miércoles, 8 de agosto de 2012

reflejos y contraluces

hay una serie infinita de temas insospechados que atraerán vuestra atención durante el verano, temas como el de los fuegos artificiales, los rayos durante la tormenta, la iluminación nocturna de las calles, el asombroso juego de las siluetas etc.
Tomemos como ejemplo los fuegos artificiales, capaces de dar magíficas fotos. Os será preciso disponer de un trípode. Encuadrad previamente en el visor el lugar dónde creais que habrán de estallar los artegactos priotécnicos y abrid seguidamente el obturador en la indicación del tiempo.
Cuidad de mantener todo el tiempo la mano extendida delante del objetivo, cubriéndolo sin tocar la cámara. En cuando teáis que asciende el primer cohete retirar la mano y dejad que la exposición se realice por sí misma. Podéis repetir varias impresiones sobre la misma película para dar mayor riqueza a la imagen. CUndo os parezca que es suficiente cerrad el obturador colocando antes la mano ante el objetivo. Lo que añade mucho interés a estas fotos es la posibilidad de incluir en ellas un monumento o un edificio, una fuente etc. Estos elementos son exactamente los mismos que se hace para los rayos sólo en este caso conviene que toméis la foto desde el interior de una ventana abierta.

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