas: crónica sentimental en rojo es su libro de mesilla.
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